Dossier 34

 

 

 

 

“PATRIMONIO Y DIVERSIDAD EN LAS POLÍTICAS CULTURALES CONTEMPORÁNEAS. PERSPECTIVAS Y DESAFÍOS PARA SU ESTUDIO Y GESTIÓN”

 

 

 

 

Este Dossier propone poner en diálogo trabajos académicos que analizan las modificaciones en las políticas de la cultura y el patrimonio, así como los efectos y consecuencias de esas transformaciones en las condiciones actuales dominantes de neoliberalismo.

Los trabajos dan cuenta de la ampliación de un campo interdisciplinario de investigaciones sobre el patrimonio. Se trata de siete artículos que analizan estudios de caso dentro del espacio pluricultural Latinoamericano, a los que se suma una experiencia de producción cultural colectiva en Ciudad del Cabo, Sudáfrica, con impacto en la implementación de políticas públicas reparativas. Los y las autoras, provenientes de diferentes disciplinas de las Ciencias Sociales, especialmente la antropología, la historia y la sociología, reflexionan en torno a los usos sociales del patrimonio, la mercantilización de la cultura y la naturaleza, lo cual se conjuga con el aumento desmesurado de las desigualdades marcadas por la intersección de clase, género, etnia, racialidad, territorios, entre otras dimensiones. Las contribuciones aquí reunidas, profundizan los principales debates que atraviesan hoy el campo de cultura y patrimonio, centradas en prácticas y producciones de sectores populares que fueron ingresando al campo patrimonial bajo el paradigma multicultural, cuando se ampliaron el marco normativo y las concepciones más clásicas y restrictivas sobre el patrimonio.

En efecto, a partir de la sanción de la Convención sobre la Protección del Patrimonio Mundial Cultural y Natural por parte de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en 1972, nuevas declaraciones e instrumentos fueron dando lugar a los desplazamientos conceptuales y a la aceptación de la controversial categoría de patrimonio cultural inmaterial (PCI), cuando en 2003 la Conferencia General de UNESCO aprobó por unanimidad la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial. Ampliación paulatina hacia una noción antropológica de cultura y de patrimonio, se fue transversalizando en las agencias multilaterales y en las políticas de los estados; devino en una visión que complejiza las relaciones entre lo natural, lo material y lo inmaterial, así como se focaliza en las condiciones de producción, las agencias de los sujetos y las tensiones entre los distintos actores patrimoniales.

La problemática distinción entre lo material e inmaterial atraviesa el estudio “Joyería barroca andina: el pasado como desafío del presente”, de Alicia Szmukler, con el que abrimos el Dossier. El artículo aborda la joyería barroca que usan las mujeres cholas de la ciudad de La Paz, Bolivia. Tales objetos tienen origen en un pasado colonial, pero adquieren nuevos significados que posicionan hoy a las mujeres indígenas y mestizas de La Paz en un lugar de mayor reconocimiento, prestigio y poder, pero también de autoestima y reivindicación orgullosa de una identidad cultural urbana mestiza. La autora plantea que las joyas en tanto objeto material forman parte de un patrimonio cultural, pero cuyos sentidos se resignifican según el contexto de producción y uso. Es decir, que su noción de patrimonio cultural excede la materialidad de las joyas, o mejor dicho, articula los objetos con valores, usos y significados en un punto de vista dinámico, que nos permite reflexionar sobre variados imaginarios en torno a la mujer chola, las discriminaciones étnicas y de género, los consumos, industrias y mercados culturales.

El siguiente artículo “Encontro de Saberes. A inclusão de mestres da cultura popular e seus saberes no ensino superior”, de Daniel Bitter, se inserta en los debates sobre las nuevas formas de integración del trabajo académico con las agendas políticas en cultura y patrimonio, que fueron surgiendo a partir de las consultas especializadas y la crítica metódica. De esta forma, a la experticia en el campo patrimonial de arquitectos, arqueólogos, historiadores y museólogos, se fueron sumando antropólogos, etnólogos, lingüistas, sociólogos, entre otros especialistas de las ciencias sociales. Pero lo más importante fue el reconocimiento de la centralidad de los productores, grupos y comunidades que crean y recrean sus saberes y patrones culturales en una categoría que algunos denominan patrimonio vivo, al convivir sus productores con los agentes oficiales de cultura.

Los paradigmas de políticas sobre el patrimonio recuperan de este modo la capacidad de acción, creatividad y gestión de los agentes y colectivos en la dinámica cultural. En esta dirección, Daniel Bitter reflexiona sobre el proyecto que une docentes universitarios con maestros de artes y oficios tradicionales enseñando sus saberes y experticias. La actividad, iniciada en la Universidad de Brasilia en 2010, es explorada por Bitter a partir de su propia práctica como integrante del grupo Encuentro de Saberes de la Universidad Federal Fluminense (UFF), en Niterói, Río de Janeiro, donde se desempeña como profesor. El autor explora las dimensiones de esta “pedagogía patrimonial e intercultural”, caracterizada por la inclusión de maestros de comunidades indígenas y afrobrasileñas en la enseñanza superior. Dice que esta experiencia tensiona la curricula universitaria marcada por el eurocentrismo y el rechazo hacia formas ancestrales del saber relegadas y opuestas a los universales noratlánticos que dominan la escena académica brasileña. En esta propuesta de Encuentro de Saberes, la Universidad interviene como institución en la producción social del patrimonio: apela a tecnologías del conocimiento que activan un diálogo con la sociedad dando lugar a otras cosmovisiones. Asimismo, la Universidad redefine la construcción de conocimiento en formas cooperativa, oral y corporal, facilitando una comunicación intercultural con efectos múltiples en la constitución subjetiva de estudiantes, docentes y maestros tradicionales.

En línea con la validación de saberes ancestrales, Carlos Lucio presenta el conocimiento ecológico de las comunidades indígenas y campesinas de México como patrimonio. Señala la existencia de una memoria biocultural resultado de la ocupación territorial de larga duración por poblaciones originarias que desarrollan estrategias territoriales de coevolución, adaptación e interdependencia entre la diversidad biológica y la cultural. En su artículo “Los sistemas agroforestales de los alrededores del Nevado de Colima. La importancia biocultural de un patrimonio amenazado”, analiza la diversidad biocultural en el estado de Jalisco, región Occidente de México, un caso donde cultura, territorio, ambiente y hábitat se consideran integralmente unidos como diversidad biocultural.  Ubica a la diversidad ecológica de México como parte de su profunda herencia histórico-cultural, y pieza clave en la caracterización del patrimonio nacional. Documenta los sistemas agroforestales de poblaciones campesinas e indígenas que se encuentran severamente amenazados por la expansión de monocultivos y por la escasez de agua monopolizada por las empresas agrícolas, muchas de ellas transnacionales, deviniendo en una compleja conflictividad socioambiental con las comunidades. Lucio muestra que estos sistemas agroforestales contemplan un amplio espectro de antiguas prácticas indígenas de manejo del territorio. Los mismos resultan clave para revertir la degradación ambiental, con efectos sustentables en cuanto a la soberanía alimentaria, la restauración ecosistémica y la economía familiar.

Continuando el recorrido por el Dossier, los trabajos de Ricardo Amigo, de Carolina Crespo con Jacqueline Brosky, y de Cecilia Benedetti, nos hablan de los problemas que el patrimonio cultural concentra hoy alrededor de las particularidades nacionales, provinciales y locales, con que se dio cabida a las diferencias sociales y la diversidad o alteridad interna en las políticas culturales (Crespo, Morel y Ondelj, 2015). En otras palabras, hoy las diferencias culturales se operacionalizan en gran parte mediante políticas patrimoniales.

En los imaginarios nacionalistas, el patrimonio cultural identifica referentes de representatividad anclados en un tiempo lineal, progresivo e inmemorial. El área del patrimonio como políticas científicas y de estado, refiere a estrategias de identificación cultural que hablan en nombre de la nación o del pueblo como sujetos, prácticas y objetos inmanentes, por fuera de las contingencias de las relaciones históricas. Nos preguntamos entonces, ¿cómo se insertan discursivamente en nuestra América a esos exiliados internos que han sido y son los pueblos originarios y las comunidades afrodescendientes dentro de la compleja dinámica cultural de las sociedades contemporáneas?

En esta dirección, la categoría de patrimonio demarca hoy un punto de cruce donde la diversidad y los discursos de los grupos subalternizados se insertan por un lado en los programas de agencias internacionales, nacionales y locales, pero también en un espacio para el reclamo y la reparación de derechos en las agendas de los pueblos indígenas y afrodescendientes. Anverso y reverso de un espacio liminar de tensiones que se vinculan con problemáticas sociales y económicas más amplias. Al poner en discusión los intereses disímiles que entran en juego en los procesos patrimoniales, estos artículos abordan cuestiones acerca de las complejas articulaciones entre las escalas locales y transnacionales de intervención, las presiones mercantiles, la incidencia de categorizaciones ajenas a los patrones cognitivos particulares y las agencias de los pueblos indígenas y afrodescendientes para resistir y/o resignificarlas; en suma, las relaciones desiguales de poder entre los variados agentes que ingresan al área patrimonial.

En “Apuntes sobre la patrimonialización y popularización de la cultura afroariqueña en Chile contemporáneo”, Ricardo Amigo presenta los principales hitos en la emergencia de nuevas configuraciones de la afrodescendencia en Chile, impulsadas por comunidades de las regiones de Arica y Parinacota, en el norte del país.  Estos grupos recurrieron a la reivindicación cultural frente al estado nacional como espacio para afirmar su originalidad, diferencia y existencia. En efecto, la afrodescendencia se fue configurando como un espacio de intervención política en la cultura y, a la vez, de intervención cultural en la política en las distintas regiones y países latinoamericanos de las últimas décadas (Annecchiarico & Martín, 2012). En esa línea, Amigo analiza la interesante reconstrucción de la práctica musical y danzaria del tumbe o tumba carnaval, su proceso de expansión y su inclusión en las políticas de patrimonio. A partir de medidas que se fueron implementando sobre estas prácticas para delimitar criterios de legitimación, representatividad y autoría, investiga de qué manera las propias políticas culturales inciden o posibilitan las performances y discursos respecto a la cultura afrochilena, creando una nueva capa de significado y complejidad en relación con estas expresiones culturales en Chile.

El artículo “Patrimonio, pueblos originarios y prácticas del secreto”, de Carolina Crespo y Jacqueline Brosky, indaga los modos en que ciertas poblaciones indígenas en Argentina asumen los regímenes patrimoniales que operan sobre sus expresiones, cuerpos y espacios. Las autoras señalan que en materia indígena, la visión positiva de la salvaguardia cultural oculta las relaciones de poder, las tensiones y avasallamientos que provocan esas políticas, así como el debate sobre los límites de lo patrimonializable. Ponen en foco el camino inverso del proceso patrimonial, es decir, parten de cómo ven y qué hacen las cosmovisiones indígenas con lo seleccionado como patrimonio por agentes oficiales, científicos y comerciales, aquella etapa que Francisco Cruces (1998) denomina “restitución”, o sea, de qué manera influye y qué queda para las comunidades del proceso patrimonializador. A través de ejemplos derivados de sus trabajos etnográficos con pueblos mbyá-guaraníes y mapuche que viven en el noreste y sur de la Argentina respectivamente, examinan qué nos dicen silencios y secretos indígenas sobre los regímenes patrimoniales.

Por otro lado, el artículo discute las políticas culturales que desde fines del siglo XX, se enmarcan en paradigmas multiculturales y de desarrollo sostenible, promoviendo la diferencia cultural dentro de la lógica del mercado y el turismo. Las políticas patrimoniales se encaminaron entonces no tanto a extraer los conocimientos, cuerpos u objetos indígenas de la periferia al centro para exhibirlos como residuos de un pasado en vías de extinción; sino a exhibir y performar la alteridad in situ, esto es, a comercializar aquello que se define como tradiciones exóticas vividas en el ámbito mismo de lo local. En el caso de las comunidades mapuche de la patagonia argentina, Crespo recibe relatos donde el silencio y la práctica del secretismo manifiestan la decisión de controlar y establecer un tope sobre aquello que, procesado como patrimonio, es vivido por los indígenas como botín de conquista. Brosky por su lado, investiga las tensiones que se gestan en los procesos de patrimonialización de prácticas mbyá-guaraní en el marco de la promoción turística de la provincia de Misiones, noreste de la Argentina. Aquí el secreto y la actitud de secrecía funcionan como una práctica comunicativa de ocultación que orienta la escucha y la mirada hacia los bordes aceptables para la comunidad de aquello que se quiere resguardar.

En el siguiente artículo, “Pueblos originarios, patrimonio y autenticidad en la promoción del ‘desarrollo con identidad’. Reflexiones desde el norte argentino”, Cecilia Benedetti analiza la problemática de la autenticidad en los procesos patrimoniales. Funda sus reflexiones en las investigaciones etnográficas que realiza en el noreste de la provincia de Salta, Argentina, una de las regiones con mayor presencia indígena del país. La autora parte de afirmar que nociones tales como ancestralidad, autenticidad o preservación hoy adquieren visibilidad en los proyectos de desarrollo. Así, organismos internacionales como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) o el Banco Mundial incluyen entre sus objetivos conservar las tradiciones, salvaguardar a la cultura intangible. Este paradigma domina hoy la gestión patrimonial en los niveles regionales, internacionales, nacionales y locales. El artículo de Benedetti recorre la literatura académica acerca de tal cuestión, que ocupa en este momento gran parte de los debates sobre cultura y patrimonio. Analiza nuevos aspectos acerca de la preservación cultural y la autenticidad que aparecen en estas directrices de “desarrollo con identidad”, cuáles son las instituciones y prácticas involucradas y cómo los indígenas se apropian, recrean y desafían dichas nociones. Considera que las novedades en torno a la autenticidad en estos enfoques de desarrollo refieren a principios que proponen una nueva configuración moral, donde adquiere relevancia la delimitación de lo auténtico como respeto a la diversidad cultural, en tanto se eluden otras condiciones diferenciales, como las históricas desigualdades sociales que arrinconan a estos pueblos en la pobreza extrema.

Cierra el Dossier el artículo “Experiencias comunitarias de conservación y defensa del patrimonio cultural: el District Six Museum, Ciudad del Cabo, Sudáfrica”, de Laura Efron y Marisa Pineau. Este estudio es fruto de diversas estadías de investigación en Ciudad del Cabo, Sudáfrica, llevadas a cabo por ambas historiadoras entre 1995 y 2019. El trabajo focaliza en los desplazamientos forzados de población durante el régimen racista de apartheid y las resistencias comunitarias que éstos generaron. El apartheid sostiene y justifica la explotación racial a partir del darwinismo social y de teorías eurocivilizatorias. Entre 1948 y 1994, el régimen impuso el principio de segregación racial residencial de forma obligatoria. En este contexto, el artículo se remonta a la expulsión de más de 60.000 personas residentes en el Distrito Seis (D6) de Ciudad de Cabo por parte del Estado nacional durante el año 1966. Los desplazados residentes del D6 crearon una fundación para exigir que no se ocuparan las tierras de su barrio y crearon también un museo comunitario para preservar su historia. La fundación del Museo en 1989, desempeña para Efron y Pineau un papel central en la conservación patrimonial del barrio, la memoria de un espacio-tiempo añorado y la imaginación a futuro. En este trabajo, describen las distintas facetas de la creación del Museo. Allí se mantiene la potencia de la comunidad tal como analizan las autoras, dado que el Museo construye una narrativa centrada en el patrimonio y la memoria colectiva; a la vez, difunde una proyección de los valores del no racismo que permitan construir narrativas emancipadoras y liberadoras hacia formas colectivas de reconstrucción de la identidad nacional.

Hemos situado en esta Introducción la multiplicidad de discusiones y ángulos de análisis que generan los estudios de caso abordados y, sobre todo, invitamos a su lectura. Quienes coordinamos este Dossier agradecemos a la Revista Páginas la posibilidad de presentar algunas de las principales problemáticas y ejes conceptuales que profundiza cada uno de los artículos de manera específica y transversal. Nuestra expectativa es haber contribuido a visualizar y poner en diálogo las ricas experiencias analizadas acerca de la activación, la investigación, y la gestión del patrimonio cultural, promoviendo un intercambio reflexivo y crítico Sur-Sur entre investigadorxs, disciplinas, y agentes del patrimonio en contextos nacionales diversos.

 

 

 

 Alicia Martín

Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano,

Ministerio de Cultura de la República Argentina-

Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires (Argentina)

alicia.martin462@gmail.com

 

Milena Annechiarico

Departamento e Instituto de Ciencias Antropológicas,

Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires (Argentina)

milargenta@gmail.com

 

Bibliografía

Annecchiarico, M., & Martín, A. (Eds.). (2012). Afropolíticas en América del Sur y el Caribe. Buenos Aires: Puentes del Sur.

Crespo, C., Morel, H., & Ondelj, M. (Eds.). (2015). La política cultural en debate. Diversidad, performance y patrimonio cultural. Buenos Aires: Ciccus.

Cruces, F. (1998). Problemas en torno a la restitución del patrimonio. Una visión desde la antropología. Alteridades. El Patrimonio cultural. Estudios contemporáneos. México, (8,16), Universidad Autónoma Metropolitana, Iztapalapa: 75-84.

Segato, R. L. (2007) La nación y sus otros: raza, etnicidad y diversidad religiosa en tiempos de políticas de la identidad. Buenos Aires: Prometeo Libros

UNESCO (1972) Convención sobre la Protección del Patrimonio Mundial Cultural y Natural, 16/11/1972

UNESCO (2003)  Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial, 17/10/2003.