Dossier Nº 17

Itinerarios de lo cotidiano. Prácticas, sociabilidades y comportamientos sociales en las dictaduras del Cono Sur

 

Itineraries of daily life. Practices, sociability and social behavior in dictatorships of the Southern Cone

 

Presentación

 

En los estudios dedicados a la última dictadura militar en Argentina destaca la preocupación por abordar la compleja trama entre estado y sociedad. Los interrogantes se anidan sobre dos ejes centrales en ocasiones superpuestos, por un lado las actitudes sociales -individuales y colectivas- frente al golpe y la dictadura; por otro, los modos en que la instalación del régimen militar alteró la vida cotidiana de los ciudadanos. La complejidad a la hora de definir cómo abordar esos procesos ha llevado a la apertura de algunas líneas de indagación y otras tantas de debate. No haremos referencia extensa a los derroteros que se han propuesto en este sentido, pero constataremos que desde los primeros acercamientos al tema, la mayoría de los estudios han pendulado entre posiciones que destacan el terror como elemento explicativo de todas las acciones o inacciones y la percepción de una sociedad ajena, extraña que desconoció la represión ejercida y ejecutada en dictadura[1].

Estas construcciones han permitido un deslizamiento del problema entendiéndolo en términos de normalidad/anormalidad[2]. La primera premisa supone que la vida de la “gente común”, sus prácticas y sus relaciones no fueron afectadas drásticamente por el golpe de estado y la posterior dictadura, siendo posible extrañarlas de la trama represiva implementada por la dictadura y que se ramificaba en centros clandestinos de detención, apropiación de bebes, tortura, desaparición y asesinato, por sólo mencionar algunos de los más cruentos destinos de las víctimas. La segunda, que la excepcionalidad que significó la existencia de esa trama marcó a fuego la vida de todos los ciudadanos por igual, poniendo entre paréntesis su propia existencia, paralizando toda posibilidad de acción. Así el binomio normalidad/ anormalidad ha sostenido la mayoría de los trabajos que abordan la sociedad en dictadura, -tanto los escritos desde la memoria como los estudios de corte histórico- generando miradas parciales, cuando no erróneas. 

En los últimos años, sin embargo, parte de la producción sobre la temática ha estado fuerte –y, en muchos casos, positivamente - influida por lecturas europeas que, enfocadas en el estudio de sociedades atravesadas por el fascismo, se han dedicado a mensurar la relación entre las prácticas sociales cotidianas y los regímenes totalitarios. En ese marco parte de los estudios sobre la última dictadura militar argentina ha redefinido el campo de las prácticas sociales en términos de actitudes y comportamientos sociales, noción que conlleva parte de la carga que historiadores europeos han dado a esos términos. Con ello suele referirse a las acciones colectivas o individuales que se traman y construyen en su relación con los regímenes dictatoriales. Las actitudes sociales no serían expresiones de miedo u oposición absoluta a la dictadura sino que se constituyen en un amplio abanico de estrategias y repertorios de acción que fluctúan y se resignifican coyunturalmente en un contexto de dictadura, frente a interlocutores diversos[3]. Si la propuesta no deja de centrarse en la dictadura como espacio de redefinición de lo social, se aleja del binomio de normalidad/anormalidad, mostrando una pluralidad de acciones y redefiniciones de las prácticas sociales individuales y colectivas en torno a la dictadura y sus diversos niveles de organización.

La pregunta por la normalidad o anormalidad de la vida social en dictadura habilitó nuevos escenarios ¿Cómo transitaron esos años los ciudadanos comunes, aquellos que no pertenecían a la dirigencia de organizaciones políticas o sociales ni formaban parte de quienes ejecutaban la represión en dictadura?, En definitiva, como mensurar la vida cotidiana en ese contexto? En un reciente trabajo de balance historiográfico Daniel Lvovich plantea que en este campo la historiografía argentina ha dado ya algunos pasos aunque no se ha desarrollado una reflexión teórica sistemática ni una discusión pública del concepto”. Proponiendo una revisión bibliográfica que considera relevante para abordar los caminos que ha emprendido el estudio de la vida cotidiana en la última dictadura militar sitúa una reflexión crítica sobre aquellas obras que pretendiendo abrevar en aspectos de la vida cotidiana de la “gente común”, la suponen como sinónimo de clase media, homogeneizando sus prácticas. En tal sentido, propone evitar las generalizaciones insistiendo en que la dictadura significó una experiencia traumática sólo para una parte de la población, debiendo ser más cuidadoso el análisis de los segmentos poblacionales. Asimismo señala que “aunque resulta imposible no preguntarse por la politicidad de las acciones, se debe evitar el abuso imperialista de la pregunta por la resistencia o la complicidad. Considerar el peso de las rutinas, la indiferencia, las representaciones de larga data no ligadas de un modo lineal a la política, resulta entonces indispensable para comprender la dimensión de la cotidianidad”[4].

En este sentido es interesante consignar, que aun cuando los estudios sobre vida cotidiana en la última dictadura militar argentina son escasos; mas profusa, interesante y significativa es aquella que aborda los años ’60 y primeros ’70. Bibliografía que desde una perspectiva sociocultural recupera los cambios en las relaciones parentales, generacionales, de género, culturales, pautas de consumo, etc señalando las modificaciones significativas que atravesó la sociedad argentina desde la década del 60. La recuperación de esas lecturas, sus estrategias teórico metodológicas, énfasis en algunos aspectos sociales y sus derroteros posteriores probablemente nos permitan encontrar indicios para pensar lo cotidiano en la última dictadura militar en Argentina. En principio instándonos a pensar no ya en términos de continuidades y rupturas (a esta altura superadas) sino en la necesidad de restituir el eslabonamiento de la vida en dictadura en una matriz histórica más general. La propuesta ayudaría a reponer las tramas de procesos cotidianos sin aislarlos de las lógicas represivas violatorias de derechos humanos pero sin sesgar la mirada en esa sola dirección. En definitiva, permitiría deconstruir una idea aun solapada: que la vida cotidiana se oscureció abruptamente a partir de 1976, siendo la década siguiente cuando la vida cultural y social se recuperó – parcialmente - para la mayoría de los ciudadanos.

 

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El dossier que presentamos tiene la particularidad de poner en diálogo y discusión diversos modos de abordar lo cotidiano, los comportamientos y las actitudes sociales, pensando en contextos diferentes, las dictaduras de Brasil (1964 – 1985), Uruguay (1973-1985) y Argentina (1976 -1983) y alejándose de miradas totalizadoras sobre la sociedad, analizando espacios, ámbitos de sociabilidad, prácticas específicas.

La propuesta amplía la mirada hacia modalidades, estrategias teórico-metodológicas, escalas de análisis diferentes para recuperar aspectos de la sociedad en contextos dictatoriales diversos, permitiendo enlazar debates con colegas historiadores del Cono Sur. La posibilidad de contar en este mismo dossier con la intervención del historiador Rodrigo Patto Sá Motta y de Javier Correa junto a colegas argentinas Guadalupe Ballester, Ana Inés Seitz y Clara Sarsale  -a todos agradezco que se embarcaran en esta iniciativa- abre el camino hacia una perspectiva comparada que avanza sobre experiencias diversas y discusiones comunes en torno la relación entre sociedad y dictadura. Los artículos apuestan por un análisis que responde a la delimitación de un espacio claramente acotado por fronteras institucionales, profesionales o geográficas. Esto constituye una gran fortaleza en tanto consideramos que los modos en que las personas actúan sólo es posible de asir cuando se consideran las coyunturas y ámbitos delimitados donde desenvuelven sus prácticas cotidianas y establecen lazos de sociabilidad. La particularidad no es aquí un resguardo frente a las generalizaciones sino la posibilidad de otorgar densidad y matices a los procesos sociales. Retomaré cada trabajo para abrevar en sus aportes.

El artículo que inicia este recorrido “A estratégia de acomodação na ditadura brasileira e a influência da cultura política” de Rodrigo Patto Sá Motta, recupera conceptos de la historiografía francesa para analizar las respuestas de la comunidad universitaria a la política educativa de la dictadura militar brasileña. Si bien las actitudes sociales variaron entre adhesión, resistencia y acomodación, esta última fue una de las estrategias desplegadas en el ámbito universitario con mayor continuidad. La acomodación tuvo un doble carácter en tanto articuló un despliegue de estrategias del régimen militar hacia el ámbito universitario y los diversos modos de posicionamiento de intelectuales y docentes respecto de la dictadura que no pueden ser comprendidos en términos de colaboración/resistencia. Enfatiza, sin embargo una particularidad a tener en cuenta, la acomodación ha formado parte de la cultura política de la comunidad científica en otros contextos y por lo tanto no es producto exclusivo de esta dictadura. El artículo culmina con algunas reflexiones que merecen destacarse. En primer lugar que las estrategias de acomodación han servido en distintos momentos para mantener el orden siendo el colchón que amortiguó las acciones de resistencia. En segundo lugar, que la acomodación ha permanecido hasta la actualidad como estrategia al interior de la cultura política, sugiriéndonos repensar en esa clave la situación política de Brasil hoy.

Guadalupe Ballester analiza las sociabilidades y el poder local a través del Cuerpo de Bomberos Voluntarios de General Sarmiento. Recurre a la noción de asociacionismo para analizar el colectivo Cuerpo de Bomberos, sosteniendo que uno de los caminos para pensar los comportamientos sociales en contextos dictatoriales supone reponer el diálogo entre estas asociaciones e instituciones políticas, ámbito administrativo, etc. Enfatizando algunos elementos que advierten los cambios operados en los años ’60 y ’70 en la institución y especialmente en su relación con la guarnición de Campo de Mayo, el artículo indaga las relaciones entre voluntarios del Cuerpo de Bomberos y los soldados. El trabajo ilumina un aspecto significativo de esa relación, lejos del temor, la articulación entre ambos espacios implicó la gestación de vínculos de sociabilidad que se materializaron en cuestiones cotidianas y que no dejaron de mantenerse en el contexto de la última dictadura.

En “Las modulaciones de una posición ‘al margen’”, Ana Inés Seitz indaga aspectos centrales de los primeros años ‘70, la militancia revolucionaria, la represión estatal y paraestatal y su significación a la hora de comprender las actitudes frente al golpe de estado de 1976. Reduciendo la escala a una comunidad escolar de Bahía Blanca, cuestiona aquellas miradas que suponen que la sociedad condenó en forma generalizada la radicalización política y la conflictividad social de aquellos años. En esa línea sostiene que las vivencias y el conocimiento (fragmentario) de situaciones de violencia política en el contexto local fue uno de los soportes en que se construyó la aceptación del golpe. Sin embargo ello no supuso el cuestionamiento o estigmatización sobre las experiencias de radicalización política y militancia que se gestaron en el seno de la comunidad escolar, manteniendo los lazos sociales establecidos en ese espacio. En este sentido Ana Seitz abre un camino que rompe con miradas monolíticas sobre las actitudes y comportamientos sociales en los años ’70 proponiendo un recorrido que asume que la producción de sentidos fue múltiple, diversa y cambiante.

Javier Correa nos acerca a la vida cotidiana en la pequeña localidad de Durazno, Uruguay, durante la dictadura. Nuevamente el análisis está centrado en un espacio local, pero en esta ocasión el autor propone indagar cómo la llegada de ex presos políticos en condición de Libertad Vigilada  modificó la vida cotidiana de parte de esa población. A través de la recuperación de relatos de vida polifónicos, analiza las modalidades de la represión uruguaya y los efectos que tuvo en quienes fueron presos por su militancia política y luego excarcelados. Asimismo plantea las diversas actitudes de vecinos, compañeros y familiares en su convivencia con ex presos, señalando que las actitudes no fueron unívocas y que en muchos casos no significó temor ni obturó las posibilidades de gestos solidarios.

Recuperando testimonios judiciales, Clara Sarsale abre una novedosa línea de avance para indagar sobre los comportamientos sociales de trabajadores de la Salud del Hospital Campo de Mayo frente al parto y atención de mujeres detenidas-desaparecidas. Situando los testimonios en su contexto de producción, la autora no renuncia a preguntarse sobre las particularidades de sus actitudes, que van desde la “curiosidad” hasta la negativa a atender a las pacientes. Sarsale sostiene que más allá de la lectura que hiciera la justicia de esos testimonios (y los sentidos que cada uno quisiera imprimir en esa situación), su sola existencia nos brinda la posibilidad de resignificar las actitudes de quienes convivieron y presenciaron acciones represivas. Para Sarsale la negativa a participar de determinadas prácticas no expresa posiciones de resistencia a la dictadura sino que se definen en el marco del quehacer profesional y las internas que tensionan las relaciones de jerarquía del personal del Hospital.

Los artículos que componen el dossier permiten pensar en un poliedro de acciones, prácticas y estrategias individuales o colectivas. Sin duda recorre estas páginas un sustrato común, los objetos definidos han sido interrogados en su relación con o frente al golpe de estado, la dictadura y con mayor o menor énfasis su faz represiva. Cabría preguntarnos si es posible abrir nuevas perspectivas que pretendan aislar los procesos sociales de la maquinaria represiva, los delitos de lesa humanidad perpetrados y sus perpetradores, elementos que han sido centrales desde los primeros estudios sobre la dictadura militar, al menos en Argentina.  Aun cuando es posible pensar que la respuesta es afirmativa, siguiendo los preceptos de Pilar Calveiro[5] sostengo que semejante esfuerzo es innecesario e improductivo, lejos de ayudarnos a comprender cómo fueron posibles estas dictaduras (pregunta que aún necesitamos hacernos), oculta las tramas que la hicieron posible.

 

Laura Luciani

Centro Latinoamericano de Investigaciones en Historia Oral y Social

Escuela de Historia - Escuela de Antropología

(Universidad Nacional de Rosario), Argentina

lauluciani@gmail.com

 



[1] Una primera versión de sociedad aterrorizada, se halla en el artículo de Juan Corradi escrito originalmente en inglés a inicios de los años 80, cuando la dictadura no había culminado. En Argentina, una versión en español formó parte de la compilación “A veinte años del golpe”, es decir más de una década después de su publicación.  Juan Corradi. “El método de destrucción, el terror en Argentina”, en Horacio Quiroga y César Tcach, A veinte años del golpe, Rosario, Homo Sapiens, 1996. Por su parte Crenzel destaca que más allá del conocimiento fragmentario de las desapariciones, luego del informe CONADEP y hasta mediados de los años ‘90 predominó en la escena pública nacional una perspectiva que suponía a la sociedad como víctima u observadora pasiva. Crenzel, Emilio, “Dictadura y desapariciones en Argentina: Memoria, conocimiento y reconocimiento del crimen”, en Intersticios, vol. 1, n° 2, 2007. Disponible on line: http://www.intersticios.es/issue/view/59

[2] Palermo y Novaro sentencian: “Quizás sea imposible distinguir entre situaciones cotidianas ‘normales’ y ‘anormales’. Con todo hay ciertos momentos en la historia de una ciudad o un país que son connotados por acontecimientos extraordinarios, que ejercen una gravitación masiva y confieren un color peculiar a la vida cotidiana (…) Ni normales ni anormales. Simplemente, la vida es profundamente conmovida por un acontecimiento ineludible. Este fue el caso de la sociedad argentina, especialmente en las ciudades, entre 1976 y 1980.” Novaro, Marcos y Vicente Palermo, La dictadura militar 1976/1983. Del golpe de estado a la restauración democrática, Bs. As, Paidós, 2006, p. 124.

[3] Un avance en ese sentido ha sido además la posibilidad de historizar la dictadura entendiendo que las actitudes y comportamientos sociales fueron variando durante el periodo 1976-1983, sin suponer que las actitudes fueron de miedo en la fase represiva y de resistencia en la fase de crisis de la dictadura y permitiendo advertir momentos en los cuales el apoyo fue más evidente: el Mundial del futbol, durante el conflicto del canal de Beagle y guerra de Malvinas, apoyos que no fueron espontáneos sino que se desplegaron a partir de estrategias específicas implementadas desde la misma dictadura y sus colaboradores dilectos. Respecto de esta línea señalamos algunos avances Gabriela Águila. “Violencia política, represión y actitudes sociales en la historia argentina reciente”, en Historia Política, 2015. Versión on line: http://historiapolitica.com/dossiers/actitudes-sociales-dictadura. Ana Inés Seitz. “Actitudes y comportamientos sociales en regímenes dictatoriales. Aportes para una reflexión metodológica”, en Gonzalo Cabezas... [et.al.]; Volúmenes Temáticos de las V Jornadas de Investigación en Humanidades, vol. 9, 2015. Luciani, Laura (2009): “Actitudes y comportamientos sociales durante la última dictadura militar en Argentina (1976-1983). Algunas consideraciones respecto de cómo analizar la compleja trama entre régimen y sociedad”. En: Naveg@mérica. Revista electrónica de la Asociación Española de Americanistas, 3. Daniel Lvovich. “Actitudes sociales y dictaduras: las historiografías española y argentina en perspectiva comparada”, en: Páginas. Revista digital de la Escuela de Historia, año 1, Nº 1, Rosario, 2008.

[4] Daniel Lvovich. “Vida cotidiana y dictadura militar en la Argentina: Un balance historiográfico.” en Estudos Ibero – americanos. Programa de pos  – graduacao en Historia. PUC Rio Grande Do Sul, 2017, (en prensa). Agradezco a Daniel la provisión de esta lectura antes de su publicación.

[5] Pilar Calveiro. Poder y desaparición: los campos de concentración en la Argentina, Buenos Aires, Colihue, 2004.