Entrevista a
Maïmouna
Dembele: con la cabeza en alto
Emily Jenan Riley
Centro de Estudios de Asia y África;
El Colegio de México (México)
Mónica Inés Cejas
Departamento de Política y Cultura;
Universidad Autónoma Metropolitana;
Unidad Xochimilco (México)
Introducción a cargo de Emily Jenan Riley
Maïmouna Dembélé Imagen:
https://www.musicinafrica.net/about/board-members/maimouna-dembele-deputy-chairperson |
Como una de las primeras DJ femeninas en Senegal,
Maïmouna tuvo su propio programa de radio durante veinte años, introduciendo a
artistas que ahora son reconocidos internacionalmente.
Maïmouna, utiliza sus plataformas en línea y de otros
medios de comunicación para promover los derechos de las mujeres -en especial
la salud- y diálogos nacionales sobre temas de actualidad. Se comunica en
francés, inglés y wolof con fluidez. De allí que organizaciones locales e
internacionales la contraten para representar a Senegal en eventos
internacionales, como los que menciona en esta entrevista.
En esta ocasión -11 de noviembre de 2020-, conversamos
con ella vía Zoom sobre el feminismo en términos locales, con énfasis en sus
cualidades humanistas, la importancia de la religión para el activismo y sobre
la igualdad de género en Senegal y en el continente africano. Maïmouna se
refiere al feminismo situándose desde una genealogía particular que remite a
las mujeres de su pasado y presente familiar. Su concepción del feminismo y de
la autoridad femenina proviene entonces, de otras mujeres y de su capacidad
para apoyarse entre sí en su andar por la vida. Ella habla de cambios radicales
en las vidas de las mujeres de Senegal en términos de su acceso a la educación
y la política, pero también mediante la capacidad de encontrar formas de
mejorar y cuidarse mutuamente en comunidad.
Emily y Mónica: ¿Qué nos podrías decir sobre la situación
de las mujeres en Senegal?
Maïmouna: Es un honor y un placer estar con ustedes.
Emily es una amiga. ¡La más senegalesa de los estadounidenses! Hablamos a
menudo por whatsapp, no hemos tenido oportunidad de vernos últimamente
como antes, cuando venía un poco más a Dakar, y además 2020 también ha cambiado
nuestros planes, porque dijimos que íbamos a organizar un viaje para que yo pudiera
visitar México, pero bueno… Así que es un honor y es algo que aprecio. Me
alegra escuchar, Mónica, que tu feminismo proviene de mujeres sudafricanas que
son fuertes y generan respeto. Cuando las vemos, nos ponemos de pie, las
admiramos especialmente cuando conocemos su historia. Cuando conocemos sus
antecedentes. Cuando sabemos de dónde vienen.
Nunca les ha resultado fácil. No es fácil para las mujeres en general.
Ya sea que estemos en México, en Estados Unidos, donde sea que estemos. Si
Kamala Harris es aplaudida en todo el mundo hoy, es porque no vemos a menudo
que una mujer llegue a un puesto de poder importante. Es una
pena, estamos en 2020, ya con el 46° presidente [en Estados Unidos] y ¡en la
historia de ese país no habían tenido una vicepresidenta! Pero te dices a ti
misma: “pero ¿dónde estamos?”.
Aún en
los países más desarrollados, en los países con mayor poder económico, nos
damos cuenta que queda trabajo por hacer. Entonces son esas sociedades, y
cuando hablo de sociedad es en realidad este mundo, un mundo creado por hombres
para hombres. Y las mujeres en todas las sociedades siempre han sido relegadas
a un segundo plano. Y cuando hablo con mi madre, quizás hablo mucho de mi madre
y mi familia porque creo que de ahí nace nuestro feminismo. Por la historia de
mi madre de mis abuelas, de mis ancestras, que fueron mujeres que lucharon
contra la colonización, que vienen de su régimen norteño, mujeres que se
levantaron y lucharon. Algunas de ellas se negaron a soportar realmente lo que
quisieron imponerles los colonos. Prefirieron suicidarse quemando sus chozas.
Entonces mi feminismo nace de allí.
Y volviendo
a lo que estoy diciendo sobre el mundo en el que vivimos, cuando tengo
conversaciones con mi madre, hablamos de cómo los hombres han creado una
sociedad en la que no incluyeron a las mujeres porque eran tan poderosas. Un
desastre para ellos. Los hombres tienen poder económico, eso es todo, no tienen
nada más. Nosotras en cambio, todo está sobre nuestros hombros, portamos todas
las cargas del mundo y logramos manejarlas con la cabeza en alto. Su humanidad
existe porque estamos ahí. Somos nosotras las que damos a luz. Y, francamente,
somos nosotras las que solucionamos los problemas del mundo. Y de todos modos
es importante en esta nueva era, en la que el mundo puede entender que somos
parte de la sociedad, entender que somos miembros de pleno derecho de la
sociedad. Y que no hay ninguna razón para que nos digan "hágase a un lado,
no tiene derecho a la palabra, no tiene derecho a tomar decisiones. No se le
permite pensar por sí misma”.
Fui
educada en una familia, porque mi madre y sus hermanas también fueron educadas
por padres que fueron muy aprensivos, son de una generación cuyas niñas no
debían ir a la escuela y las mujeres debían quedarse en la casa. Cuando
cumplían 16, 17, 18 años, se las casaba. Pero ellas tuvieron padres que no
creían en eso. Incluso mi abuela, mujer de otra generación (paz para su alma),
fue a la escuela y llegó a ser institutriz. Ella tuvo a mi madre y a sus
hermanas. Mi madre tenía cuatro hermanas y un hermano y todos tenían educación.
Obtuvieron su educación media, fueron a la universidad e incluso alguno de
ellos en el extranjero. Cursaron estudios superiores, en Inglaterra, en los
Estados Unidos, algunos en Francia. Y estoy hablando de los años sesenta, los
setenta, por entonces esto era impensable o inimaginable, pero aquí están,
tuvimos la suerte de tener padres así, y así nos educaron un poco. Mi madre nos
lo ha dicho muchas veces y lo repito porque tengo dos hijos, un hijo y una
hija, y digo que no crío a un hijo ni a una hija, crío seres humanos.
Mi
hijo lava los platos, lava la ropa, así es. No le voy a meter en la cabeza que
es un hombre y que no debería entrar a la cocina. Por eso también debo pensar
en este lado del comportamiento que puedo inducir como madre en una sociedad,
para que podamos cambiar la forma de pensar de nuestros hombres. Porque digo
que las sociedades están formateadas de cierta manera y se piensa que, de algún
modo, la mujer no vale nada. Por eso es importante cambiar esa mentalidad. Esto
es lo que trato de hacer desde donde estoy.
Usamos
mucho el arte, usamos mucho la música para permitir que las mujeres jóvenes se
expresen. Pero lo más importante es hablar con ellas y decirles: "No estás
en un segundo plano. No permitas que te releguen al asiento trasero. Estás ahí,
frente a los hombres. A veces estás incluso un poco más adelantada. Pero en
cualquier caso estás ahí. Esta sociedad fue construida para ser iguales y es
importante que ocupes tu lugar y que no tengas miedo de ocupar ese lugar”. Así
que hacemos muchas sesiones de técnicas de tutoría artística donde hablamos de
estas cuestiones.
Trabajo
mucho en programas de intercambio con asociaciones de toda Sudáfrica y también
más allá de las fronteras africanas. Ahora todos los años me invitan a
festivales donde compartimos un poco esta experiencia. Porque digamos lo que
digamos, las mujeres nos damos cuenta de que tenemos más o menos los mismos
problemas. Me invitaron a un festival en Finlandia el año pasado y conocí a una
mujer que vivía en Australia y que era de la India, estábamos en un panel
juntas y nos dimos cuenta, al final del panel que duró tres horas, que tenemos
los mismos problemas. Venimos de sociedades en las que no se les da a las
mujeres el lugar que deberían tener. Por eso es importante decirles a las
mujeres que se expresen, y eso es lo que les digo a las jóvenes, que es
importante pensar por sí misma. Y es importante que no dejes que esta sociedad
te aplaste porque si aceptás, esta sociedad te seguirá aporreando.
En
Senegal, tenemos cada vez más mujeres de la generación de entre los treinta y
los cuarenta años que han vivido fuera, que han realizado su educación superior
en Canadá, Estados Unidos, Francia y que están regresando al país. Quienes
están tratando de reconfigurar las cosas a la altura de sus posibilidades, creando
pequeñas asociaciones, grupos de discusión donde podemos entablar diálogo con
las jóvenes. Por ejemplo, hace un año tuvimos un panel sobre la violación,
porque el tema de la violación es un tema muy, muy tabú en todo el mundo,
incluso más en ciertas sociedades. Aquí las mujeres son víctimas de incesto,
víctimas de violación en familias donde las niñas son embarazadas por tíos e
incluso por su propio padre. Y se les dice que no hablen, que se lo guarden,
que no deben decirlo o se arriesgarán a destruir a toda la familia. Y tú como
la madre, por ejemplo, que perdona cosas así, sabes que tu marido, que es el
padre de tu hija, ha dejado embarazada a tu hija, ha violado a tu hija,
prefieres ocultar esto para mantener la comodidad de tu matrimonio. Pero no puedes
imaginar que estás destrozando vidas, porque no solo estás rompiendo la vida de
tu hija sino también la vida de esa niña. Esto no tiene que ser aceptado, puede
ser rechazado. Por eso es importante poder decírselo a estas mujeres.
El año
pasado nos organizamos, fue muy interesante, tuvimos a la ex fiscal que fue la
primera mujer fiscal que puso en la cárcel de por vida a alguien que había
violado a su hija. Una mujer que vino a compartir estas experiencias. Tuvimos
chicas de quince años que fueron violadas y hablaron de sus experiencias. Por
eso es importante poder establecer marcos de discusión como ese, donde la gente
puede venir y expresarse o podemos encontrar soluciones. Creo que el mundo se
está moviendo ahora, tenemos tecnología digital que nos permite vincular
información muy, muy rápidamente. No es como solía ser. Pero tienes que seguir
diciéndoles a estas mujeres que es importante que se escuchen sus voces. No
seas breve, habla de ello a tu alrededor. Y, sobre todo, lucha por ti misma si
crees en algo, tienes derecho a luchar por ello. Y tienes derecho a expresarte.
Emily: ¿Y cómo ves al movimiento feminista en Senegal en este momento?
Maïmouna:
La gente, francamente, hace lo que puede y eso es muy
interesante porque es cierto que estos son movimientos feministas, pero cada
vez hay más hombres que se unen. Formo parte de un movimiento llamado Dafa
doy, que significa “¡ya basta!”. Lo iniciamos cuando comenzamos la campaña
contra la violación. Y tenemos bastantes hombres que se unieron y que son muy
activos. Hemos organizado visitas a regiones dentro del país donde tenemos
contactos. En estos viajes constatamos que cada vez más personas se involucran
en este tipo de movimiento. Y como dije, estas son personas que han vivido
afuera y han visto otras cosas y que sienten la necesidad de regresar al país y
hacer algo por esta sociedad. Porque nos damos cuenta de lo que está sucediendo
a nuestro alrededor, en nuestras familias. Así que cada vez hay más
movimientos, movimientos activos y personas que realmente se toman este tema en
serio y dicen: “escucha”. E incluso hombres, como te digo, que da gusto ver que
acompañan a las asociaciones feministas.
Emily: ¿Y cómo ves a estos movimientos, hablando de
feminismo y de activismo? Sabemos que el feminismo que
encontramos en Estados Unidos es muy diferente al de América Latina y África,
entonces ¿cómo interpretas que se trata de feminismo?
Mónica: Asimismo, por ejemplo, en el caso de Sudáfrica, muchos
consideran todavía que el feminismo viene de fuera, de occidente, del norte,
que no es africano.
Maïmouna:
Exactamente
Mónica: Y hay quienes lo consideraban, desde la
izquierda, como una expresión ideológica burguesa o pequeño burguesa. Y que
demandar por los derechos de las mujeres era dividir al movimiento de
liberación. Pero las cosas cambian y las mujeres jóvenes están exigiendo el
derecho a controlar sus cuerpos y protestan contra la violencia que en
Sudáfrica se expresa en el número alarmante de violaciones. En México, también
las mujeres jóvenes han decidido que ¡ya basta!
Maïmouna:
Cuando organizamos eventos como el último año de Dafa doy –“¡ya
basta”!-, tuvimos a una ministra y a mujeres de la ONU que vinieron a
apoyarnos. Nos damos cuenta cada vez más de que la policía está tomando medidas
contra los hombres que golpean a sus esposas. Hemos hecho “mucho ruido” en las
regiones y hemos logrado que las mujeres denuncien ante la policía y que ésta
aprenda a sus parejas por violencia conyugal. Respecto a lo que pasa en el
interior del país, para nosotras el problema radica en las familias, cuando se
dice "no vayas a la policía, déjalo pasar". Para las mujeres
violadas, "no debes involucrarte; el pueblo, y mucho menos los vecinos, no
deben saberlo". Y para quienes van a presentar una denuncia, presionarlas
para que la retiren. Estas son las cosas que están sucediendo. Pero,
francamente, la policía apoya mucho estas iniciativas. Cuando una mujer dice
que fue violada, no se la rechaza, se le atiende, se le cuida. Ellos
investigan. Insisto que el verdadero problema se da a nivel familiar, es una
cuestión de mentalidad. Y cambiar de mentalidad es bastante complicado porque
son las mamás, los papás, las y los abuelos quienes van a sufrir una cierta
presión de la sociedad y son ellas y ellos quienes se acercarán a la víctima
para decirle "bueno, está bien, vamos a negociar amablemente, no debemos
ir a la policía, no debemos hablar de eso. Te arriesgas a avergonzar a la
familia y ¿qué dirá la gente si tu tío te violó?”. Así es que te colocan en una
situación en la que tienes que guardártelo, especialmente a nivel familiar.
Emily: Lo que aprendí durante mi estancia en Senegal, es
que el sistema de justicia senegalés viene de Francia, pero para las personas
la idea de justicia es parte de la familia.
Maïmouna:
Ciertamente.
Mónica: ¿Y cuáles son las luchas ahora? Hablamos de
violencia, pero hay luchas económicas de las mujeres. Tenemos problemas como el
acceso a recursos, e incluso a la tierra. ¿Se dan estas luchas en Senegal?
Maïmouna:
Con respecto a la cuestión del acceso a la tierra, tenemos la suerte de contar
con una importante población de agricultores, algo que puede comprobarse
especialmente cuando sales de la capital. Y un campesino cuando cultiva su
tierra, la cultiva con su esposa, sus hermanas, su familia. El acceso a la
tierra es difícil. Es cierto que es más probable que un hombre tenga tierras
que pueda cultivar. La suerte que tenemos es que la Directora Regional de ONU
Mujeres es senegalesa [Oulimata Sarr] y es una mujer que recorre mucho el país.
Pero, de hecho, como hemos dicho, son los hombres los que detentan el poder
económico. Pero las mujeres luchan por la igualdad en las condiciones
laborales, a veces incluso tienen más títulos que el señor al que se le paga
más sencillamente por ser hombre. Por eso, y aunque ha habido algunas mejoras,
seguimos demandando a igual puesto, igual salario. A nivel nacional hace unos
años demandamos la paridad en el Senado y en la Asamblea Nacional y el
presidente en ese momento lo entendió. Pero es cierto que la paridad aún no se
respeta en el gobierno: tienes 30 ministros y de ellos 10 son mujeres y 20 son
hombres. Pero las cosas están cambiando lentamente mientras seguimos
demandando. No nos detendremos. Seguimos gritando. Hoy en Senegal podemos tener
a mujeres en los órganos de decisión, por ejemplo, en el Consejo Económico y Social.
Tuvimos una primera ministra [Aminata Touré 2013-2014]. Ahora tenemos mujeres
que son gerentes generales en algunos bancos. Son cosas que no se podían ver
hace quince años. Así que en realidad no pasó mucho tiempo. Entonces las cosas
están cambiando. No estamos al nivel que nos gustaría ver porque creo que el
nivel ideal, sería contar ya con la Señora Presidenta de la República de
Senegal, con la Presidenta de México, de Estados Unidos. Queremos que estas
mujeres lleguen a ese nivel. Todavía tenemos a hombres que nos tiran para
abajo. Pero seguimos demandando a viva voz cada vez que podemos para derribar
la puerta. Entonces las cosas están empezando a cambiar para mejorar.
Emily: Volviendo a la cuestión del
feminismo. ¿Qué sentido piensas que se le da en Senegal?
Maïmouna:
Bueno, es como dijo Mónica. Nos dicen que son teorías que vienen de Europa, que
el feminismo no existe como “africano”, que debemos detener a la gente de
Occidente que inventa cosas. Pero tú, como mujer, conoces tu poder, sabes
exactamente a lo que quieres ir. Bueno y malo lo escuchas. Pero, al final del
día, en tu lucha diaria, verás al menos a un hombre que vendrá y te apoyará en
eso. Lo cual es bueno, pero la gente piensa que es una teoría que solo puede
existir en "países occidentales" y que no puede existir en África.
Que en África la mujer debe ser obediente, debe respetar a su padre y una vez
casada es el marido, es él quien decide lo que vas a decir. Pero ahora incluso
hay mujeres analfabetas que entienden que tienen poder. A los hombres analfabetos
hay que decírselos, que tienen poder. Las mujeres en general que se levantan
temprano en la mañana, que venden pescado, que venden frutas y verduras, las
ves. Se levantan antes que sus maridos, van a buscar dinero y lo que ellas
ganan lo traen a la familia. Porque ella es la que sostiene, ella es la que
paga por la escuela de los niños. Y eso lo entendemos. Hay mujeres que impulsan
a sus hijas a ir a la escuela y son ellas las que luchan para que sus hijas
vayan a la escuela. Estaba hablando con alguien que trabaja en la agencia de
estadísticas y me dijo que en todo el país, al contrario de lo que crees, hay
más niñas en la escuela que niños. Y eso es porque había mamás que lucharon
para que sus hijas pudieran ir a la escuela. Y como dije, era algo que antes no
pensábamos que podíamos tener. Pero ahora lo ves. También es importante
subrayar que quienes tienen este poder económico suelen ser parte de hogares a
menudo polígamos, y tienen dos o tres coesposas. El marido tiene dos, tres
esposas y cada esposa sabe que el futuro de los hijos es una lucha para ella.
Debido a que el esposo tiene otras mujeres a cargo, no necesariamente puede
satisfacer todas sus necesidades. Entonces, ella tiene que levantarse para
satisfacer estas necesidades. Cada una de ellas lucha lo mejor que puede.
Organizan pequeñas asociaciones donde reúnen su dinero a modo de grupos de
ahorro comunitario, lo que les permite desarrollar sus propios proyectos. Es
bonito ver estos cambios. Un cambio de mentalidad requería una llamada de atención
que llegó un poco tarde, pero como se dice: más vale tarde que nunca. Todavía
es hermoso ver a las mujeres apoyando así a sus hijas de cinco, seis o siete
años. Hace unos meses estuve en Sine y Saloum y durante los exámenes estaba
frente a un colegio y vi salir a los niños y efectivamente había más niñas que
niños. Las chicas que estaban allí haciendo su BFEM (Brevet de fin d’études
moyennes)[2].
Fue hermoso verlo. Es decir, de 100 estudiantes el 80 por ciento eran niñas. Su
mochila con su pompón que les quedaba tan bien y era hermoso de ver. Como digo,
ni siquiera estaba en la capital, estaba a 200 kilómetros. Y me digo a mí misma
que este cambio sucederá con esta generación. Realmente creo que la generación
que viene después de nosotras, nuestras hijas e hijos, marcarán la diferencia
porque les damos las armas adecuadas. Y la suerte que tienen de que las mamás
tal vez no lo hayan hecho… ¡es así cómo funciona el mundo! Con Internet siendo
una herramienta tan poderosa. Tienes toda la información que necesitas. Puedes
enviar todos los mensajes que quieras en tiempo real. Tienen esa herramienta y
creo que las cosas cambiarán. Cambian, lentamente, pero cambian.
Emily: Senegal es un país muy religioso, así que imagino
que las mujeres y sus movimientos se inspiran en la religión. Ustedes tienen
una imagen muy diferente de la religión a la que tenemos, por ejemplo, en los
Estados Unidos donde se cree que el Islam obstaculiza a las mujeres más que
ayudarles. ¿Puedes comentar sobre el Islam como fuente de inspiración?
Maïmouna:
Sí, mira, la religión es importante. Nos burlamos mucho de nuestros hermanos
cuando dicen que son polígamos y dicen "la religión dice que…". Como
todas las reglas, hay reglas que son eternas. Cuando alguien me dice que “la
religión dice que…” yo le respondo que
esto es “lo que dice la religión". Tomás lo que te conviene y dejás el
resto. Te olvidás. Hoy, por ejemplo, cuando hablamos de poder económico en la
religión islámica, las mujeres, como el caso de la primera esposa del profeta
Mahoma (la paz sea con él), Khadija, era una
comerciante rica y poderosa que tenía más que él antes de convertirse en su
esposa. Era ella la comerciante, la mujer de negocios. Y él solo trabajaba para
ella. Entonces, digo que por eso es importante, cuando hablamos de religión ir
a ver a los imanes[3]
que son de mente abierta porque cuando vamos a ver a los jóvenes que tienen
cuarenta años y conocen la religión del Islam te dices a ti misma que el Islam
es bonito. Entonces hay hombres que toman lo que les conviene y olvidan el
resto. Por eso es importante, de vez en cuando, abrir el Libro y leer. Ha sido
traducido a casi todos los idiomas del mundo. Pero he aquí un ejemplo. Y hace
dos días estaba leyendo algo sobre el profeta Mahoma (la paz sea con él),
estaba leyendo esa parte en la que se dice que su primera esposa no solo era
mayor que él, sino que ella era su jefa. Él no estaba haciendo nada más que
trabajar para ella y se casaron y luego ¡listo! Esto no impidió que ella
continuase dirigiendo su negocio. Es así que la primera economía de la religión
fue establecida por ella. Es esa mujer quien tiene el poder económico. Y cuando
observas en los hogares, son las mujeres las que administran el dinero. Si ponés
el dinero en manos de las mujeres, son ellas quienes van a lo esencial. Si hay
facturas que pagar, ella se asegurará de que se paguen. Si tenemos que comer,
ella se asegurará de que haya comida en la mesa. Los hombres no pueden manejar
esto. Los verdaderos banqueros son las mujeres.
Emily: También las
asociaciones, los grupos de ahorro comunitario.
Maïmouna:
Exacto.
Emily: Y lo que vi de las mujeres políticas, fue que el
ciento por ciento provenía de pequeñas asociaciones.
Maïmouna:
Exactamente. Que las impulsaron hasta llegar a ese nivel.
Mónica: Y a nivel regional, ¿trabajas con otros países
africanos? Respecto del idioma, ¿tienes vínculos con otros países de la
comunidad francófona en África, o ves a la lengua como una barrera para
relacionarte con mujeres de otras partes de África? Los idiomas coloniales
francés, inglés, portugués, ¿sigue siendo una barrera esta separación? Estoy
leyendo sobre panafricanismo como un sueño para el futuro, pero desde el punto
de vista de las mujeres. No me refiero al panafricanismo después de las
independencias en el pensamiento de líderes como Kwame Nkrumah sino a un
panafricanismo basado en el pensamiento de las mujeres. ¿Hay algo parecido en
Senegal?
Maïmouna:
Con África Occidental, sí. Incluso con países anglófonos en África Occidental
como Ghana, que es muy activo con las asociaciones de mujeres. Hay muchas
mujeres que se mueven mucho en esta dirección. Hay países donde es bastante
complicado, como Guinea, también Mali. Pero tenemos países como Costa de Marfil
y Ghana, como ya mencioné. Conectar a toda África es complicado. También
tenemos el África lusófona y estamos tratando de encontrar un idioma que todas
podamos hablar. Pero honestamente me doy cuenta cada vez más, cuando pienso en
las asociaciones a las que pertenezco y con las que tengo conexiones, que
utilizo el arte como medio de expresión y comunicación, ya sea a través de la
música, la danza o las artes visuales. Nos damos cuenta de que las mujeres
están poniendo las cosas en lugares extraordinarios. Cuando fui a Sudáfrica,
podías ver que las personas que estaban en la industria del arte tenían una
forma de arte particular como expresión. Está esta dama en Tanzania que creó
ese espacio de arte que es increíble, donde las chicas pueden simplemente
presentarse y expresarse utilizando objetos. Entonces, hay conexiones que se
están haciendo. No se hará en todos los países, pero se han establecido
conexiones. En el norte tenemos una hermana que está en Marruecos que hace
cosas extraordinarias y que vino a Senegal en diciembre del año pasado.
Trabajamos juntas en proyectos. Nos entendemos mejor cuando estamos juntas.
Emily: Le comenté a Mónica sobre tu
amiga Awa des Moussors[4] [moussor en
wolof es el pañuelo de tela estampada que las mujeres suelen usar en sus
cabezas] ¿Tienes algún otro ejemplo de mujeres que trabajen con la moda como
una forma de posicionamiento político?
Maïmouna:
Es evidente. Podemos constatar cada vez más, que la forma en que arreglamos
nuestro cabello, es realmente una declaración. Hoy en día vemos cada vez más
mujeres que llevan el pelo afro o con rastas. Son cosas que no hubiéramos visto
hace diez, quince años, realmente tenías que ser radical para poder ver cosas
así. Awa más que una amiga, es una hermana muy comprometida. Juntas formamos
una asociación para ayudar a muchas mujeres que tienen cáncer de mama. Pusimos
en marcha “el desafío de los doscientos mil”, le dijimos a la gente que
colaborase porque estas mujeres necesitan ayuda. Necesitan hacerse una
mamografía. “Tienes que donar dinero, tienes que participar”, les dijimos.
Fuimos a ver a la gente del gobierno, a los artistas, lo hicimos durante meses
y meses. Pudimos recolectar algunos millones que ayudaron a unas 100 mujeres a
recibir quimioterapia. El viernes pasado con las y los activistas decidimos
poner de negro [en señal de luto] nuestras páginas porque tenemos muchos
jóvenes que están muriendo en el mar y el gobierno no está haciendo nada. No se
habla de eso [en los medios]. Han pasado casi dos semanas desde que casi 500
jóvenes de una edad media de 25 años murieron en el Mediterráneo. Hasta el
momento, el presidente de la República no se ha pronunciado. Y eso es
inaceptable para nosotras. Porque la responsabilidad principal recae en el
Estado. Si el Estado crease condiciones para que esos jóvenes tuvieran un
trabajo digno, nunca tendrían que recurrir a embarcaciones de pesca para ir a
España, creyendo que la hierba es más verde del otro lado. Awa es una hermana
con quien he luchado varios combates. Estos pañuelos (musoor) que ella
diseña están mostrando que la mujer africana puede ser súper moderna, sin dejar
de portar nuestra “corona”. El musoor es realmente una corona para que
la mujer levante la cabeza y camine erguida. Para así decir: “estoy aquí, estoy
aquí, estoy erguida, soy fuerte, soy mujer”, así que ahí lo tienes, puedo
llevar de todo sobre mis hombros, pero esta carga no me impedirá seguir
levantando la cabeza.
Mónica : Quisiera preguntarte también, cómo están enfrentando
la Covid allá. Porque este es “el gran problema ahora”.
Maïmouna:
Sí ese es el gran problema, pero le damos gracias a Dios por no volver a
escuchar un mensaje de Naciones Unidas, porque habían hecho una declaración al
inicio del Covid donde se dijo que en África será catastrófico. No sé por qué
se hizo tal declaración, quien la hizo no es médico. Pero agradecemos al buen
Dios que no estamos padeciendo Covid como ocurre en Francia, en Europa, y es un
desastre en Estados Unidos. Creo que aquí se manejó correctamente. Tenemos
profesionales que han sabido gestionar. Hoy tenemos alrededor de 30 casos.[5] Ayer vi las
estadísticas de que hubo 35 casos. La gente respeta el uso del cubrebocas.
Francamente, estuvo bien gestionado. Tuvimos algunas muertes no tan dramáticas.
Tuvimos un total de cien muertes. Así que creo que es una bendición del cielo
diciendo “aquí pongo mis manos sobre esta gente y este continente africano”.
Honestamente, hasta ahora nos están explicando de qué se trata, porque tuvimos
mucha gente viniendo de Francia cuando comenzó la pandemia. El primer caso fue
un francés que se fue de vacaciones y lo trajo de regreso. El segundo caso fue
británico. Pero hasta ahora hemos tenido mucha gente que ha viajado, hemos
tenido grandes ceremonias religiosas por lo que pensamos que iba a haber una
explosión de casos, pero no hay nada. Quizás sea el sol africano o quizás la
playa…
[1] Twitter: @missmaimouna; Instagram y Facebook:
maimouna.back.again
[2] Diploma de estudios
de nivel secundario. Véase: https://laviesenegalaise.com/le-brevet-de-fin-detudes-moyennes-bfem-est-un-diplome-intermediaire-tres-essentiel-pour-lavenir-des-enfants/ (consulta:
05/02/2021)
[3] Imán o
imam es el líder de una mezquita, donde dirige la oración colectiva los
viernes. También puede
designar un profesor del Corán, quien lo interpreta y enseña a sus discípulos.
En Senegal, los imanes son reconocidos como aquellos con mucho conocimiento,
pero también como importantes guías de la comunidad. En
Senegal la
religión predominante es el Islam (94% de la población), la comunidad cristiana
representa el 5% y el 1% practica una religión tradicional africana. Dentro de
la población musulmana, la mayoría practica el Islam sunita y solo el 1%
practica el Islam Ahmadiyya. El sufismo, o misticismo islámico, está representado
por varias hermandades: tijanismo, mouridismo, qadiriyya y layenismo (véase: https://worldpopulationreview.com/countries/senegal-population)
[4] Twitter: @MoussorsAwa
Facebook e Instagram: @Lesmoussorsdeawa
[5] Al 5 de febrero de 2021 Senegal con una
población total de 17,083,625 habitantes, los casos de Covid 19 contabilizados
fue de 28,106, con un total de 666 muertos. https://countrymeters.info/es/Senegal y
https://www.worldometers.info/coronavirus/country/senegal/ (consulta:
05/02/2021). Durante la conversación Maïmouna se refería a los casos diarios
para todo el país.