Sociabilidad y poder local: los Bomberos Voluntarios de General Sarmiento (1945 -1983)*

 

Sociability and local power: the volunteer firefighters of General Sarmiento (1945 -1983)

 

 

Guadalupe Ballester

Instituto de Desarrollo Humano (Universidad Nacional de General Sarmiento) Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, Argentina

gballest@ungs.edu.ar

 

Resumen

Este artículo se enfoca en el funcionamiento de la Sociedad Cuerpo de Bomberos Voluntarios del ex partido bonaerense de General Sarmiento durante el período 1945 – 1983. Esa entidad ha ocupado un lugar de relevancia en la vida cotidiana de la localidad pero además fue un actor clave de las intricadas redes de poder local. Aquí se reconstruyen su surgimiento, desarrollo y las relaciones establecidas con otras instituciones y con el municipio. Se plantea que los vínculos institucionales y personales establecidos entre Bomberos y otros actores del poder local fueron la base del crecimiento de la entidad. La hipótesis que se propone es que la Sociedad B.V.G.S mantuvo un vínculo íntimo y nodal con el gobierno municipal, que fue uno de los principales sostenes económicos e institucionales de la entidad con independencia de los recambios de autoridades. Esta relación se vio complementada, especialmente durante los años setenta y ochenta, con lazos establecidos por Bomberos con la guarnición militar Campo de Mayo. A partir de este estudio de caso se espera contribuir a un mejor conocimiento de la controversial temática de la relación entre Estado y sociedad durante el pasado reciente argentino.

 

Palabras clave

Historia argentina; Historia local; Cuerpo de bomberos; Estado; Sociabilidad

 

Abstract

This article focuses on the functioning of the volunteer firefighters of former district of General Sarmiento in Buenos Aires during the period 1945 - 1983. This entity has occupied an important place in everyday life and it was a key actor of intricate social and political networks. Here are reconstructed the emergence and development of the association and the links it established with other institutions and with local government. The institutional and personal links established between Firefighters and other local players were the bases of the entity growth. We uphold that the Firefighters Department maintained an intimate and nodal link with local government, which was one of the main economic and institutional supporters of the entity regardless of authorities’ replacements. This relationship was complemented, especially during the seventies and eighties, with the links established between Firefighters and the Campo de Mayo military garrison.

Through this study we contribute to a better understanding of the controversial issue of the relationship between the State and the society during argentinian recent past.

 

Keywords

Argentinian history; Local history; Firefighter Department; State; Sociability

 

 

Introducción

 

“Con bomberos nadie se mete”, respondió uno de los integrantes del Centro de Veteranos del Cuerpo de Bomberos Voluntarios de General Sarmiento ante la pregunta por posibles problemas o situaciones delicadas que debió enfrentar mientras formaba parte de ese Cuerpo. “Con bomberos nadie se mete”, en ese caso, hacía alusión a que el gobierno local y otros actores de General Sarmiento se mostraron siempre interesados por colaborar con la entidad y nadie intentó socavar, desprestigiar o interferir el desarrollo de la asociación. Pero esa misma frase también podría tener otro sentido vinculado a los muy escasos trabajos académicos que se han interesado por reconstruir la historia de las asociaciones de bomberos en Argentina. La mayoría de las publicaciones que recopilan los datos más relevantes de la historia de los cuerpos de bomberos están realizadas por las propias asociaciones y tienen un carácter celebratorio del largo, y casi siempre dificultoso y sinuoso, camino que han recorrido. Estas publicaciones suelen formar parte de los festejos de los aniversarios. Por ejemplo existen revistas conmemorativas de los 55º, 60º y 65º aniversarios de la fundación de la Sociedad Cuerpo de Bomberos Voluntarios de General Sarmiento (de aquí en más Sociedad B.V.G.S)[1]. Si bien estos trabajos brindan mucha información acerca de los integrantes, creación y crecimiento de este tipo de entidad no problematizan el desarrollo de estas asociaciones desde una perspectiva crítica e historiográfica.

¿Por qué estudiar los cuerpos de bomberos? En primer lugar, las asociaciones de bomberos forman parte de un entramado mayor de asociacionismo que ha tenido un gran impacto en el desarrollo de la historia de nuestro país[2]. Retomando la clasificación que propone Fernando Devoto[3] quien diferencia asociaciones de base étnica, de ayuda social y de base de oficio, las asociaciones de los cuerpos de bomberos nos permitirían desentrañar algunas de las características de ese tercer tipo de entidad. No hay dudas de que las asociaciones de base étnica han interesado a los investigadores, incluso más allá del ámbito historiográfico, desde hace décadas[4]. Otros tantos trabajos se han preocupado por entidades de ayuda social como las investigaciones de Dalla-Corte Caballero[5] y Sosa[6], solo por nombrar algunas de las más recientes abocadas a la beneficencia, caridad y ayuda social. Pero dentro de este mapa, las entidades de base de oficio, diferenciándolas de los sindicatos y gremios, han recibido menor atención. Y particularmente los cuerpos de bomberos no han sido objeto de estudio para la historiografía argentina[7].

En segundo lugar, la importancia social de los cuerpos de bomberos se ha incrementado a partir de la mayor visibilidad y relevancia que estas entidades han adquirido con el paso del tiempo. Sobre esto, Cristóbal Ravest sostiene que “los Cuerpos de Bomberos, en tanto organización social, se han transformado en un actor fundamental del desarrollo local y nacional, ya que su existencia responde a una labor indispensable para el sustento de la vida cotidiana en las distintas ciudades”[8]. Esto se manifiesta en el aumento del apoyo económico por parte del Estado (en todos sus niveles) y la presencia cotidiana de los bomberos en la esfera pública (cuestiones que para el caso de General Sarmiento desarrollaremos en los próximos apartados).

En particular, y como tercer argumento sobre la necesidad de estudiar a los bomberos, tomar el caso de una asociación que se define apartidaría, voluntaria, comunitaria y del prestigio social que tienen los cuerpos de bomberos resulta un punto de partida por demás interesante al problema del análisis de los impactos locales de los procesos nacionales. Nuevamente nos encontramos con un aspecto poco analizado. Atendiendo al complejo entramado del asociacionismo que ya hemos nombrado, el estudio de los cuerpos de bomberos nos permite problematizar nuestra visión sobre la sociabilidad y los lazos entre sociedad civil y Estado.

Entendemos que Bomberos resulta una entidad rica para indagar las complejas interacciones entre sociedad y Estado. No se trata de pensarlas como esferas escindidas entre sí, sino por el contrario problematizar los porosos límites que las conectan. El recorrido por la historia de la Sociedad B.V.G.S, sus relaciones con el municipio y el vínculo con la guarnición militar Campo de Mayo solo puede estudiarse desde la perspectiva de la escala local. No se trata de achicar la mirada sino de utilizar las herramientas teóricas y metodológicas que nos permiten estudiar un problema en un espacio específico. El punto nodal, entonces, no es el espacio sino los problemas y la escala para estudiarlo. Creemos que la propuesta de Terradas sobre una Nueva historia local resulta especialmente motivadora:

 

“La nueva historia local (…) está escrita por estudiosos que tienen muy en cuenta la historia general, que están preocupados por problemas teóricos, que utilizan metodologías interdisciplinarias y que buscan un ámbito concreto o local para comprender y profundizar cuestiones más generales. (…) escoger un objeto concreto y localizado para, con un máximo de profundización, formular preguntas que a niveles más generales obtendrían respuestas forzosamente más vagas” [9].

 

La conformación de la Sociedad B.V.G.S forma parte de un proceso más amplio de surgimiento y desarrollo de Cuerpos de Bomberos en todo el país. A pesar de las posibles características compartidas por la Sociedad B.V.G.S con otras entidades de bomberos la falta de investigaciones imposibilita un estudio comparativo. Consideramos que el contexto local le imprime características propias al caso que lo vuelven relevante de ser analizado y lo diferencian.

En este artículo nos proponemos reconstruir parte de la historia de la Sociedad B.V.G.S y dar cuenta de algunos aspectos claves de su funcionamiento entre 1945 y la última dictadura militar. Nos interesa adentrarnos en el trabajo de la entidad durante las décadas de 1970 y 1980 a fin de indagar algunas cuestiones ¿Cómo era el vínculo entre los bomberos y el municipio? ¿Qué cambios introdujo la instauración de la última dictadura? ¿Cómo se relacionaba la Sociedad B.V.G.S con otros actores de la vida local? ¿Qué lazos se establecieron con la guarnición militar Campo de Mayo?

Basándonos en el estudio de fuentes propias de la asociación[10], del gobierno local, la prensa local, los testimonios relevados y el Archivo Histórico de General Sarmiento es posible argumentar que la Sociedad B.V.G.S mantuvo un vínculo íntimo y nodal con el gobierno municipal, que fue uno de los principales sostenes económicos e institucionales de la entidad con independencia de los recambios de autoridades. Esta relación se vio complementada, especialmente durante los años setenta y ochenta, con lazos establecidos por Bomberos con otras asociaciones del partido y con la guarnición militar Campo de Mayo.

A fin de dar cuenta de esa hipótesis este artículo se organiza en dos apartados principales. En la primera sección se propone un recorrido por el origen y desarrollo de la entidad desde su fundación en 1945 hasta la inauguración de su edificio propio en 1970. En la segunda, nos centraremos en el funcionamiento de la entidad en los años setenta y ochenta haciendo especial hincapié en los vínculos construidos con la Municipalidad, otras asociaciones y la guarnición militar. Finalmente, ofreceremos algunas conclusiones sobre los lazos que se construyeron entre los actores del asociacionismo y el gobierno local en General Sarmiento.

 

La Sociedad Cuerpo de Bomberos Voluntarios de General Sarmiento: surgimiento y desarrollo

 

El cuartel central de la Sociedad B.V.G.S se encuentra actualmente en el centro del partido de San Miguel, en la localidad que fuera la ciudad cabecera del ex partido de General Sarmiento. Ubicado en el noroeste del Gran Buenos Aires, el partido de General Sarmiento formaba parte del antiguo partido de Moreno del cual se independizó en octubre de 1889 bajo la ley 2.198 de la provincia de Buenos Aires. San Miguel se desarrolló rápidamente y también lo hicieron las localidades aledañas como José C. Paz, Grand Bourg, Los Polvorines y Bella Vista[11]. En 1994, por disposición provincial, el territorio de General Sarmiento se dividió en los actuales partidos de José C. Paz, Malvinas Argentinas y San Miguel[12].

La historia del surgimiento de la Sociedad B.V.G.S se vincula estrechamente con el crecimiento y desarrollo del partido a partir de la segunda mitad del siglo XX, particularmente con la evolución urbana y demográfica de San Miguel. El 18 de octubre de 1944, a partir de un decreto provincial, San Miguel fue reconocida como ciudad. Para entonces el municipio contaba con poco más de cuarenta y siete mil habitantes, la mayoría de ellos instalados en la zona céntrica de San Miguel, Muñiz y Bella Vista. Pero el aumento demográfico y la instalación de nuevos comercios e industrias volvían apremiante la conformación de un cuerpo de bomberos propio. Hasta entonces General Sarmiento correspondía a la zona de trabajo del cuartel de bomberos del municipio vecino de San Martín. Según recuerda un veterano de bomberos:

 

“esta zona la cubría San Martin, cuando pasaba algo. Y a ellos les avisaba la policía, había algún problema de incendio y vos ibas y le avisabas a la policía y ellos se encargaban de llamar a bomberos de San Martin.” (Entrevista[13]).

 

En enero de 1945 un importante incendio iniciado en la cocina de la Confitería Belgrano ubicada en el corazón de la flamante ciudad evidenció la necesidad de gestar un cuerpo de bomberos local. Si bien los comerciantes contaron con el auxilio de los bomberos de San Martín los daños fueron cuantiosos y las llamas amenazaron a otros comercios lindantes.

 

“(…) el colmo, lo que rebalsó la gota de que acá no había bomberos fue el incendio que hubo frente a la plaza San Miguel, sobre la calle Belgrano. Ahí dijeron esto no va más, hay que armar bomberos. Y en pocos meses tuvieron que armar todo.” (Entrevista)

 

En los primeros meses de 1945 comenzaron las reuniones y debates sobre la posibilidad de crear un cuerpo de bomberos. En este primer momento sobresalió la tarea de José Sebastián Nini quien además de ser suboficial del Ejército y empleado de la Municipalidad fue nombrado Jefe de Bomberos por la Junta de Defensa Antiaérea Pasiva de la base El Palomar[14]. A partir de este nombramiento y del reclutamiento de los primeros bomberos y auspiciantes el 15 de mayo de 1945 se creó la Comisión Directiva Provisoria de la Sociedad B.V.G.S. La conformación de esta comisión evidencia el rol destacado que jugaron los comerciantes e industriales de la zona en su creación ya que en las propias actas de la entidad se señala el nombre y apellido de cada integrante y el cargo que ocupó, pero también el comercio o industria al que pertenecía y que apoyaba la creación del cuerpo de bomberos:

 

“Presidente: José Bernardino Quesada (por Pfeiffer y Cía.); Vicepresidente: Ponciano País (por el Hispano – Argentino); Secretario: Luis Auzmendi (por Michelín S.A.); Prosecretario: Antonio Trillini (por Julio Trillini); Tesorero: Salvador Tavella (por Casa Tavella); Vocales: Fernando Zugasti (por Cerámica Alberdi); Emilio Revecchi (por Estudios San Miguel) ; José María Recabeytía (por Álvarez Vázquez); José María Bengochea por Tarsia y Cía.); Luis Gardi (por Pirovano, Speranza y Cía.) y Antonio Crimella (por Crimella y Cía.)”[15]

 

Este recuento evidencia que en un principio participaron comerciantes e industriales de todo el partido incluyendo, por ejemplo, la localidad de José C. Paz. Sin embargo, en la posterior conformación de la Primera Comisión Directiva Titular hubo una preeminencia de comerciantes de San Miguel frente a industriales y comerciantes de otras localidades del partido “que en general parecían más alejados de las cuestiones locales”[16]. El surgimiento de la entidad estuvo fuertemente marcado por la gestión de vecinos entre los que sobresalen sobre todo los comerciantes de San Miguel, e incluso más puntualmente los dueños de los locales más importantes de la zona céntrica (actualmente Avenida Presidente Perón). En palabras de Segura, “las primeras autoridades de Bomberos podemos decir que tenían una auténtica filiación localista”[17]. En sintonía con esta idea, en la misma acta se propone “(…) enviar nota por secretaria, comunicando la formación de la Sociedad e invitando a constituir la Comisión a las firmas Hiram Walter y Sous S.A, Bols Erven Sociedad de responsabilidad Limitada y Fibrotex[18].”[19]

Los nombres de esta primera Comisión Directiva evidencian el interés que tenían los industriales de la zona por la creación del cuerpo de bomberos. A partir de los años cuarenta surgen variadas pequeñas y medianas empresas vinculadas a la industria alimenticia, de plástico, química, etc. Al cruzar esta información con los miembros de la primera Comisión todo parece indicar que el primordial interés era el resguardo de las propiedades y de la producción de estas empresas. Es posible arriesgar que la necesidad de proteger y salvaguardar las sedes de industrias y comercios de la zona fue el impulso más importante para la creación de esta entidad. De allí que el incendio de la Confitería Belgrano fuera el hecho desencadenante que congregó a empresarios de tan variadas ramas de la producción local.

En la primera acta se deja constancia que se decidió nombrar a José Nini como Jefe del Cuerpo Activo por ser un “colaborador que hasta el presente lleva algunos trabajos de organización realizados en beneficio del Cuerpo, a instancias de la Comuna”[20]. De esta forma, Nini en 1946 ya tenía a su cargo casi treinta hombres incluyendo a bomberos y enfermeros.

Resulta importante destacar aquí que el radio de acción de bomberos incluía todo el partido de General Sarmiento (de casi 200 km2), la guarnición militar Campo de Mayo (80 km2) y prestaban ayuda al destacamento de bomberos del partido vecino de Moreno. Buena parte de este territorio, particularmente Campo de Mayo, era zona de pastos y terrenos baldíos por lo que el accionar de bomberos era casi constante además de su participación en salvamentos y rescate en accidentes viales. Sólo a modo de ejemplo es importante resaltar que en su radio de acción funcionaban cinco líneas de ferrocarriles interurbanos.

Desde el comienzo la Sociedad se organizó en dos grupos: por un lado, el Cuerpo Activo eran los bomberos que prestaban servicio y atendían los llamados de emergencias. Todos ellos eran -y siguen siendo- voluntarios a excepción de los dos cuarteleros –uno por turno día y otro por turno noche- que recibían un salario básico que solventaba la Municipalidad. Más adelante veremos que este grupo llegó a contar con setenta hombres. Por otro lado, la Comisión Directiva eran “civiles”, es decir que no prestaban servicio como bomberos y tampoco recibían ninguna retribución por su trabajo. Todos los cargos eran ad honorem y se elegían en las Asambleas ordinarias de los miembros socios convocadas para tal fin. La principal tarea de la Comisión Directiva era administrar la Sociedad y recaudar bienes, es decir, se encargaban principalmente de administrar los fondos y habilitar los medios para sostener el trabajo del Cuerpo Activo. Muy rara vez los miembros del Cuerpo Activo luego de retirarse o renunciar a su puesto pasaban a la Comisión Directiva “es muy bajo el número que sube a la Comisión. Estuvo Donato, Ovidio pero él ya no era bombero, Tavella y…poquitos” (entrevista). En palabras de los propios miembros del Cuerpo Activo “en la relación con la Directiva cada uno tenía su lugar, haciendo el trabajo que correspondía. Había buena relación, y más atrás en la primera época más todavía. (…) Era muy vertical, había verticalidad. Había confianza pero una limitada” (entrevista).

Este rasgo voluntario es uno de los aspectos más fuertes de la identidad de bomberos. Tanto en la entrevista como en las publicaciones propias de la entidad constantemente se hace mención a lo dificultoso que resulta combinar los empleos, responsabilidades familiares y tareas dentro del cuartel. Creemos que además el servicio desprendido y sacrificado (adjetivos que surgen en la prensa, las publicaciones y los testimonios) es uno de los aspectos más reconocidos a nivel social y que impacta directamente en el respeto y apoyo que se suele demostrar ante los cuerpos de bomberos. Esta imagen sobre la entidad incluso es resaltada por la DIPBA. En un informe realizado en 1970 se sostiene que “se ha logrado concretar un muy buen concepto de la entidad y de las autoridades que la dirigen. El alto sentido social de sus objetivos hace que la comunidad tenga de la Sociedad Cuerpo de Bomberos Voluntarios una alta estima”[21].

Un segundo aspecto clave de la identidad de bombero es que hasta finales de los años ochenta formaban parte de la entidad solo hombres. La incorporación de las bomberos mujeres es un proceso más reciente y sin dudas ha transformado la cotidianeidad dentro del cuartel y el accionar de los bomberos en general. Si bien el estudio de este aspecto excede el marco de este artículo, es indudable que se abren muchas preguntas que deberán ser respondidas en trabajos futuros[22].

Los inicios de las entidades suelen estar dominados por dar solución a los problemas urgentes que surgen en las actividades del día a día. Esta necesidad, por demás entendible, de atender a los problemas, principalmente, materiales, relega el cumplimiento del ordenamiento burocrático o administrativo. Esto se evidencia especialmente en este tipo de instituciones ya que en sus inicios no tenían gran cantidad de cargos rentados. Por ejemplo, en el caso de la Sociedad B.V.G.S el secretario era un cargo rentado por la Municipalidad pero cubría solo dos horas semanales de trabajo.

En 1947 los integrantes de la asociación sufrieron uno de los golpes más fuertes con la muerte de José Nini, Jefe del Cuerpo Activo y sobre todo al impulsor y referente del grupo. Este hecho marcó el inicio de una nueva etapa que estuvo, otra vez, muy marcada por el vínculo con la Municipalidad. A diferencia del periodo anterior, resultó clave la figura de Fernando Arricau[23] quien asumió la intendencia de General Sarmiento en mayo de 1948.

En 1951 el intendente, y fundador del Partido Peronista en General Sarmiento, Fernando Arricau se convirtió en el presidente de la Sociedad B.V.G.S. Esta designación causó cierto revuelo en la Sociedad ya que Arricau no era formalmente socio de la entidad, por lo que no podía ser electo para ocupar el cargo. Sin embargo, su papel como intendente y los lazos que lo unían con buena parte de los miembros directivos de la Sociedad permitió que se realizara un procedimiento similar a una elección extraordinaria. De todas formas, y debido justamente a su cargo de intendente, buena parte de la presidencia de Arricau fue honoraria y quien ocupó efectivamente el cargo fue el vicepresidente Edison Fratto. Aun atendiendo a esta complejidad de la participación de Arricau en Bomberos, lo resaltamos aquí ya que debido a su doble papel como intendente y como presidente de la entidad consiguió importantes donaciones de privados pero sobre todo del gobierno provincial. En su primer día de gestión anunció la donación de ochenta mil pesos por parte de la provincia (entrevista). Además de esto, la figura de Arricau consolidó aún más el vínculo entre la Sociedad B.V.G.S y el municipio. A fines de 1951 el intendente les cedió a los miembros de la Comisión Directiva, quienes aun no tenían sede propia, las instalaciones del Salón Municipal y se anunció la ampliación del cuartel del Cuerpo Activo para instalar definitivamente allí las secretarías. La combinación de Arricau como presidente y Fratto como vicepresidente fue la clave del éxito de la entidad durante la década de 1950 y los inicios de la siguiente. A mediados de la década del cincuenta el crecimiento de bomberos se volvió palpable con la creación de un nuevo destacamento en la localidad de Los Polvorines (actualmente perteneciente al partido de Malvinas Argentinas). A ese primer destacamento se le sumó en 1967 el destacamento Federico Martínez[24] en la zona conocida como “El cruce” en la localidad de José C. Paz (actualmente partido de José C. Paz). Hoy en día ambos destacamentos continúan funcionando como cuarteles independientes.

Este recorrido por los inicios de Sociedad B.V.G.S evidencia la importancia del vínculo establecido entre los bomberos y la Municipalidad desde los inicios mismos de la entidad. Más allá de los lazos institucionales existieron múltiples relaciones personales que permitieron el surgimiento y el desarrollo de la asociación. El vínculo con la Municipalidad, tanto en lo institucional como a través de lazos personales se mantuvo en las décadas siguientes. Sin embargo, en el contexto especifico de los años setenta y ochenta se dieron algunas modificaciones en el funcionamiento de la entidad y nuevos actores cobraron relevancia. En el próximo apartado nos concentraremos en el funcionamiento de la entidad durante el periodo que comprende el tercer gobierno peronista y la última dictadura militar.

 

El cuerpo de bomberos de General Sarmiento, entre la democracia y la dictadura

 

En 1970 la Sociedad B.V.G.S cumplió su 25º aniversario y ese gran festejo coincidió con la inauguración del nuevo edificio propio. Sobre la avenida principal, a metros de la Municipalidad, finalmente la sede de bomberos pudo nuclear el cuartel del Cuerpo Activo, las secretarias, las dependencias de la Comisión Directiva y el espacio de recreación y dormitorios para los cuarteleros. En ese mismo edificio continúa funcionando la Sociedad hoy en día. El terreno en el cual se construyó la nueva sede era un terreno fiscal que en primer lugar había sido cedido para abrir una sucursal del Correo Argentino. Finalmente ese proyecto no prosperó y se decidió entregar el terreno a Bomberos (entrevista). Recordemos los fuertes lazos personales que unían a bomberos con la Municipalidad de General Sarmiento que facilitaron estas tratativas y ayudas.

Durante la primera mitad de la década del setenta la convulsión política, económica y social que vivió nuestro país afectó de manera directa el trabajo cotidiano del Cuerpo Activo de bomberos. Como ya comentamos, Bomberos tenía a su cargo dos tareas principales. Por un lado, responder ante situaciones de incendio en casas, comercios, terrenos y campos. Por otro, brindar primeros auxilios y traslados a los accidentados en la vía pública (fuera por choques de autos particulares, transporte público o accidentes ferroviarios)[25]. Sin descuidar estas acciones, durante el tercer gobierno peronista y el inicio de la dictadura militar los bomberos se encontraron ante un nuevo desafío: la actuación ante las amenazas de bombas. Específicamente, Bomberos se encargaba del acordonamiento y evacuación del lugar y del resguardo de los explosivos hasta que llegara el cuerpo de policía encargado de desactivarlos.

En este punto podemos retomar la cita con la que iniciamos el capítulo ya que si bien Bomberos actuó en amenazas y explosiones en la vía pública, ellos mismos nunca fueron amenazados ni sufrieron agresiones en el cuartel. De allí que “con bomberos no se mete nadie”. No se trata de una frase que pretende denotar impunidad o amenaza, por el contrario creemos que habla del apoyo, protección y reconocimiento que ellos sentían y sienten por parte de otros actores de la vida loca. Este resguardo que ellos creían tener se debía a que nadie ponía en duda la relevancia del trabajo que realizaban, el carácter apolítico de la entidad y la ayuda a la comunidad que prestaban (entrevista). En este punto es posible marcar algunos de los aspectos claves que los bomberos resaltan sobre su propia identidad y del imaginario que han construido en torno a ella.

La caracterización de Bomberos como una entidad apolítica surge repetidamente durante la entrevista ante cada pregunta sobre el vínculo entre la Sociedad de B.V.G.S y el gobierno local. En su narración se presentan como apolíticos, aunque esto debe ser problematizado. En principio podemos pensar que en realidad se trata de una alusión a que la entidad era apartidaría. De manera general, los entrevistados definen que la relación con el municipio siempre fue constante y armoniosa. Recordemos que una de las principales fuentes de ingreso de la Sociedad durante los setenta era el dinero que la Municipalidad descontaba del impuesto de Alumbrado, Barrido y Limpieza. Del pago de cada factura se destinaba un peso para la Sociedad B.V.G.S que junto a los fondos recaudados por rifas y eventos que realizaban y el sueldo de los cuarteleros que aportaba también la Municipalidad eran las principales, y casi únicas, fuentes de ingreso que tenía la entidad. Además, Bomberos era uno de los agentes claves de la protección civil local. Es decir, que este recuerdo de una relación armoniosa entre Bomberos y municipio puede vincularse con que ambos necesitaban constantemente uno del otro. Por un lado, los bomberos son muy claros y resaltan que la Municipalidad necesitaba de ellos en tanto prestaban un servicio de resguardo: “(…) todos los colores políticos y todos fueran democráticos o de facto ayudaron porque sabían que nos necesitaban, porque bomberos, nuestro trabajo entra en lo que es seguridad para la población” (entrevista)[26]. Por otro, como ya hemos planteado en los otros dos capítulos, los lazos vecinales que se establecieron en General Sarmiento inciden directamente en los espacios de sociabilidad. Recordemos que si bien el partido de General Sarmiento era muy extenso (el segundo más grande del Conurbano luego de La Matanza) la dirigencia local se concentraba en San Miguel.

Más allá de los vínculos institucionales, durante los años setenta había bomberos que trabajaban en la Municipalidad. Uno de ellos[27] era Antonio Núñez quien fue jefe del Cuerpo Activo del cuartel desde 1963 hasta 1988[28] y simultáneamente empleado municipal. Sus compañeros recuerdan que había ingresado durante la intendencia de Ángel Tessi, intendente de General Sarmiento desde octubre de 1963 hasta junio de 1966. El “negro” Núñez era capataz del corralón municipal ubicado en el actual partido de Malvinas Argentinas y llegó a ser el Director de obras públicas del municipio[29]. La trayectoria de Núñez evidencia otro de los vínculos personales que unía a los bomberos con el gobierno local. En esta línea, la permanencia en los cargos de gobierno se explica por la dinámica propia de los municipios,

 

“Acá no se sentían mucho los cambios de gobierno por esa relación que había entre el que estaba en la Municipalidad y los demás, era gente del barrio, de acá del pueblo. A la Municipalidad llegaba gente que tenía cierto renombre. Pensemos en Arricau, Tessi, Lombardo, Mussano. Aunque viniera por partido político o a dedo, siempre era gente de acá, eran todos siempre conocidos de uno de acá.” (Entrevista)

 

Nuevamente resalta la importancia del vínculo cotidiano y vecinal que existía entre gobernados y gobernantes. La idea de “gente de cierto renombre” dialoga con la constante alusión que realizan los bomberos a la importancia de la trayectoria, los contactos y el buen nombre que era necesario para alcanzar lugares de relevancia en la vida local. Resulta interesante que los nombres que ellos recuperan no distinguen entre intendentes de factos o electos. El caso particular de José Lombardo sobresale por haber ocupado el cargo en dos ocasiones desde 1973 hasta 1976 (electo democráticamente) y desde 1981 hasta 1983 (de facto). Fue depuesto por la dictadura en marzo de 1976 y luego convocado por los militares en 1981 para ser el intendente que dirigiera el gobierno de transición. En la entrevista los bomberos hacen mención a los intendentes sobre los que habían dialogado a lo largo de la entrevista pero no diferencian las circunstancias por las cuales esos hombres llegaron al poder. El corte es otro, los límites entre dictadura y democracia se desdibujan y surgen como momentos de cambio por un lado, los años 1974 y 1975 (en los que recuerdan la mayor escalada de violencia) y por otro, los aprontes bélicos sobre los que nos referiremos más adelante.

En paralelo, reconocen en todos ellos una serie de características que destacan la importancia de la pertenencia a la ciudad, “al barrio, al pueblo”. La importancia del conocimiento cotidiano de la vida en el partido no solo es un aspecto destacado por los bomberos entrevistados sino también por otros actores de la vida social como dirigentes sindicales y partidarios, empresarios y la prensa local[30] .

Más allá de las relaciones personales que se establecían, es innegable que la cercanía con las autoridades del gobierno local redundaba en acciones o beneficios concretos para la Sociedad B.V.G.S. Al consultarles por las implicancias de estos lazos, los bomberos entrevistados sostienen que: “(…) eso nos allanaba el camino siempre. Aparte el nuevo intendente que venía, ya había gente adentro que conocía. Aparte nosotros siempre apolíticos, nunca partidarios de nadie.” (Entrevista). El “allanar el camino” podemos pensarlo ya desde la intercesión de Arricau ante el gobierno provincial para pedir fondos y otras tantas situaciones que continuaron desarrollándose a lo largo del tiempo. El “tener gente adentro” permitió a la Sociedad B.V.G.S mantener esa estabilidad que ellos identifican en el vínculo con el gobierno local.

Sin desconocer la importancia del trabajo en conjunto con la Municipalidad de General Sarmiento, durante los setenta y ochenta -y especialmente durante el septenio militar- debemos considerar otro actor de gran relevancia en la vida local: la guarnición militar Campo de Mayo[31]. Como ya hemos señalado en el apartado anterior, el control de los incendios y el salvataje en los accidentes de tránsito dentro del territorio de Campo de Mayo también estaba a cargo de la Sociedad B.V.G.S. A estas actividades más rutinarias se sumaban algunos accidentes menos asiduos como la caída de helicópteros o de pequeños aviones (entrevista).

Esta situación obligaba a los bomberos de General Sarmiento a tener una relación cotidiana y estable con los jefes y soldados de Campo de Mayo más allá de los cambios de gobiernos nacionales y locales. El apoyo brindado a la guarnición militar durante toda la historia de Bomberos le permitía a la Sociedad acceder a “favores” y apoyo por parte del Ejército. Estos pedidos se vinculaban sobre todo a protección en las salidas a barrios alejados y muy humildes, especialmente en la zona de la localidad de Bella Vista cercana al Río Reconquista. “Salíamos nosotros con los botes nuestros y ellos con los botes de ellos y ahí salíamos a ver la gente para evacuar” (entrevista). Los altercados con los vecinos particularmente en momentos de evacuación por las fuertes crecidas del río se volvieron en reiteradas ocasiones situaciones muy conflictivas. Ante esto, los bomberos entrevistados recuerdan que “(…) en la época de los militares nosotros levantábamos el tubo y venían soldados, y nos acompañaban y protegían en las salidas complicadas” (entrevista).

Si bien las inundaciones del Río Reconquista eran, y siguen siendo hoy en día, muy frecuentes el peor episodio se dio durante la primavera de 1967[32]. Las inundaciones de septiembre y octubre de 1967 además de las importantes pérdidas materiales dejaron también decenas de muertos. El periódico local Síntesis en su edición del 18 de octubre de 1967 resaltaba

 

“Debemos destacar de modo especial la plausible actividad de la Municipalidad (…); del Cuerpo de Bomberos Voluntarios que como siempre demostraron su heroísmo; los jefes, oficiales; suboficiales y tropa de Campo de Mayo; comerciantes y vecinos que no escatimaron esfuerzos y sacrificios para llevar la oportuna ayuda a esos vecinos inundados”[33].

 

El trabajo de los bomberos durante la inundación ocupó toda una página de otro número. Bajo el titular “Destacada actuación de los Bomberos” el periódico agradece en nombre de la comunidad al Cuerpo de bomberos y desarrolla noticias sobre las tareas de salvamiento, evacuación y resguardo de los inundados. Esta colaboración entre bomberos y militares podría ser interpretada como parte de lo que en la jerga militar se conoce como “acción cívica”[34] del Ejército. Esta es una de las funciones que cumple y que responde a cuestiones ajenas a la política o a la instauración de gobiernos de factos. Por “acción cívica” se entiende “el empleo del personal y medios militares en proyectos que resulten de utilidad para la población civil (…) además de contribuir al desarrollo social y económico, realizan o consolidan el prestigio de las fuerzas armadas ante la población”.[35] En esta línea, Divinzenso desarrolla que:

 

“Dentro de los “Asuntos civiles” se tipificaban las actividades comprendidas en los conceptos de la “Acción Cívica”, la “Defensa Civil” y “Emergencia grave” (…) La “Emergencia Grave” era entendida como “la situación de crisis interna provocada por causas de diversas naturalezas, cuyos efectos no pueden ser controlados, limitados ni anulados por entes privados u oficiales locales y requiere el concurso de las autoridades nacionales con sus medios”[36]

 

El accionar militar durante las inundaciones del Río Reconquista es un ejemplo de esta acción cívica desarrollada por el Ejército en vínculo con los Bomberos. Este caso es un ejemplo de cómo “la mayoría de las actividades que mencionamos eran de carácter local/regional e incluían relaciones directas entre una determinada institución y la unidad militar”[37]. Si bien estas actividades forman parte de las actividades de ambos actores resulta interesante compararlas con otras relaciones que establecieron, particularmente durante el septenio militar que no se basaban en una total confianza y apoyo mutuo. Ante el sistema represivo instaurado los entrevistados recuerdan que el ser bomberos también les facilitó la resolución de algunas situaciones potencialmente conflictivas:

 

 “(…) yo en la luneta lo que hacía era poner el casco de oficial de bombero, y con eso no me paraba nadie.”

“(…) una vez lo pararon a Antoniazzi[38], cuando volvía de la carnicería del padre que habían llevado unos pedazos de carne. Entonces tenía el baúl del auto con sangre y él les dijo que era bomberos y que bla bla con eso, que estaba viniendo al cuartel y todo eso. Y ahí al toque llamaron al cuartel y le preguntaron al cuartelero de guardia todos los datos de Antoniazzi y todo lo que él les había dicho. Les dijeron que sí, que era todo verdad y bueno, después de eso lo dejaron irse y no pasó nada”.

“una vez a mí me pidieron entrar en mi casa, me pidieron mis documentos, de mi esposa, de los chicos y uno me dijo ¿y eso qué es? Y me señalo la radio, ¿qué tiene ahí? Le explique que era la radio de bomberos, que yo era bombero. Y llamé al cuartel y me atendió el cuartelero, le pedí que busqué al jefe así le explicaba. Y después me preguntó por la antena que tenía yo afuera. Eso vio desde la calle y por eso me pidió entrar porque de la calle se veía la antena de la radio (…) casi dos horas estuvo el tipo acá viendo la radio” (Entrevista)

 

Estos breves fragmentos evidencian que el pertenecer a la Sociedad B.V.G.S y el identificarse como bomberos ayudaba a resolver situaciones con agentes locales de las Fuerzas Armadas. Probablemente esto se vincule con un reconocimiento de los bomberos como “uniformados” e integrantes de la protección civil local.

El vínculo con la guarnición militar se intensificó especialmente en dos momentos claves: durante el periodo de aprontes bélicos con Chile y durante la Guerra de Malvinas[39]. Esto se debió por un lado, a que el cuartel de la Sociedad de B.V.G.S y Campo de Mayo se encontraban en la zona del corredor aéreo demarcado por la guarnición El Palomar (incluso la Ruta Nacional, actualmente Provincial, 197 se marcó como pista auxiliar de emergencia). Por otro, como el Cuerpo Activo formaba parte de las instituciones vinculadas a la seguridad de la comuna, el acompañamiento del Ejército se consideraba necesario (entrevista). La cotidianeidad de la vida en el cuartel se vio drásticamente modificada durante estos periodos ya que los bomberos convivieron con soldados acuartelados en el sótano de la sede de la Sociedad B.V.G.S. En la cocina que se encontraba en el subsuelo del cuartel se asentó un pelotón de soldados del Ejército durante sesenta días en 1978 y durante toda la Guerra de Malvinas. Ante esto, se suscitaron algunos cambios:

 

“(…) esta era una zona conflictiva, por el corredor aéreo por todo eso (…)”

“(…) teníamos que salir sin sirena porque eso solo lo podíamos usar en caso de ataque aéreo. Como se hace en las películas. Por eso lo dejamos de usar cuando salíamos, si era salida de vehículos solo se usaba la luz. Todas las salidas teníamos que ir acompañados por los soldados, salíamos con dos o tres camionetas del Ejército.”

“(…) la relación con los militares cambió nuestra vida en el cuartel porque tuvimos que poner imaginarias, eso es un guardia o una persona que controla. Porque cuando éramos nosotros solos éramos nosotros solos, pero otra cosa era tener gente de afuera, de otra institución, acá. ” (Entrevista)

 

La Sociedad B.V.G.S durante los años setenta y ochenta contaba con aproximadamente setenta bomberos en el Cuerpo Activo solo en el cuartel del San Miguel (el total con los destacamentos de Los Polvorines y José C. Paz casi triplicaba ese número). Ante esto, resulta evidente que la llegada de casi dos docenas de soldados claramente alteraba las dinámicas diarias dentro del cuartel. La atención constante ante amenazas bélicas se evidencia en la prohibición del uso de sirenas, que se vio matizada por las prácticas cotidianas de compartir comidas y momentos de ocio. “(…) a la noche nos traían comida y las cocinas de campaña. (…) si queríamos asado, salían con dos o tres soldados y al rato volvían con carne y todo y cocinábamos.” (Entrevista)

De este modo, durante el periodo estudiado sobresalen los vínculos establecidos con el gobierno local pero también las nuevas relaciones que se formaron con la guarnición militar Campo de Mayo. Si bien el trabajo en conjunto entre la Sociedad B.V.G.S y los militares comienza desde el inicio de la entidad, a partir de la dictadura y de los conflictos bélicos en particular la relación entre bomberos y militares se vio alterada. Más allá de que en parte las tareas mancomunadas se vinculen con la “acción cívica” llevada adelante por Ejército, resulta interesante indagar en las transformaciones que se dan en el contexto de los conflictos bélicos. Claramente la relación se transforma según se trata de “acción civica” o “acción de guerra”. El contexto nacional, regional y local incide directamente y atraviesa las paredes del cuartel. Sin dudas, los testimonios están atravesados por el imaginario de los bomberos con respecto a las Fuerzas Armadas y sobre todo por la construcción de su propia identidad de bombero. Sin embargo, el estudio de la Sociedad en el contexto de la dictadura evidencia que existieron rupturas, pero también continuidades.

 

Conclusiones

 

La Sociedad B.V.G.S forma parte del entramado asociativo de General Sarmiento que nuclea entidades de muy variada índole y trayectoria. El caso del cuerpo de bomberos da cuenta de las múltiples relaciones que se tejen entre el ámbito de la sociedad civil y el Estado. Ejemplo de esto es el doble rol que ocupó Arricau durante los años cincuenta. La participación en Comisiones directivas de entidades del asociacionismo local y en altos cargos del gobierno municipal parece ser un rasgo compartido por otros actores de la vida local. Esa doble pertenencia al mundo estatal y al asociacionismo de algunos integrantes relevantes y reconocidos de Bomberos se mantuvo a lo largo del desarrollo de la entidad. Si bien en los años sesenta y setenta los casos muestran empleados y funcionarios de menor nivel, de todas formas los vínculos entre la asociación y el municipio fueron tanto institucionales como personales. El estudio de las trayectorias de algunos de los bomberos que formaron parte de la Comisión Directiva y del Cuerpo Activo de la Sociedad y ocuparon a la vez puestos en el gobierno local evidencia la importancia de las relaciones personales.

La hipótesis que guió este trabajo articulaba dos cuestiones: por un lado, que la Municipalidad de General Sarmiento fue uno de los sostenes principales tanto a nivel económico como institucional de la Sociedad B.V.G.S más allá de los cambios de gobierno. El análisis del surgimiento, desarrollo y consolidación de la Sociedad B.V.G.S solo puede entenderse a partir de las relaciones personales e institucionales que construyeron con el municipio, con otras entidades e incluso con otro tipo de institución como la guarnición militar Campo de Mayo. Por otro, que especialmente durante los años setenta y ochenta, Bomberos estableció lazos con la guarnición militar Campo de Mayo que repercutieron en su accionar y funcionamiento.

En el caso de la Sociedad B.V.G.S ya señalamos que el golpe de Estado no transformó el funcionamiento de la entidad, pero los aprontes bélicos con Chile y la Guerra de Malvinas fueron críticos para la Sociedad. La memoria de quienes formaban parte del Cuerpo activo marca dos momentos claves: por un lado, la desestabilización política, económica y social del final del tercer gobierno peronista y por otro, las tensiones con Chile en 1978 y la guerra de Malvinas en 1982. Nuevamente el 24 de marzo no resulta un parteaguas. Ni siquiera es resaltado en las entrevistas ni en las publicaciones de la entidad.

Específicamente en el contexto de los aprontes bélicos con Chile y la Guerra de Malvinas, la relación entre Bomberos y Campo de Mayo transforma el funcionamiento interno de la Sociedad. Ante el contexto especifico de amenaza de guerra, la cercanía con la guarnición militar y el trabajo en conjunto que existía desde los inicios de la entidad repercutieron en su accionar y funcionamiento. Los conflictos bélicos responden a dinámicas de escala nacional que tuvieron consecuencias particulares en General Sarmiento. A la vez, estos procesos nacionales se combinaron con cuestiones estrictamente locales como el trabajo conjunto con los militares ante situaciones de emergencia que es una práctica anterior a la instauración del tercer gobierno peronista y se mantuvo durante todo el periodo. Es por ello que creemos que el surgimiento y desarrollo de la Sociedad B.V.G.S fue íntimamente afectado tanto por los procesos nacionales como por las dinámicas locales.

Este acercamiento a la sociabilidad local a partir de bomberos evidencia la relevancia de los lazos personales y la multiplicidad de escenarios simultáneos en los cuales participaban los sujetos. El estudio del asociacionismo, a partir del caso de Bomberos, resalta el íntimo vínculo entre Estado y sociedad. La Sociedad B.V.G.S no pervive y crece sin el sostén económico y simbólico del Estado local. A su vez, el Estado local obtiene de funcionarios, insumos para políticas públicas y aliados en el ámbito civil. El análisis del funcionamiento de la Sociedad B.V.G.S, en tanto una asociación de base de oficio, durante los años setenta y ochenta permite atender a los vínculos que se establecieron entre el ámbito estatal y una institución que si bien está íntimamente vinculada con el gobierno local se considera independiente a los cambios de elencos gubernamentales.

Al estudiar la compleja relación entre Estado y sociedad desde la perspectiva de la escala local, el Estado adquiere nombre y apellido. Utilizando la metáfora de Bohoslavsky y Soprano[40], en la escala local el Estado se vuelve más humano que nunca y las trayectorias y vínculos personales son aspectos claves de estudiar. El análisis de estos lazos entre asociaciones y gobierno local evidencia entonces algunos de los rasgos del intrincado vínculo entre Estado y sociedad pero nos también permiten debatir los alcances de la instauración de la dictadura y del binomio dictadura-democracia.

El estudio aquí presentado pone en relevancia que no puede estudiarse a las asociaciones aisladas de su contexto. Solo puede entenderse el surgimiento y desarrollo de la Sociedad B.V.G.S en dialogo con las vicisitudes y vínculos con el gobierno local y con otras instituciones. A pesar de que los bomberos no identifican cambios en la relación con la Municipalidad, no puede negarse el impacto que los grandes procesos nacionales y locales tuvieron en el funcionamiento de la entidad.

 

 

Bibliografía

 

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Sandra Fernández y Gabriela Dalla Corte (compiladoras), Lugares para la Historia. Espacio, Historia Regional e Historia Local en los Estudios Contemporáneos. Rosario, UNR Editora, 2001, P. 179.

 

Recibido: 01/06/2016

Evaluado: 07/07/2016

Versión Final: 28/08/2016



*Una primera versión de este artículo fue presentada en las VIII Jornadas de Trabajo sobre Historia Reciente organizadas por la UNR en agosto de 2016. Agradezco los comentarios de los coordinadores y asistentes de la mesa que colaboraron en indagar nuevas cuestiones, sumar bibliografía y desarrollar en profundidad algunos planteos.

[1]Algo similar ocurre también en otros países, por ejemplo en Chile: Carlos Aliaga. 150 años de honor y gloria. Notas para una Historia de los Cuerpos de Bomberos de Chile. Santiago, Junta Nacional de Cuerpos de Bomberos, 2004. Sobre la historia de los Cuerpos de Bomberos Voluntarios en nuestro país ver http://www.bomberosra.org.ar/snbv-historia (ultima vez visitado el 22 de agosto de 2016).

[2]Elba Luna y Elida Ceccone. De las cofradías a las organizaciones de la sociedad civil. Historia de la iniciativa asociativa en Argentina (1776-1990). Buenos Aires, GEDIS,2002.

[3]Fernando Devoto. Participación y conflictos en las sociedades italianas de socorros mutuos, en Fernando Devoto y Gianfausto Rosoli, La inmigración italiana en la Argentina. Buenos Aires, Editorial Biblos, 1985.

[4]Solo por señalar algunos ejemplos: Fernando Devoto. Participación y conflictos en las sociedades italianas de socorros mutuos, en Fernando Devoto y Gianfausto Rosoli, La inmigración italiana en la Argentina. Buenos Aires, Editorial Biblos, 1985. Fernando Devoto. Historia de la inmigración en la Argentina. Buenos Aires, Sudamericana, 2003.

Fernando Devoto y Alejandro Fernández. Mutualismo étnico, liderazgo y participación política. Algunas hipótesis de trabajo, en Diego Armus (Compilador), Mundo urbano y cultura popular. Estudios de historia social argentina. Buenos Aires, Sudamericana, 1990. Alejandro Fernández. La inmigración española a la Argentina. Buenos Aires, Biblos, 1999. José Moya. Primos y Extranjeros. La inmigración española en Buenos Aires, 1850 -1930. Buenos Aires, Emecé, 2004.

[5]Gabriela Dalla-Corte Caballero. La mano que da. 160 años de la Sociedad de Beneficiencia de Rosario. Rosario, Prohistoria, 2014.

[6]Antonela Sosa. Mujeres, asociacionismo y beneficiencia: el caso de Villa Constitucion 1895 – 1940. Historia Regional, Sección Historia, ISP Nº3. Año XXVIII, Nº 33. 2015. Pp. 185 – 204.

[7]Por el momento contamos con el trabajo de Ana María Ragno y María Mercedes Sturla. Historia y acción social de los Bomberos de Avellaneda. Ponencia presentada en IX congreso de historia de Avellaneda, de la provincia y Ciudad de Buenos Aires. Avellaneda, 2016. Para el caso chileno Cristóbal Ravest ha realizado en 2012 la tesis Identidad femenina en mundos masculinos: el caso de los bomberos y bomberas de Chile. Esta investigación se articuló en torno a la pregunta ¿Cómo se construye la identidad femenina en la organización Bomberos de Chile, en contexto de modernización y cambios socioculturales de una sociedad patriarcal? Cristóbal Ravest. Identidad femenina en mundos masculinos: el caso de los bomberos y bomberas de Chile. Tesis de licenciatura. Santiago de Chile, Universidad de Chile, Facultad de Ciencias Sociales, inédita, 2012. Es importante señalar que se trata de un trabajo de sociología y no de historiografía.

[8]Ibidem. P. 9

 

[9]Ignaci Terradas i Saborit. La historia de las estructuras y la historia de la vida. Reflexiones sobre la forma de relacionar la historia local y la historia regional, en Sandra Fernández y Gabriela Dalla Corte (compiladoras), Lugares para la Historia. Espacio, Historia Regional e Historia Local en los Estudios Contemporáneos. Rosario, UNR Editora, 2001, P. 179.

[10]Resulta necesario aclarar que lamentablemente no se han podido consultar los libros de socios y de actas de la Comisión Directiva de la entidad.

[11]Mario Segura. En el año del Bicentenario: San Miguel y sus Bomberos Voluntarios. Buenos Aires, Asociación Bomberos Voluntarios de General Sarmiento, 2010.

[12]Eduardo Ismael Munzón. Historia de los pueblos del partido de General Sarmiento. Buenos Aires, Municipalidad de San Miguel, 2007. Sobre el proceso de escisión del partido recomendamos ver el trabajo de Soria María. Área metropolitana de Buenos Aires: fragmentación y consolidación territorial del municipio durante la década del noventa. Tesis de Maestría. Buenos Aires, Universidad Nacional de Buenos Aires, 2005. (Disponible en: http://repositorio.filo.uba.ar/xmlui/bitstream/handle/filodigital/1819/uba_ffyl_t_2005_823351.pdf?sequence=1&isAllowed=y  

[13]De aquí en más siempre que se haga mención en el artículo a “entrevista” nos referiremos a la entrevista grupal realizada en San Miguel el día 7 de mayo de 2014 a miembros del Centro de Veteranos de Bomberos Voluntarios de General Sarmiento quienes para el periodo tratado en esta tesis formaban parte del Cuerpo Activo de la Sociedad de Bomberos Voluntarios de General Sarmiento.

[14]Esto se debe a que ante grandes incendios, además de la respuesta de los Bomberos de San Martín y San Fernando, se pedía el apoyo del Cuerpo de Bomberos que actuaba en Defensa Antiaérea Pasiva de El Palomar.

[15]Acta Nº1, 7 de mayo de 1945, Sociedad B.V.G.S en Archivo Histórico de General Sarmiento, B.V.G.S 5678.

[16]Segura Mario. En el año del Bicentenario…Op. Cit. P. 76.

[17]Ibídem, p.80.

[18]En este caso se trata de importantes firmas, dos de ellas destilerías, que funcionaban en la localidad de Bella Vista.

[19]Acta Nº1, 7 de mayo de 1945, Sociedad B.V.G.S en Archivo Histórico de General Sarmiento, B.V.G.S 5678.

[20] Acta Nº1, 7 de mayo de 1945, Sociedad B.V.G.S en Archivo Histórico de General Sarmiento, B.V.G.S 5678.

[21]DIPBA, memorando “A” 70, 9 de noviembre de 1971.

[22]Ante la incorporación de las mujeres surgen nuevas preguntas sobre el funcionamiento de los cuerpos de bomberos. Por ejemplo resulta interesante indagar los vínculos que se establecen entre hombres y mujeres en el trabajo cotidiano, los cambios en el lenguaje y división de tareas dentro del cuartel, el rol que ocuparon las mujeres en las salidas de emergencias, etc.

[23]Fernando Arricau ocupó el máximo cargo del ejecutivo local en reiteradas ocasiones. Fue intendente de General Sarmiento desde el 20 de diciembre de 1945 al 21 de febrero de 1946 (Comisionado); desde 1º de mayo de 1948 hasta el 3 de mayo de 1954 y desde el 2 de enero de 1955 hasta el 12 de octubre de 1955 (Munzón, Historia de los pueblos…Op. Cit.).

[24]Federico Martínez fue un bombero que murió en servicio el 17 de noviembre de 1961. La entidad y el municipio han rendido diversos homenajes: en octubre de 1965 a partir de la Ordenanza Municipal Nº 247 se bautizó con su nombre el barrio en donde ocurrió el accidente en el que falleció y luego también se nombra del mismo modo al destacamento de José C. Paz. Hasta el momento es el único bombero del cuerpo que falleció mientras prestaba servicio.

[25]Estas tareas están contempladas en la legislación nacional vigente.

[26]Específicamente, los Bomberos Voluntarios forman parte de las “fuerzas operativas de la protección civil”, según consta en la ley Nº 25054 (“Ley del Bombero Voluntario”).

[27]Los entrevistados recuerdan a dos bomberos empleados de la Municipalidad Antonio y Esteban: “Esteban (incomprensible) ponele, era jefe de compras de la Municipalidad y tesorero de bomberos. Y a él nadie lo tocaba, cambiaban los intendentes y a él no lo tocaban. (…) pasan los gobiernos sean militares o civiles y están los mismos. Eran tipos de carrera. (…) un tipo de una rectitud, ¿Quién lo iba a tocar? Él trabajaba en la Municipalidad y después lo de bomberos era voluntario.” (Entrevista).

[28]La larga carrera de Núñez en la Sociedad B.V.G.S había comenzado en 1954 cuando ingresó como bombero voluntario. Además de ocupar la jefatura del Cuerpo Activo durante veinticinco años también fue uno de los Vicepresidentes de la Federación Argentina de Asociaciones de Bomberos Voluntarios. En su honor se nombró “Antonio Gualberto Núñez” al destacamento nº3 de la Sociedad B.V.G.S. inaugurado el 25 de mayo de 1995. (B.V.G.S, Revista 60º aniversario).

[29] Entrevista y revista conmemorativa del 55º aniversario de la Sociedad B.V.G.S, p. 44.

[30]Guadalupe Ballester. Prensa local y transición democrática: el descongelamiento de la política en General Sarmiento, 1982-1983. Historia Regional. Sección Historia del Instituto Superior del Profesorado Nº 3 "Eduardo Lafferière" (ISP Nº 3), Nº 34, Villa Constitución, 2016. (En prensa).

[31]Sobre el tema ver Fabian Dominguez y Alfredo Sayus. La sombra de Campo de Mayo. Buenos Aires, La Hoja Ediciones, 1999.

[32]Ante esto resulta necesario indicar que posiblemente los entrevistados estén confundiendo el periodo de la autoproclamada Revolución Argentina (1966-1973) con la dictadura militar iniciada en 1976, y de allí que hagan referencia a este hecho enmarcándolo en la última dictadura. Sin embargo, a pesar de estas confusiones propias de la memoria, el relato resulta igual de potente y evidencia uno de los momentos en los cuales militares y bomberos trabajaron de manera conjunta. Sobre memorias en conflicto recomendamos el trabajo de Da Silva Catela, particularmente su conceptualización de memorias subterráneas: “memorias locales que se reconocen en periodos de violencia de largo plazo y que no se limitan a fechas ligadas a democracias o dictaduras”. Ludmila Da Silva Catela.  Pasados en conflicto. De memorias dominantes, subterráneas y denegadas, en Ernesto Bohoslavsky. Problemas de historia reciente del Cono Sur, Vol I.  Buenos Aires, Prometeo Libros, 2010. P. 104.

[33]Síntesis, año XI, Nº 1434, página 1.

[34]Sobre el tema específico de la acción cívica recomendamos el trabajo de María Alicia Divinzenso. La transformación de las relaciones cívico-militares: la “Acción Cívica” del Ejercito (1960-1983), en Gabriela Aguila, Santiago Garaño y Pablo Scatizza (coordinadores) Represión estatal y violencia paraestatal en la historia reciente argentina. Nuevos abordajes a 40 años del golpe de Estado. La Plata, Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación Universidad Nacional de La Plata, 2016.

[35]RC-19-1.Reglamento de operaciones de asuntos civiles. Buenos Aires: Instituto Geográfico Militar, p. III. Citado en María Alicia Divinzenso. La transformación de las relaciones cívico-militares…, Op. Cit.. P. 69.

[36]María Alicia Divinzenso. La transformación de las relaciones cívico-militares, Op. Cit..,P. 74.

[37]Ibídem, p. 87.

[38]Carlos Antoniazzi es otro de los Jefes del Cuerpo Activo de la Sociedad B.V.G.S que tuvo una larga trayectoria en la entidad. Luego de ingresar como cadete durante su juventud (mientras aun asistía a la escuela) formó parte del Cuerpo del Cuartel del destacamento San Miguel Oeste. Años más tarde fue Jefe del Cuerpo Activo de ese mismo cuartel durante varios años. A fines de los años ochenta finalmente fue el Jefe del Cuerpo Activo del Cuartel Central en San Miguel. Además de esta trayectoria en la Sociedad B.V.G.S, Antoniazzi fue Secretario General en el Consejo Nacional (organización que nuclea a todas las agrupaciones de bomberos de la Argentina. Depende del Ministerio de Gobierno). Tras la muerte de Carlos Antoniazzi en 2002 se decidió homenajearlo y bautizar con su nombre el Cuartel de San Miguel.

[39]Si bien la bibliografía sobre el conflicto bélico con Chile y la Guerra de Malvinas es muy amplia y variada nos interesa recomendar aquí el artículo de Lorenz ya que en él se estudia el impacto de estos conflictos en la construcción de la memoria sobre la última dictadura en localidades del extremo sur argentino. Federico Lorenz. Otras marcas. Guerra y memoria en una localidad del sur argentino (1978-1982), en Ernesto Bohoslavsky. Problemas de historia reciente del Cono Sur, Vol I. Buenos Aires, Prometeo Libros,2010. Resulta interesante el debate sobre especificidad de la construcción de memorias fuertemente marcadas por las particularidades del escenario local.

[40]Ernesto Bohoslavsky y German Soprano. Un Estado con rostro humano: Funcionarios e instituciones estatales en Argentina (de 1880 a la actualidad). Buenos Aires, Prometeo-UNGS, 2010.