Reseñas bibliográficas

 

 

LEVORATTI, Jorge (2021) La educación en el gobierno peronista de Domingo Mercante, 1946-1952: forjistas, peronistas y católicos. Buenos Aires: Biblos.

 

La política educativa del peronismo clásico, ha suscitado diversos análisis en la historiografía, y no sería arriesgado señalar que predominaron interpretaciones , concentradas principalmente en las cuestiones doctrinarias y la propaganda a partir de los manuales de estudio distribuidos en el zenit de la peronización, en especial con la figura de Evita. Estos análisis han dejado de lado otro tipo de visiones o miradas, privilegiando perspectivas Estado-céntricas. El mercantismo como movimiento político surgido con la gobernación de Domingo Mercante en la provincia de Buenos Aires, como han demostrado diversos estudios, se formó en una tensa amalgama de lealtades y discusiones a la cual el autor se circunscribe y busca aportar con este trabajo. Jorge Levoratti apunta a una renovación y a una investigación que plantea en qué medida la política educativa de Mercante “fue el espejo del modelo de sociedad que animaba los actos políticos del gobernador” (pág. 34). Asimismo abarca una cantidad variada de actores que conforman un elenco sumamente heterogéneo en dichas políticas: las directrices nacionales la burocracia provincial, los sindicatos docentes, el abánico ideológico del senado provincial, los altos mandos de la iglesia, los cuadros técnicos.

El autor no solo se detiene en los seis años en los que estuvo al frente de la gobernación  Mercante sino también en los mandatos iniciados en la Revolución del 43 como factor embrionario del peronismo, y teniendo como base de partida de la política educativa el Consejo General de Educación (DGE) y el posterior –novel- Ministerio de Educación bonaerense. Es así como los seis capítulos presentan una división cronológica que atiende a las gestiones que fueron delineando la maquinaria estatal.  Para ello se destaca una rica labor de archivo y la extensa cantidad de reservorios consultados para la pesquisa, superando las limitaciones de las leyes y el mero discurso oficial. La exploración se nutre de fondos documentales privados, notas de opinión y hasta entrevistas a familiares de los cuadros que han participado activamente en la historia de la educación bonaerense durante aquellos años.

El primer y segundo capítulo ronda el preludio del peronismo con las gestiones iniciadas con el golpe de Estado de 1943 y que ya dejan al descubierto la sucesión de políticas y de orientaciones ideológicas sumamente diversas que se verán profundizadas por la inestabilidad de la época. Asimismo el censo escolar y el análisis llevado a cabo por el autor nos invita a conocer la situación de la educación provincial, en particular a las problemáticas que atañen al alfabetización y el abandono escolar; combinado también las nuevas preocupaciones en torno a la infancia y la enseñanza profesional. En este sentido se suma el análisis de una unidad/un actor esencial de la educación: el docente. Un punto innovador que coquetea con la cuestión del mercado de trabajo, el sindicalismo y la pugna por mejores condiciones de trabajo; temas más que relevante en la actualidad.

El tercer y cuarto capítulos analizan las primeras dos gestiones peronistas, bajo la dirección de Alejandro Greca y Estanislao Maldones respectivamente. La primera estuvo subsumida a la problemática de la fragilidad de Mercante en el poder y como perjudicó el diseño de políticas educativas. Greca, limitado tanto por los docentes como por la oposición en la legislatura provincial, intentó llevar a cabo medidas que surcaron entre el fracaso y un éxito limitado. En este último punto se encontraba el “Proyecto Simini” para la creación de los primeros jardines de infantes, los planes para la formación profesional que cuestionaba a los magisterios, y los primeros lineamientos del Plan Integral de Edificación Escolar (PIEE). Ya en la gestión de Maldones y con la victoria electoral en las elecciones legislativas que consolidaron al régimen provincial, se abrió paso a ciertas innovaciones que permitieron un reordenamiento y centralización en la organización de la DGE. Sumando campos profesionales como la psicología e invocando un cristianismo práctico que mezcló tradición, criollismo y un liberalismo católico in crescendo.

Hacía 1949 en el cenit del poder provincial de Mercante y la sanción de la reforma de la Constitución tanto a nivel nacional como provincial, el quinto capítulo, detalla con precisión la reestructuración del sistema y la orientación ideológica a nivel educativo. Esta sección discute el criterio de centralización del peronismo y las disputas que comenzaban a nacer en la relación Perón-Mercante, en comparación y en relación con el clero. El compromiso del gobernador con la iglesia, a diferencia del presidente, será decisivo en el desarrollo intelectual del naciente Ministerio de Educación y su “catolización” que se expone con el sexto y último capítulo.

Este capítulo final gira en torno a la gestión ministerial de Julio César Avanza que cobró relevancia tanto por su permanencia como en el modelo social que inspiró a Mercante y que buscó implementar en profundidad hasta su estrepitosa caída en 1952. Este apartado es el más extenso y en el que se puede diseccionar tres correlatos: la nueva organización ministerial y el paradigma del catolicismo centrado en el rol de la figura de Emilio Fermín Bignone; la legislación temprana de la creación de escuelas-fábrica y los Instituciones Superiores de pedagogía; y finalmente, con los últimos meses en el poder, con las medidas casi testimoniales de Avanza como el estatuto docente y sobretodo la Ley de educación que delineó cuestiones particulares de la enseñanza católica obligatoria como la coeducación.

En suma, La educación en el gobierno peronista de Domingo Mercante, es un libro que atraviesa, cuestiona e ilumina distintos vacíos historiográficos, que permiten reflexionar el mercantismo y la importancia de alejarse del Estado-centrismo, cuyo análisis de la gestión nacional muchas veces carga saberes preconcebidos como el carácter monolítico del Estado.  La mixtura entre peronismo católico y catolicismo peronista desentrañada en el análisis del régimen provincial abre la puerta a nuevas interrogantes en un combate de ideas y en especial de un modelo de la sociedad, que tiene en este caso a la educación como vehículo de esa búsqueda. Como sostiene Carolina Barry en el sugerente prólogo, el libro trasciende en su aporte a la historia de la educación y nos invita a repensar el fenómeno político más perdurable de la historia argentina.

 

 

Ignacio Iván Araujo

Universidad Nacional de General Sarmiento,

Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Argentina)

 ignacioaraujo.8@gmail.com