Anabela Ghilini
Auge y ocaso de la Universidad Nacional y Popular de Buenos Aires: El caso de la carrera de Sociología de la Facultad de Filosofía y Letras[1]
Rise and decline of the National and Popular University of Buenos Aires: The case of the Sociology career at the Faculty of Philosophy and Letters
Anabela Ghilini
Universidad Nacional Arturo Jauretche (Argentina)
anabelaghilini@hotmail.com
Resumen
En mayo de 1973 cuando el gobierno de Héctor Cámpora designa a Rodolfo Puiggrós como Rector interventor de la Universidad de Buenos Aires, una nueva reforma universitaria se puso en marcha bajo un clima de fuerte efervescencia política. El sacerdote Justino O´Farrell –figura destacada de la experiencia de las Cátedras Nacionales– asumirá como decano interventor de la Facultad de Filosofía y Letras de la denominada Universidad “Nacional y Popular”. El presente trabajo se propone contribuir a un mayor conocimiento acerca de cuáles fueron las principales medidas llevadas a cabo durante su gestión y en particular cuáles fueron las transformaciones que se dieron en la Carrera de Sociología. Como estrategia metodológica se analizan diversas fuentes escritas –principalmente las resoluciones del decanato de dicha facultad y la reforma del plan de estudio de 1974– junto con testimonios orales.
Palabras Clave
Universidad; Peronismo; Sociología; Cátedras Nacionales; Justino O´Farrell.
Abstract
In May 1973, when the government of Héctor Cámpora appointed Rodolfo Puiggrós as Rector of the University of Buenos Aires, a new university reform was launched under a climate of strong political effervescence. The priest Justino O´Farrell - a prominent figure in the experience of the National Chairs - will assume as dean auditor of the Faculty of Philosophy and Letters of the so-called "National and Popular" University. The present work aims to contribute to a greater knowledge about what were the main measures carried out during his administration and in particular what were the transformations that occurred in the Career of Sociology. As a methodological strategy, various written sources are analyzed –mainly the resolutions of the dean of said faculty and the reform of the 1974 study plan– along with oral testimonies.
Keywords: University; Peronism; Sociology; National Chairs; Justino O´Farrell.
De las Cátedras Nacionales a la Universidad del 73
Las denominadas Cátedras Nacionales (CN) fueron una novedosa experiencia en la carrera de Sociología de la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL) de la Universidad de Buenos Aires (UBA) que tuvo lugar durante el período comprendido entre 1967 y 1971. Estas cátedras son frecuentemente recordadas porque estimularon la reorientación de intelectuales y militantes universitarios hacia el peronismo. Además, renovaron el ámbito de las Ciencias Sociales al articular el conocimiento acerca de la realidad social nacional y latinoamericana con la lucha por la liberación y la revolución.
En importantes trabajos recientes se han retomado diversas cuestiones sobre las CN destacando esta experiencia como parte de la politización y peronización de estudiantes, docentes e intelectuales: Nicolás Dip (2017), Sergio Friedemann (2017), Anabela Ghilini (2017a y 2017b), Nicolás Dip y Anabela Ghilini (2015) y otros más clásicos como el de Ana Barletta y Cristina Tortti (2002); Lucas Rubinich (2003). En particular, este trabajo se propone abordar el período que se inicia en mayo de 1973 cuando el gobierno de Héctor Cámpora designa a Rodolfo Puiggrós como Rector interventor de la Universidad de Buenos Aires, una nueva reforma universitaria se puso en marcha bajo un clima de fuerte efervescencia política.[2] El sacerdote Justino O´Farrell –figura destacada de la experiencia de las Cátedras Nacionales– asumirá como decano interventor de la Facultad de Filosofía y Letras de la denominada Universidad “Nacional y Popular”. El presente trabajo como parte de una investigación empírica de más largo alcance, se propone contribuir a un mayor conocimiento acerca de cuáles fueron las principales medidas llevadas a cabo durante su gestión y en particular cuáles fueron las transformaciones que se dieron en la Carrera de Sociología.
Es conocida la incidencia de la Tendencia Revolucionaria del peronismo (TR)[3] en el gobierno de Cámpora, una muestra de ello fue el ministerio de Educación, y particularmente el ámbito institucional de la UBA.[4] La figura de Rodolfo Puiggrós surge como propuesta dado que contaba con un amplio respaldo por parte de diversos sectores del movimiento estudiantil. Al asumir Puiggrós como Rector de la UBA no sólo la Juventud Universitaria Peronista (JUP) -encabezada por José Pablo Ventura - apoyó su nombramiento, también lo hicieron ambas FUA, la FUBA, el MOR (PC), Franja Morada y otros. Desde entonces se llevarán adelante importantes transformaciones en esta casa de estudios, la cual se rebautizó y pasó a denominarse “Universidad Nacional y Popular de Buenos Aires”[5] a partir del período que se inicia el 29 de mayo de 1973 y hasta el 17 de septiembre de 1974.[6] Se intentó de esta manera, institucionalizar un proyecto universitario que dejaba atrás la universidad “aristocrática” y “colonialista” (Puiggrós, 1974:28). En función a ello, Puiggrós designó las nuevas autoridades que llevaron adelante esta tarea. Según el testimonio de Jorge Carpio, Puiggrós arma un gabinete “compartiendo la mitad con los Monto y la mitad con nosotros, con los nacionales”. Según el testimonio de Jorge Carpio fue un mandato expreso de Perón darle lugar a los docentes vinculados a las Cátedras Nacionales de Sociología.[7] Ernesto Villanueva, quien ocupaba el cargo de Secretario general del Rectorado- era quien mantenía un vínculo estrecho con la JUP ligada a Montoneros, ámbito desde el cual buscaba incidir directamente en las designaciones de las autoridades proponiendo candidatos orgánicos a esta organización o al menos simpatizantes con ella.[8]
En la designación de las nuevas autoridades los candidatos debían reunir varias condiciones: ser figuras intelectuales reconocidas en cada área o disciplina, que adhirieran al proyecto universitario planteado por el rectorado y además, contaran con el apoyo de las agrupaciones estudiantiles de cada facultad.[9] Puiggrós sostenía que era de “vital importancia para cumplir los proyectos de la universidad nacional y popular la identificación del cuerpo docente, cualquiera sea su militancia política, con la concepción de la Argentina independiente, soberana y justa” (Puiggrós, 1974:45). El 31 de mayo de 1973 por resolución del rectorado fueron designadas la mayoría de las nuevas autoridades[10]: En la Facultad de Exactas y Naturales, Miguel Angel Virasoro, en Ciencias Económicas Oscar Sbarra Mitre, en la Facultad de Odontología, Alberto Banfi, en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo, Alfredo Ibarlucía, en la Facultad de Ingeniería, Teseo Roscardi -quien renunció a los pocos días-, en la Facultad de Ciencias Veterinarias, Francisco Rossi. En la Facultad de Farmacia y Bioquímica, el doctor Laguzzi, en Agronomía, el Licenciado Horacio Pericoli, en la Facultad de Medicina, el doctor Tomás Andrés Masciti -que no ejerció el cargo y fue reemplazado de inmediato- y en la Facultad de Derecho Mario Kestelboim[11].
En el marco de estas designaciones fue nombrado el sacerdote tercermundista y figura destacada de las Cátedras Nacionales, Justino O’ Farrell, como decano interventor de la Facultad de Filosofía y Letras.[12] Acompañando a Justino como Secretario de Asuntos Académicos[13] –un cargo estratégico- fue elegido el joven sociólogo Ricardo Sidicaro que si bien no estuvo ligado a las CN se destacaba por su militancia en la Juventud Peronista.[14] En cuanto a la dirección de las carreras e institutos de investigación, los cargos fueron ocupados mayoritariamente por intelectuales que estuvieron vinculados con las Cátedras Nacionales. Esto nos hace suponer que esta experiencia fue significativa y será revalorizada a la hora de definir las políticas universitarias de esta nueva etapa.
En este sentido, Adriana Puiggrós se refirió a las Cátedras Nacionales como un primer ensayo de la transformación universitaria que promovía la izquierda peronista:
“En la Universidad de Buenos Aires quizás fueron las llamadas “cátedras nacionales” quienes intentaron por primera vez desarrollar una propuesta pedagógica de izquierda nacional y de peronismo de izquierda posibilitada por las luchas docente-estudiantiles que, en esa época, habían empezado a imbuirse de contenidos nacionales y populares. En las cátedras nacionales confluían dos tendencias nuevas: la de superar los límites de la vieja izquierda y la de valorar las posibilidades de los universitarios para intervenir en el debate sobre los problemas nacionales, que se hacía indispensable (Puiggrós, 1979).”
Respecto a la ocupación de cargos directivos en la FFYL podemos dar cuenta que la dirección del Departamento de Sociología -dado de que se encontraba acéfalo[15]- fue asumida inmediatamente por Justino O´Farrell[16] y como Director del Instituto de Sociología fue designado Jorge Carpio[17], quien también colaboraría como Asesor Docente de la facultad y como Secretario de Planeamiento del Rectorado. Su compañera, la socióloga Susana Checa fue designada Secretaria Académica del Departamento de Sociología.[18] Luego también fueron designados como Secretarios Académicos de dicho departamento Pablo Franco y Fernando Álvarez–ambos docentes de las CN-.[19]
Otra figura ligada con las Cátedras Nacionales como Guillermo Gutiérrez fue nombrado director del Instituto de Antropología, del Museo Etnográfico y del Departamento de Ciencias Antropológicas[20]. El filósofo Conrado Eggers Lan fue designado como Director interventor del Departamento de Filosofía[21], Francisco “Paco” Urondo –militante de Montoneros- fue designado como Director interventor del Departamento de Letras y como Secretaria Académica del Departamento de Letras, quien fuera la esposa de Roberto Carri, Ana María Caruso[22] -ambos militantes de Montoneros[23]-. Rodolfo Ortega Peña estuvo al frente del Departamento de Historia y de los Institutos de Historia Antigua Oriental, Historia de España, Historia Moderna y en los Centros de Estudios de Historia socioeconómica Latinoamericana y Argentina y de Historia Urbana[24], mientras que Eduardo Luis Duhalde fue designado como Director del Instituto de Historia Argentina y Americana “Dr. Emilio Ravignani”[25]. Gunnar Olson reemplazó a Ortega Peña como director del Instituto de Historia Moderna a partir del 8 de junio de ese año[26] y Adriana Puiggrós estuvo a cargo del Instituto de Ciencias de la Educación[27] y del Departamento de Ciencias de la Educación[28].
INTEGRANTES DE LAS CÁTEDRAS NACIONALES Y DOCENTES DE LA CARRERA DE SOCIOLOGÍA CON PARTICIPACIÓN EN LA UNIVERSIDAD DEL 73 | |||
Justino O`Farrell | Nació en la ciudad de Buenos Aires en 1924. Falleció en 1981. | Sacerdote. Realizó un Doctorado en la Universidad Gregoriana, Master of Arts en Sociología en la Universidad de Fordham, Nueva York, EEUU. Siguió cursos de posgrado en la Universidad de California, EEUU. | Participó de diversos ámbitos de renovación posconciliar como la COEPAL y mantuvo nexos con el MSTM. |
Roberto Carri | Nació en la ciudad de Buenos Aires en 1940. Fue detenido en su casa de Hurlingham el 24 de febrero de 1977. Junto con Ana María Caruso fueron llevados al centro clandestino “El Sheraton”. | Estudió Sociología en la UBA y finalizó la carrera en 1965. Colaboró en varias expresiones periodísticas como fueron Primera Plana y La Opinión. Fue profesor de sociología de la UBA, Del Salvador y de Mar del Plata | Militó en la FJC y luego ingresó a la agrupación JAEN liderada por Galimbertti. Luego en las FAP y unos años después ingresó a Montoneros. |
Alcira Argumedo | Nació en la ciudad de Rosario en 1940. Falleció el 2 de mayo de 2021. | Estudió Sociología en la UBA y finalizó la carrera en 1965. | Su militancia comenzó en el Partido Socialista. Luego se vinculó con el Peronismo de Base y las FAP. Ingresó a Montoneros y fue una de las primeras en distanciarse de esta agrupación. Mantuvo contacto con el grupo que formó la JP Lealtad. Se desempeñó como Secretaria de Cultura de la Provincia de Buenos Aires en 1973/74. Se exilió a México entre los años 1978 y 1983. |
Susana Checa | Nació en la ciudad de Buenos Aires en 1941. Falleció el 23 de julio de 2021. | Estudió Sociología en la UBA y finalizó la carrera en 1966. | Su militancia comenzó en el PSAV y luego se volcó hacia el peronismo. Más tarde ingresó a Montoneros. |
Jorge Carpio | Nació en la ciudad de Arequipa, Perú en 1940. | Estudió Sociología en la UBA y finalizó la carrera en 1970. | Su militancia estudiantil comenzó en la UNLP ligado al grupo AMAUTA y la FJC. Se contactó con grupos peronistas cercanos a J. W. Cooke. Luego se mantuvo ligado al Peronismo de Base y las FAP. Mantuvo contacto con el grupo que formó la JP Lealtad. |
Juan Pablo Franco | Nació en la Ciudad de Buenos Aires en 1943. | Estudió Sociología en la UBA y finalizó la carrera en 1967. Publicó diversos trabajos entre los cuales se destaca el libro del año 1967, La influencia de los Estados Unidos en América Latina. En coautoría con Conrado Eggers Lan publicó Desarrollo y Desarrollismo. | Formó parte de la CGTA, en la Comisión de Estudios y Relaciones Internacionales. |
Ernesto Villanueva | Nació en la Ciudad de Buenos Aires en 1945. | Estudió Sociología en la UBA y finalizó la carrera en 1968. | Inició su militancia en la agrupación estudiantil de Económicas Renovación Reformista que era proto FEN. Militante de las FAP. Luego ingresó a Montoneros. |
Fernando Álvarez | Estudió Sociología en la UBA y finalizó la carrera en 1969. Publicó el libro “Desarrollo Capitalista y estructura de la dependencia” en el año 1973, primero por la Editora Latina y luego por Ediciones Pevuel. | Se vinculó al Movimiento Revolucionario Peronista (MRP). |
La reforma del plan de estudios en Sociología
En sintonía con los postulados planteados por la izquierda peronista para lograr institucionalizar la Universidad Nacional y Popular se realizaron diversos esfuerzos para revisar los contenidos de la enseñanza y reformular los planes de estudios con el propósito de “nacionalizar y actualizar la enseñanza” (Puiggrós, 1974:67) e incorporar nueva bibliografía acorde con la problemática nacional, latinoamericana y tercermundista. Se incorporó una materia común para todos los estudiantes que se llamaba Historia Social de las Luchas del Pueblo Argentino (Puiggrós, 1974:67-68). Se trataba de una materia que tenía la intención de iniciar en la discusión política a la comunidad universitaria e incluir a los futuros profesionales en la disputa histórica de la Argentina.
Puiggrós propuso el control de los textos y de los planes de enseñanza. En declaraciones de esos años afirmó “no podemos permitir por ejemplo, que so pretexto de que una institución determinada financie un instituto, la enseñanza de ese instituto se adapte a los planes positivistas que reclama esa fundación” (Puiggrós, 1974:36). En “los lineamientos para la reconstrucción universitaria” se estableció como pautas generales que la enseñanza se centraría más en problemas nacionales concretos que en disciplinas o “materias”, que los estudiantes se incorporarían a grupos de trabajo e investigación de esos problemas y recibirán cursos de apoyo de las disciplinas usuales, mientras que el aprendizaje comenzaría siendo concreto, vinculado a la realidad nacional, y avanzando en abstracción y rigor en años sucesivos.[29]
El plan de estudios de la carrera de Sociología fue modificado en varias ocasiones buscando definir el perfil del sociólogo. Recordemos que el plan de estudios de la carrera había sido modificado a partir del primer cuatrimestre de 1973.[30] Esta vez, las modificaciones propuestas estaban dirigidas a privilegiar un conjunto de materias que permitieran a los egresados tener un “conocimiento adecuado de la realidad nacional, sus orígenes históricos y su contexto internacional”[31] e incorporar áreas de especialización que favorecieran la inserción ocupacional de los sociólogos, acordes con la nueva etapa que estaba atravesando el país.
Lo mismo ocurrió en la carrera de Letras y en la de Ciencias de la Educación, ambas pertenecientes a la FFYL, en la misma búsqueda de acercamiento de la universidad y el pueblo fueron creados equipos de alfabetización y se realizaron convenios con los municipios del conurbano bonaerense para llevar adelante esas tareas (Puiggrós, 1974:108). Adriana Puiggrós impulsó la renovación del plan de estudios de la carrera de Ciencias de la Educación – en el que se intentó plasmar la idea de un pedagogo más moderno y mucho más vinculado a la problemática concreta del sistema educativo-, creó una especialización para maestros en ejercicio en La Matanza y promovió la invitación especial para dar cursos a figuras como el pedagogo Paulo Freire, Darcy Ribeiro y Leopoldo Chiappo –filósofo peruano- (Carli, 2016: 247). Asimismo, en la búsqueda por tender puentes con la cultura popular una de las nuevas materias fue dictada por Alicia Eguren[32] compañera de Cooke, “El pensamiento de John William Cooke”, la cual estaba destinada a recuperar su obra dispersa en buena medida en cartas y notas informales (Blois, 2018:173).
En el caso de la Carrera de Sociología, el nuevo plan al que nos referimos fue aprobado por las autoridades de la facultad el 18 de febrero de 1974 y por el Consejo Superior de la universidad el 28 de febrero de ese mismo año, por lo que entró en vigencia el primer cuatrimestre de 1974.[33] Las materias obligatorias se distribuyeron entre reconocidas figuras de la sociología nacional y las CN como Ernesto Villanueva –Análisis de la sociedad argentina I (1880-1943)- Juan Pablo Franco, quien además de estar a cargo del Instituto de Sociología dictaba Análisis de la sociedad argentina II (1943-1955) y Fernando Álvarez de Análisis de la sociedad argentina III (1955-hasta la actualidad).
La mayor parte de las materias continuaron con temáticas similares a las que ya habían sido abordadas por las CN como la cuestión de la dependencia, la historia del movimiento obrero y del sindicalismo en argentina, el énfasis en la historia nacional y latinoamericana, entre otros.
NUEVO PLAN DE ESTUDIO (1974)
2. Ciclo de fundamentación 13 materias obligatorias: Sociología Sistemática (anual), Historia de los países imperialistas, Economía Política, Análisis de la Sociedad Argentina I (1880-1943), Problemas Económicos Argentinos (1955 a la actualidad), Métodos de Investigación de la realidad social, Sociología de la Dependencia, Análisis de la Sociedad Argentina II (1943-1955), Sociología del Poder, Técnicas de análisis cuantitativo de la realidad social, Análisis de la Sociedad Argentina III (1955 a la actualidad), Sociología de la Cultura, Procesos Nacionales Contemporáneos.
3. Ciclo de especialización: 2 materias obligatorias -Teoría y problemas de la Sociedad Argentina y Principios de Planificación Social- junto con 4 cursos optativos en el Departamento de Sociología u otro Departamento de la Facultad y 2 Seminarios de Especialización (anuales) entre los que se dictan en el Departamento de Sociología por parte de equipos de estudio, investigación y trabajo. Como por ejemplo: Seminario de especialización “Problemas urbanos y de la vivienda en la Argentina”; “Problemas rurales en la Argentina”; “Planificación regional”; “Problemas de salud en Argentina”, entre otros que se podrían incorporar al plan de estudios en la medida en que se constituyeran equipos de investigación en áreas prioritarias.
4. Horas prácticas de investigación: se debe cumplir un mínimo de 200 horas de investigación en el ámbito del Departamento y del Instituto de Sociología. Por lo menos 100 de estas horas se podrán realizar en los seminarios de especialización, a razón de 50 horas por seminario.
5. Idiomas: Se podrá optar entre inglés o francés, aprobando en uno de ellos los niveles que la facultad estipule en materia de Lenguas Extranjeras.
Las materias denominadas “especiales” debían tener relación con las prioridades nacionales (salud, vivienda, trabajo, educación). Durante el segundo cuatrimestre de 1973 se aprobó el dictado de las siguientes asignaturas especiales de la carrera[34]:
MATERIAS ESPECIALES | DOCENTES A CARGO |
Sociología de la vivienda | Jorge Jenkins[35] |
Planificación y desarrollo regional | Julio Testa |
Problemas Socioeconómicos Argentinos | Francisco Rodríguez |
Sociología del Trabajo | Juan Carlos Portantiero (Adjunto) |
Sociología de la población | Ana Rothman |
Problemas de la Educación Argentina | Juana Juarez |
Sociología política | Silvio Frondizi |
Estructuras de la dependencia | Ricardo Sidicaro |
Dialéctica de la dependencia y la liberación en la Historia Argentina | Aníbal Jozami |
América Latina y los centros de poder mundial | José Paradiso |
El problema del poder en la revolución peronista | Francisco Piñon |
Ciencia y política: Medicina y sociedad. La revolución justicialista y la salud | Graciela Biagini |
Argentina Contemporánea (1955-1973) | Fernando Álvarez |
Elaboración propia en base a las resoluciones del Decanato Nº 550 y 551 con fecha del 10 de agosto de 1973
Se destaca en el plantel docente de aquel momento, la llegada de un conjunto de docentes cuyas credenciales habían sido acumuladas en la militancia dentro del peronismo. Tal es el caso de José Fernández Valoni que dictaba la materia Seguridad y defensa nacional y Carlos Mazar, uno de los fundadores del grupo de Cine Liberación y dictaba la materia llamada Seminario de Cine y realidad nacional (Blois, 2018:177-178). Asimismo, ente los graduados que se hacían cargo por primera vez de una materia y tenían una fuerte identificación con el peronismo podemos ver, por ejemplo, a Aníbal Jozami en Dialéctica de la dependencia y la liberación de la historia argentina y Francisco Piñón en su materia El problema del poder en la Revolución Peronista. La asignación de las materias o seminarios era indisociable de los diferentes grupos políticos que pugnaban por ocupar un espacio en la universidad. Cabe destacar que en aquel entonces junto con las credenciales propiamente “disciplinares” se le asignó un peso importante al capital obtenido en espacios de militancia propios de la universidad o ajenos a ella (Blois, 2018:177-178). En este marco, la Carrera de Sociología se convirtió en un importante ámbito de discusión política y eso fue acompañado por la ampliación del número de inscriptos a la carrera que en un año ascendió de 1075 a 1542 junto con el aumento en la cantidad de estudiantes que cursaban las materias e incluso, quienes participaban de ellas para poder asistir a las clases de prestigiosos docentes.
La renuncia de Justino O’Farrell y el ascenso de Adriana Puiggrós como decana de FFYL
El 23 de septiembre de 1973 las elecciones presidenciales dieron por ganadora a la fórmula Juan Domingo Perón y María Estela Martínez. A los dos días siguientes, era asesinado el dirigente de la Confederación General del Trabajo (CGT), José Ignacio Rucci por un comando de Montoneros. Inmediatamente Perón inició la ofensiva contra los sectores radicalizados del peronismo y allí comenzaría el final de estas iniciativas. En el caso de las universidades, Taiana primero solicitó la renuncia de los profesores Rodolfo Ortega Peña y Eduardo Duhalde a raíz de las críticas que ambos esgrimían desde la revista Militancia Peronista para la Liberación (MPL)[36] al gobierno peronista y a la figura de Perón. Luego, en octubre de 1973 Taiana le pide la renuncia a Rodolfo Puiggrós. A pesar del fuerte rechazo que estas medidas provocaron por parte de estudiantes y docentes, Puiggrós presentó su renuncia y a partir del 1 de octubre de 1973 dejó su cargo (Rodríguez, 2015). La JUP organizó una marcha en apoyo y dispuso la ocupación de las diferentes Facultades y el rectorado junto con el apoyo de los decanos. En su reemplazo asumió Alberto Banfi –quien renuncia a los dos días por presiones de los estudiantes[37]- y posteriormente asumió como rector interventor Ernesto Villanueva quien manifestó que continuaría con la misma línea que Puiggrós y contó con el apoyo estudiantil de la JUP y otras agrupaciones afines. Este se mantendría en el cargo hasta el comienzo de la “normalización universitaria” en marzo de 1974.[38]
Una vez sancionada la nueva Ley Universitaria 20.654 conocida como Ley Taiana[39] los interventores de las universidades nacionales presentan sus renuncias, incluido Villanueva, y a pesar de que la JUP lanzó un comunicado pidiendo que continuaran en sus cargos quienes que venían cumpliendo funciones, a partir del 23 de marzo de 1974 asumió como rector normalizador el ex vicepresidente de la Nación Vicente Solano Lima. Justino O’Farrell fue ratificado en el cargo pero al mes siguiente presentó su renuncia, siendo reemplazado por Adriana Puiggrós, quien con 32 años asume como decana de la FFYL y continúa con la gestión de esta facultad (entre abril y septiembre de 1974).[40] En el acto de asunción se produjo un enfrentamiento entre un grupo de la Concentración Nacional Universitaria (CNU) y la JUP sintomático del clima que en ese entonces se vivía en las universidades, producto de los conflictos entre diversos sectores del peronismo.
La asunción de Adriana Puiggrós provocó un momento de inflexión en la FFYL porque se definía políticamente a favor de Montoneros y en consecuencia, a algunos docentes se los hace renunciar a sus cargos como fue el caso de Alcira Argumedo y de Horacio González.[41] Alcira Argumedo relata lo siguiente:
“A nosotros nos echaron. Con ciertos artilugios. Durante todas las Cátedras Nacionales nuestro líder simbólico era Justino O’Farrell, era un personaje maravilloso realmente. La idea que habíamos propuesto es que Justino fuera el titular de una cátedra y que se hiciera como se había hecho muchas veces, que tuviera dos adjuntos, un adjunto monto y un adjunto leal o lo que fuera. “¡Ah, no! Si querés ponemos dos titulares”. O sea me patotearon, y querían que yo disputara con Justino. Te iban poniendo en situaciones de una violencia ética que era imposible, entonces nos sacaron corriendo. Por supuesto a los cuatro meses los sacaron corriendo a ellos también”.[42]
Adriana Puiggrós, al realizar un balance autocrítico de la universidad del ’73, desde el exilio mexicano sostuvo que “la izquierda peronista registraba en su interior una profunda heterogeneidad que podría haber resultado profundamente productiva si se la hubiera aceptado, asumido y legalizado” pero por el contrario, “se intentó superar mediante una política verticalista y antidemocrática en lo interno y en lo externo” (Puiggrós, 1979:11). Y más adelante, también señala que se ocultaron esas contradicciones “en lugar de crear espacios adecuados para que se desarrollaran en forma no excluyente” e incluso se exacerbaron después al romper “no sólo con la derecha del peronismo sino con Perón, con el sindicalismo y con aquellas fuerzas políticas no peronistas que habían apoyado la gestión universitaria en un comienzo” (Puiggrós, 1979:11).
Es importante reseñar que durante el período que se inicia en septiembre de 1973 se producen una serie de rupturas con Montoneros que se fundaron principalmente en el rechazo de la continuidad de la lucha armada en el marco del gobierno peronista y en el apoyo incondicional a la conducción de Perón. En ese momento la JUP quedó descolocada, ya que aún mantenía acuerdo con las diversas fuerzas políticas. Al tiempo algunos militantes constituyeron la Juventud Peronista Lealtad (JP Lealtad). La existencia de la JP Lealtad se dio a conocer oficialmente el 14 de marzo de 1974 mediante una solicitada publicada en el diario Clarín titulada “La conducción de Montoneros es Perón” (Pozzoni, 2017). Entre los sociólogos que tuvieron un acercamiento a la JP Lealtad podemos mencionar a Horacio González y Alcira Argumedo y con posiciones cercanas también a Jorge Carpio. El caso de Alcira Argumedo es significativo porque al igual que Ernesto Villanueva y Alejandro Peyrou se habían ido de las FAP por “oscuros”[43] y reavivan este debate ahora desde Montoneros.[44] Un ejemplo de este conflicto es narrado por Alcira Argumedo en la Revista El Ojo Mocho. Allí ella cuenta que se fractura el grupo de las CN:
“Yo estaba en el Instituto del Tercer Mundo Y Ernesto Villanueva (entonces rector en comisión de la UBA) me echa [….] nosotros habíamos apoyado esas formaciones especiales porque éramos peronistas […] nuestra identificación más clara era como peronistas, no como montoneros, por más simpatías que tuvieras con el proceso; entonces el tema es que creo que de alguna manera esto llevó a una ruptura dolorosa y drástica en el interior de las cátedras porque bueno, éramos amigos que veníamos trabajando juntos hacía cinco o seis años”.
Ellos son expulsados de FFYL y encuentran en la Facultad de Económicas donde estaba como decano Oscar Sbarra Mitre un lugar donde continuar con la docencia –al menos durante el primer cuatrimestre de 1974-. La tesis de Mariana Pozzoni demuestra las dificultades que emergieron en el seno de la TR entre los grupos que finalmente integraron la disidente “JP Lealtad” y Montoneros, en función del peso mayor asignado a las posiciones movimientistas defendidas por los primeros y la línea más “militarista” de los segundos. En el esquema de Pozzoni, estas divisiones ya estaban presentes en los orígenes de Montoneros, siendo el grupo movimientista que se incorpora desde las FAP en 1971 el representante más acabado de la línea “política”, que luego devendrá en el corazón de JP Lealtad (Pozzoni, 2017).
Suponemos que la renuncia de Justino O’Farrell guarda relación con estos acontecimientos. Sostiene Adriana Puiggrós que: “él [Justino] estaba harto de las presiones y esto es así y yo lo vivía día tras día con él. En marzo empieza un paro de los trabajadores del Pucará de Tilcara –dependiente de la FFYL de la UBA-. (…) No soportaba la cantidad de presiones que había”. Según Villanueva los motivos de la renuncia de Justino no fueron políticos sino más bien técnicos, ya que no le interesaba la gestión (Friedemann, 2021). No obstante, entre el período de Justino O`Farrell y los cinco meses que estuvo Adriana Puiggrós prevalecen las continuidades. Un dato importante a tener en cuenta es que casi todos los cuadros directivos de la gestión O’Farrell continuaron –aunque cambiando de puestos-. Justino O`Farrell ocupó la dirección del Departamento Docente de Posgrado, Roberto Raúl Gutman pasó de Secretario de Supervisión Administrativa a Secretario de Investigación y Trabajo; Sergio Puiggrós –hermano de Adriana y militante de Montoneros- ocupaba el cargo de Secretario de Asuntos Estudiantiles y continuó en el mismo (Mallimacci y Giorgi, 2007).
La restauración conservadora
Tras la muerte de Perón, el 1 de julio de 1974, en un clima de fuerte ofensiva de los sectores de la derecha peronista, la represión junto con la violencia paraestatal aumentó significativamente y las tensiones entre el gobierno nacional y los grupos de la izquierda peronista que conducían la UBA se hicieron cada vez más fuertes.[45] El 14 de agosto de 1974, se inició un nuevo ciclo en la universidad cuando Oscar Ivanissevich católico tradicionalista -identificado con los sectores de la derecha peronista- asumió el Ministerio de Educación en reemplazo de Jorge A. Taiana –quien fue obligado a presentar su renuncia-.[46] Ivanissevich resaltó el rol cristiano de la universidad y en ocasiones utilizó expresiones similares a las de Octavio Derisi –rector de la UCA- para referirse a la misma (Rodríguez, 2015:45).
Tres semanas después del desplazamiento de Taiana de la cartera educativa, la Triple A colocó una bomba en la casa del Rector de la UBA, Raúl Laguzzi, un episodio de violencia en el que asesinan a su pequeño hijo. A los días siguientes presenta su renuncia y se exilia del país.[47] Tres días antes de la bomba en casa de Laguzzi, también había estallado una bomba en casa de la decana de Filosofía y Letras, Adriana Puiggrós. Ante estos hechos, Ivanissevich nombró por decreto a Alberto E. Ottalagano, declarado admirador del fascismo, como rector interventor de la UBA. La JUP rechazó de inmediato su designación. Este se mantuvo en su cargo desde el 17 de septiembre de 1974 hasta el 26 de diciembre del mismo año. Si bien el período fue breve, en esos tres meses se llevaron a cabo un conjunto de medidas destinadas a terminar de clausurar la Universidad Nacional y Popular de Buenos Aires.
La represión que sufrieron varios universitarios y el pase a la clandestinidad, culminó en un nuevo vaciamiento de las casas de estudio. Para comprender esta escalada de violencia desde el inicio de la gestión de Ottalagano, en el mes de septiembre de 1974, se produjeron 13 asesinatos de universitarios, entre ellos de docentes como Silvio Frondizi profesor de Sociología política, abogado y defensor de presos políticos, y su yerno, profesor de la Universidad Tecnológica Nacional y estudiantes de distintas carreras (Izaguirre, 2011).[48] En ese momento Adriana Puiggrós se exilia a México.
“Entonces el último recuerdo que tengo es una asamblea en la calle Independencia, en el local de la Facultad en la calle Independencia, que yo ya no estaba viendo a mis hijos, mis hijos estaban en otro lado, ni a mi marido, para cuidarlos, y me acuerdo que ya se sabía que iban a intervenir, la bomba en mi casa la habían puesto los de la Triple A, o sea que muchas dudas no cabía de lo que iba a pasar, y yo había dicho me quedo hasta que intervengan y me quedé hasta que intervinieron y me acuerdo siempre de la asamblea donde los estudiantes decían “Adriana no se va” y no me podía ir. Bueno después por suerte llegué a Ezeiza y tomé el avión.[49]
Entre las primeras medidas represivas y restauradoras tomadas por Ottalagano se destacan que dejó cesantes a todos los decanos normalizadores y funcionarios jerárquicos de las facultades, colegios, institutos y Rectorado, disponiendo así nuevas designaciones. De los nuevos decanos que nombró en la UBA fue designado para “normalizar” a la FFyL el católico conservador y miembro del Opus Dei, Raúl Sánchez Abelenda–quien permaneció en el cargo más allá de Ottalagano hasta el 24 de marzo de 1976 -.
Sánchez Abelenda despidió a todo el plantel docente, aproximadamente 1300 profesores fueron desplazados de sus cátedras, siendo reemplazados por otros “capaces de imponer una enseñanza basada en la educación teológica”.[50] Por el artículo 58 de la Ley Taiana todos los docentes de la UBA fueron declarados en comisión, por lo que se suspendió la estabilidad que gozaban en sus cargos, siendo este un aspecto controversial de la normativa. Esto en cierta medida fue utilizado para dejar cesantes a todos los docentes nombrados interinamente desde la asunción de Rodolfo Puiggrós e incluso antes y rescindir numerosos contratos a trabajadores docentes y no docentes que habían cumplido funciones durante la gestión de Justino O`Farrell (Rodriguez, 2015).
Una de las primeras resoluciones firmada por Sánchez Abelenda establecía el estudio de los escritos de Santo Tomás de Aquino en las materias de la facultad y por la resolución 40 del 10 de diciembre de 1974, creó el Centro de Estudios Filosóficos “Dr. Santo Tomás de Aquino”.[51] Estos lineamientos condicen con el carácter que le imprime a su gestión el ministro de educación, O. Ivanissevich. [52]
También fue determinante la separación de las carreras de Sociología, Psicología y Ciencias de la Educación de la FFyL, decisión que fue tomada por el Consejo Superior de la UBA el 27 de noviembre de 1974.[53] De este modo la intervención intentó aislar a las carreras más numerosas y poner fin al activismo y movilización estudiantil de esos años. Estas carreras pasaron a depender del Rectorado, situación en que permanecieron hasta después de concluida la última dictadura militar, con el siguiente destino: Ciencias de la Educación retornó a Filosofía y Letras, Psicología se reorganizó como Facultad y quedó aislada del resto de las carreras y Sociología siguió dependiendo del Rectorado hasta que en 1988 logró articularse en la Facultad de Ciencias Sociales.
En el caso particular de la FFYL, Sánchez Abelenda intentó reestablecer las jerarquías e imponer un mayor control sobre las actividades que se llevaban a cabo en la facultad a partir de una serie de medidas como, por ejemplo, el tener que pedir autorización para grabar las clases de los profesores y/o cancelar la habilitación para la libre organización de ciclos grupales, mesas redondas, conferencias y seminarios. También toma la decisión de que los estudiantes tengan que acreditar su condición de alumnos mediante la exhibición de la libreta universitaria –una nueva modalidad de control que fue utilizada también en las mesas de exámenes, para las cuales una disposición indicaba que se debía presentar certificado de domicilio y certificado de buena conducta o de antecedentes personales (Mallimacci y Giorgi, 2007). Además, se suspendieron todas las reglamentaciones referidas a concursos, y se derogaron las resoluciones que reincorporaban a personal cesanteado por razones políticas o gremiales entre 1955 y 1973, se creó un “cuerpo de celadores” a cargo de Jaime Lemos, funcionario del Ministerio de Bienestar Social y hombre de confianza de López Rega (Friedemann, 2017:16).
Durante la gestión de Sánchez Abelenda ocuparon diversos puestos jerárquicos figuras que continuaron durante el llamado “Proceso de Reorganización Nacional”. En la carrera de Sociología, Carlos Eduardo Weiss y Enrique Pistoletti, junto a Rodolfo Tecera de Franco fueron titulares de materias en esos años. También una figura central en el armado del plantel docente y en la llegada de un conjunto de sociólogos vinculados a círculos católicos y nacionalistas fue Roberto Brie. Como se observa en el siguiente cuadro ellos tuvieron materias a cargo en el primer cuatrimestre de 1976. Rodolfo Tecera de Franco –católico conservador y una figura representante de la sociología de cátedra previa a Gino Germani- fue el director normalizador de la Carrera de Sociología y el primer director de la misma durante la última dictadura. [54]
CÁTEDRA | DOCENTES A CARGO |
Introducción a la Economía | Luis Larrosa |
Introducción a la Sociología | Efraín Raúl del Castillo |
Sociedad Argentina II | Jorge Sule |
Sociología de la época actual | Rodolfo Tecera del Franco |
Sociología General I | Guillermo Alfredo Terrera |
Sociología General III | Enrique A. Pistoletti |
Sociología II | Osvaldo Verón |
Sociología Política | Carlos Eduardo Weiss |
Estadística I | Miguel Ángel Carro |
Análisis de la Sociedad Argentina I | Raúl A. Somerville |
Estadística II | Marcelo di Grillo |
Filosofía de la Historia | Mario García Acevedo |
Historia del pensamiento Sociológico | Fernando Cuevillas |
Geopolítica | Juan José Allegroni |
Filosofía Social | Héctor J. Nartinotti |
Fuente: Elaboración propia en base a los programas del primer cuatrimestre de 1976. Archivo Histórico de la Carrera de Sociología, Facultad de Ciencias Sociales, UBA.
A mediados de los setenta, la Carrera fue inicialmente cerrada y posteriormente reabierta en 1977 emplazada en la Facultad de Derecho. Esta continuó funcionando, aunque en condiciones de marginalidad y precariedad material y simbólica. El escenario de censura y persecución política también se tradujo en un repliegue abrupto de los debates previos. Los textos de los partidarios de la “sociología científica” así como los de la sociología nacional fueron igualmente excluidos. Las ideas de América Latina o del “Tercer Mundo” como horizonte de las preocupaciones intelectuales de los sociólogos fueron suprimidas (Blois, 2018). Asimismo, hubo, una fuerte baja del número de estudiantes de Sociología, debido a la persecución política y la baja en la calidad de la enseñanza -si de 1964 a 1972, la matrícula había pasado de 880 a 2795 alumnos, en 1980 se había reducido a sólo 522- (Blois, 2008; 2009). Esto ocurría en el marco de las restricciones a los ingresos dispuestas por el gobierno nacional -entre las que se destacan la reincorporación del examen de ingreso, el pago de un arancel y el establecimiento de cupos por carreras- las cuales tuvieron un fuerte impacto en la matrícula de la UBA.
Conclusiones
Hemos demostrado que las Cátedras Nacionales de la carrera de Sociología pueden ser entendidas como el primer ensayo de transformación universitaria de la izquierda peronista por su propuesta política y pedagógica y también por la trayectoria de sus protagonistas. Los sociólogos que habían participado de esta experiencia ocuparon cargos de gestión en la FFYL y en la carrera y esto nos permite afirmar que no fue un período de impasse o ajeno en la historia de la disciplina. Entre las principales medidas que se llevaron adelante destacamos la reforma en el plan de estudio y el impulso a la investigación de acuerdo con las necesidades del país y la sociedad. La política represiva canceló esta etapa rápidamente. En el ámbito universitario, estas iniciativas fueron derrotadas cuando Oscar Ivanissevich desplazó en su cargo a Taiana e inmediatamente Alberto Ottalagano fue designado como Rector interventor de la UBA, mientras que Sánchez Abelenda fue designado decano interventor de la FFYL. En términos institucionales la carrera de Sociología sufrió un duro revés ya que fue cerrada primero y luego reabierta en condiciones ruinosas en términos materiales y simbólicos.
Bibliografía
Acha, O. (2006) La Nación Futura: Rodolfo Puiggrós en las encrucijadas argentinas del siglo XX. Buenos Aires, Eudeba.
Barletta, A. M. y Tortti, M. C. (2002) “Desperonización y peronización en la Universidad en los comienzos de la partidización de la vida universitaria en Krotsch, P., La universidad cautiva, Al Margen.
Blois, J. P. (2008). La reorganización de la Carrera de Sociología de la Universidad de Buenos Aires tras la vuelta a la democracia (1984-1990). V Jornadas de Sociología de la UNLP, 10, 11 y 12 de diciembre de 2008, La Plata, Argentina. EN: Actas. La Plata: UNLP. FAHCE. Departamento de Sociología. Disponible en: http://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/trab_eventos/ev.5895/ev.5895.pdf
Blois,, Juan Pedro. (2009). Sociología y democracia: la refundación de la carrera de Sociología en la Universidad de Buenos Aires (1984-1990). Sociohistórica, (26), 111-150.
Blois,, Juan Pedro, (2018) Medio siglo de sociología en la Argentina: ciencia, profesión y política: 1957-2007, Buenos Aires, Eudeba.
Bonavena, P., Califa, J. y Millán, M. (comps.) (2007). El movimiento estudiantil argentino. Historias con presente, Buenos Aires: Cooperativas.
Carli, S. (2016) “Adriana Puiggrós. Ensayo de una biografía incompleta: el exilio mexicano y la génesis del pensamiento crítico sobre la educación en América Latina (1974-1984) en Anuario de Historia de la Educación, Vol. 17, N° 2.
Chama, M. y González Canosa, M. (2011). “Universidad, política y movimiento estudiantil: la Intervención de Kestelboim y el rol de la Juventud Universitaria Peronista en la Facultad de Derecho de la UBA (1973-1974)” en Conflicto Social, Año 4, N° 5.
Chinchilla, J. (2015) “El Instituto del Tercer Mundo de la Universidad de Buenos Aires (1973-1974)”. Íconos, 51. pp 47-63.
Dip, N. A. (2017). Libros y Alpargatas. La peronización de estudiantes, docentes e intelectuales de la Universidad de Buenos Aires 1966 - 1974. Rosario: Prohistoria Ediciones.
Friedemann, S. (2017). “De las Cátedras Nacionales (1967-1971) a la Universidad Nacional y Popular de Buenos Aires (1973-1974). Experiencias configuradoras de institucionalidad universitaria” Sociohistorica, 39.
Friedemann, S. (2021). La Universidad Nacional y Popular de Buenos Aires: la reforma universitaria de la izquierda peronista, 1973-1974, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Prometeo Libros.
Ghilini, A. (2017). “La carrera de sociología en la Universidad Católica Argentina: intentos de renovación académica frente al bloqueo tradicionalista (1958-1966)”, Izquierdas, Nº 32, marzo 2017, pp. 18-38.
Ghilini, A. (2017) “Gino Germani: rebelión de sus discípulos e impugnaciones a la sociología científica”, NÓMADAS, Nº 46, abril de 2017.
Ghilini, A. y Dip, N. (2015). “Experiencias de “peronización” en la Universidad de Buenos Aires entre la dictadura de Onganía y el gobierno de Cámpora (1966-1973), Revista Izquierdas, N° 25, Octubre 2015, IDEA-USACH, pp. 196 – 209
Gil, G. J.,(2010). Universidad y Utopía, Ciencias Sociales y militancia en la Argentina de los ‘60 y ‘70, Mar del Plata, EUDEM.
Izaguirre, I. (2011). “La Universidad y el Estado terrorista. La Misión Ivanissevich” en Conflicto Social, 5. P. 299 Disponible en: http://publicaciones.sociales.uba.ar/index.php/CS/article/view/380/345
Krotsch, P. (2001). Educación superior y reformas comparadas, Universidad Nacional de Quilmes.
Lenci, L. (1999). “Cámpora al Gobierno, Perón al Poder. La tendencia revolucionaria del peronismo ante las elecciones del 11 de marzo de 1973”. En Pucciarelli Alfredo (ed.), La primacía de la política. Lanusse, Perón y la Nueva Izquierda en tiempos del GAN, Buenos Aires: Eudeba, pp. 205-230.
Mallimaci, F. y Giorgi, G. (2007). “Nacionalismos y Catolicismos en la Facultad de Filosofía Y Letras de la Universidad de Buenos Aires”, en 50 aniversario de la Carrera. VII Jornadas de Sociología. Pasado, presente y futuro, Buenos Aires, Carrera de Sociología UBA. P. 7 Disponible en: http://cdsa.aacademica.org/000-106/322.pdf
Pozzoni, M. (2017). Leales. De la Tendencia Revolucionaria a la Juventud Peronista Lealtad. Ediciones Imago Mundi, Buenos Aires.
Puiggrós, A. (1979). “La universidad de 1973-1974 (Segunda Parte)” en Controversia, México, Año I, núm. 2-3, diciembre de 1979.
Puiggrós, A. (2010). Rodolfo Puiggrós. Retrato familiar de un intelectual militante. Buenos Aires: Taurus.
Puiggrós, R. (1974). La universidad del pueblo, Editorial Crisis, Buenos Aires.
Recalde, A.y Recalde, I., (2007). Universidad y liberación nacional. Bs As. Nuevos Tiempos.
Rodriguez, L. (2015). Universidad, peronismo y dictadura, 1973-1983, Buenos Aires, Prometo.
Rubinich, L., (2003). “La modernización cultural y la irrupción de la sociología”, en Violencia, proscripción y autoritarismo (1955-1976), Bs As: Sudamericana.
Servetto, A., (2010). 73/76. El gobierno peronista contra las “provincias montoneras”. Buenos Aires: Siglo XXI.
Tocho, F. (2014). Los otros “setenta”: un recorrido por la experiencia de la Tendencia Revolucionaria del Peronismo en la gobernación bonaerense (1973-1974). Aletheia, 4 (8).
Recibido: 21/10/2021
Evaluado: 15/12/2021
Versión Final: 15/02/2022
páginas / año 15 – n° 37/ ISSN 1851-992X /2023
[1] El presente trabajo forma parte de una investigación de más largo aliento: “Intelectuales, Universidad y Política en los años sesenta. Las Cátedras Nacionales de la Carrera de Sociología de la Universidad de Buenos Aires”, Tesis doctoral dirigida por Sergio Friedemann (UBA-UNIPE/CONICET) y Martín Unzué (UBA-UNLP).
[2] Sobre la trayectoria de Rodolfo Puiggrós se puede consultar: ACHA, Omar La Nación Futura: Rodolfo Puiggrós en las encrucijadas argentinas del siglo XX. Buenos Aires, Eudeba, 2006y PUIGGRÓS, Adriana Rodolfo Puiggrós. Retrato familiar de un intelectual militante. Buenos Aires: Taurus, 2010.
[3] La Tendencia Revolucionaria del Peronismo (TR) agrupaba al conjunto de las organizaciones armadas peronistas de principios de los años setenta: FAP (Fuerzas Armadas Peronistas), FAR (Fuerzas Armadas Revolucionarias), Montoneros y Descamisados y a las numerosas organizaciones de base que desarrollaron sus actividades en los denominados “frentes de masas”, siendo la Juventud Peronista ligada a Montoneros la de mayor peso, pero no la única. Lo más interesante de este término es que habilita a pensar la heterogeneidad y tensión que caracterizaba a este conglomerado político en su devenir histórico. V. LENCI, Laura, “Cámpora al Gobierno, Perón al Poder. La tendencia revolucionaria del peronismo ante las elecciones del 11 de marzo de 1973”. En Pucciarelli Alfredo (ed.), La primacía de la política. Lanusse, Perón y la Nueva Izquierda en tiempos del GAN, Buenos Aires: Eudeba 1999, pp. 205-230
[4] También suelen mencionarse los ministerios de Interior y de Relaciones Exteriores, así como varias gobernaciones provinciales. V. SERVETTO, Alicia, 73/76. El gobierno peronista contra las “provincias montoneras”. Buenos Aires: Siglo XXI, 2010 y TOCHO, Fernanda. Los otros “setenta”: un recorrido por la experiencia de la Tendencia Revolucionaria del Peronismo en la gobernación bonaerense (1973-1974). Aletheia, 4 (8), 2014.
[5] Consideramos que este proceso puso en marcha una nueva reforma universitaria. Como veremos más adelante, la misma encontrará diversas limitaciones que impidieron su institucionalización plena. De acuerdo con Pedro Krotsch, “en educación superior las reformas para ser viables deben considerar la consistencia y adecuación de los objetivos, la pertinencia de la teoría del cambio que preside la reforma, la existencia de recursos, el grado de compromiso de los iniciadores de la reforma, el contexto sociopolítico general y la sustentabilidad de las innovaciones”. KROTSCH, Pedro, Educación superior y reformas comparadas, Universidad Nacional de Quilmes, 2001, p. 17
[6] Durante este lapso, se desempeñaron R. Puiggrós, A. Banfi, E. Villanueva, V. Solano Lima y R. Laguzzi como rectores-interventores y el Ministro de Educación fue J. Taiana. RECALDE Aritz Y RECALDE Iciar, Universidad y liberación nacional. Bs As. Nuevos Tiempos, 2007.
[7] CARPIO Jorge, Entrevista realizada por la autora, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, noviembre de 2015.
[8] VILLANUEVA, Ernesto, Entrevista realizada por la autora, Ciudad de Florencio Varela, 2013
[9] Asimismo, en una entrevista realizada a R. Puiggrós por Confirmado el 12 de junio de 1973 se refirió a la designación de las autoridades destacando que uno de los criterios a tener en cuenta fue el respaldo por parte de los estudiantes. Además, sostuvo: “el gobierno peronista no premia a nadie, hemos dado puestos de lucha”. PUIGGRÓS, Rodolfo La universidad del pueblo, Op. Cit., p. 34.
[10] Resolución del Consejo Superior de la UBA N° 2, 31 de mayo de 1973.
[11] Sobre la gestión de Mario Kestelboim en la Facultad de Derecho de la UBA se puede consultar: CHAMA, Mauricio y GONZÁLEZ CANOSA, Mora “Universidad, política y movimiento estudiantil: la Intervención de Kestelboim y el rol de la Juventud Universitaria Peronista en la Facultad de Derecho de la UBA (1973-1974)” en Conflicto Social, Año 4, N° 5, 2011.
[12] “De los nuevos decanos, quien alcanzó mayor notoriedad política fue el doctor Justino O´Farrell sacerdote del clero secular, fundador y personalidad más representativa de las Cátedras Nacionales. (…) el doctor O`Farrell se hizo cargo por concurso de la cátedra Sociología Sistemática de la FFYL de la universidad local. En 1967 fue designado como director del instituto de sociología, de esa casa de estudios, cargo en el que se mantuvo seis meses. Fue separado por haber aceptado un plan de estudios en cuya colaboración habían participado estudiantes y por haber aceptado veedores estudiantiles en concursos para cubrir cargos docentes. (…) En 1970 ganó el concurso por oposición y antecedentes para cubrir la titularidad de sociología sistemática, pero esa designación fue anulada por el entonces decano, Ángel Castelán. También fue separado de sus demás cargos. Desde entonces atendía cátedras en Mar del Plata, hasta ser nombrado ayer interventor de Filosofía y Letras.” V. “Nuevos decanos en siete facultades”, La Opinión, 31 de mayo de 1973.
[13] Resolución del Decanato N° 1, 1 de junio de 1973.
[14]También será Director del Ciclo de Iniciación, etapa común a todas las carreras de la FFyL, Coordinador del Centro de Estudios Integrados y estará al frente de tres cátedras: la sociología especial Poder y Relaciones Sociales, el seminario Dependencia, estructura social e instituciones en la Argentina, 1943-1946, e Introducción a las Ciencias Sociales. V. MALLIMACI Fortunato y GIORGI Guido (2007), “Nacionalismos y Catolicismos en la Facultad de Filosofía Y Letras de la Universidad de Buenos Aires”, en 50 aniversario de la Carrera. VII Jornadas de Sociología. Pasado, presente y futuro, Buenos Aires, Carrera de Sociología UBA. P. 7 Disponible en: http://cdsa.aacademica.org/000-106/322.pdf
[15] El Departamento y el Instituto de Sociología estuvo a cargo de Luis Campoy durante el período 19 de julio de 1972 hasta el 23 de mayo de 1973. Resolución del Decanato N° 456, 23 de mayo de 1973.
[16] Resolución del Decanato N° 2, 1 de junio de 1973.
[17] Resolución del Decanato N° 14, 4 de junio de 1973.
[18] Resolución del Decanato N° 117, 27 de junio de 1973
[19] Resolución del Decanato N° 505, 1 de agosto de 1973 y Resolución del Decanato N° 514, 8 de agosto de 1973
[20] Resolución del Decanato N° 5, N° 6 y N° 7, 1 de junio de 1973.
[21] Resolución del Decanato N° 8, 1 de junio de 1973.
[22] Resolución del Decanato N° 104, 27 de junio de 1973.
[23] Adriana Puiggrós sostiene que Ana María Caruso era la responsable política de Montoneros en la FFYL. Al menos era así cuando ella estaba como decana en dicha facultad y supone que cumplía el mismo rol cuando el decano interventor era Justino. PUIGGRÓS Adriana, Entrevista realizada por la autora, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, junio de 2018.
[24] Resolución del Decanato N° 10, 1 de junio de 1973.
[25] Resolución del Decanato N° 12, 1 de junio de 1973
[26] Resolución del Decanato N° 25, 8 de junio de 1973
[27] Resolución del Decanato N° 47, 15 de junio de 1973
[28] Resolución del Decanato N° 110, 27 de junio de 1973
[29] La reconstrucción universitaria, 30 de mayo - 12 de octubre de 1973
[30] El plan de 1973 estaba organizado de la siguiente manera: Las materias obligatorias eran: Conceptos fundamentales de Sociología; Preseminario; Matemáticas I y II. Estas materias sólo se podían cursar en la Facultad de Filosofía y Letras. Obligatorias específicas: Sociología Sistemática; Elementos de Metodología y Estadística; Elementos de Metodología y Técnicas de la Investigación Social, Introducción a la Economía; Introducción a las Ciencias Políticas; Introducción a la Psicología Social; Historia Social General. Dentro de las primeras Optativas se elegían 9, éstas podían ser: Teoría sociológica; Psicología Social; Historia Social; Sociología Argentina; Metodología de la Investigación Social; Antropología Social; Metodología Estadística; y las Sociologías Especiales (de la Educación; Política; de la Organización; Industrial; Rural; Urbana; Económica; del Cambio Social; de América Latina; Médica; del Desarrollo Regional; Económica Argentina; Argentina (1850-1916); del Desarrollo Comunitario; Planificación Socio Económica; Planeamiento Urbano-Regional; Demografía; Computación; Filosofía Social I y II). Luego se optaba por 8 materias más entre las de los Departamentos de: Psicología; Ciencias Antropológicas; Ciencias de la Educación; Geografía; Filosofía; Historia; y también de la Facultad de Derecho y Ciencias Económicas de la UBA según Resolución (C.S.) 127/72. Las horas de investigación necesarias que se debían completar eran 200, en el Instituto de Sociología o cualquier organismo nacional con el que se tuviera acuerdo previo. El Idioma Inglés se debía aprobar en tres niveles y se sumó de manera optativa la elección de alemán, francés o italiano, también en tres niveles. Cfr. Resolución del Consejo Superior N°1300/73.
[31] Resolución del Consejo Superior N° 222, 28 de febrero de 1974.
[32] Alicia Eguren fue una docente, poeta, ensayista y periodista argentina. Sobre su trayectoria se puede consultar: CARUSO, Valeria A. “Del nacionalismo a los cauces de la izquierda peronista. Un recorrido por la trayectoria política e intelectual de Alicia Eguren durante la proscripción del peronismo”, Izquierdas, 49, junio 2020: 827-847
[33] Resolución del Consejo Superior N° 222, 28 de febrero de 1974; Resolución del Decanato N° 119, 18 de febrero de 1974.
[34] Algunas de estas materias serán consideradas por la Dirección de Inteligencia de la Policía de Buenos Aires como parte de la “infiltración marxista” con fecha 6 de junio de 1974. V. Archivo de la DIPBA. Mesa A, Factor Estudiantil, Legajo Nº 22, Tomo I, Capital Federal.
[35] Jorge Jenkins junto con Ricardo Sidicaro, Ernesto Villanueva y Guillermo Gutiérrez también eran docentes titulares de la materia Introducción a las Ciencias Sociales.
[36] Sobre la revista Militancia: STAVALE, M. (2018). Militancia Peronista para la liberación y su “alternativa” para el peronismo revolucionario. El debate con Montoneros y Juventud Peronista, 1973. Sociohistórica, 42. Disponible en: https://doi.org/10.24215/18521606e065
[37] Acerca de los hechos ocurridos alrededor de la renuncia de Banfi véase BONAVENA, Pablo, “El Rector que no fue. La lucha de los estudiantes de la UBA contra la designación del odontólogo Alfredo Banfi en octubre de 1973” en BONAVENA, Pablo, CALIFA Juan Y MILLÁN Mariano (comps.) El movimiento estudiantil argentino. Historias con presente, Buenos Aires: Cooperativas, 2007.
[38] Una vez nombrado Solano Lima como rector normalizador, Villanueva ocupó la secretaría general del rectorado y se mantuvo en sus funciones hasta la intervención de Otallagano. V. FRIEDEMANN, Sergio, La Universidad Nacional y Popular de Buenos Aires: la reforma universitaria de la izquierda peronista, 1973-1974, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Prometeo Libros, 2021.
[39] La Ley Taiana fue sancionada en un contexto en el que los sectores de la izquierda peronista son desplazados de distintos sectores del gobierno y uno de los aspectos más controvertidos de esta normativa fue una cláusula que limitaba la actividad política en la universidad. Respecto a los debates y conflictos suscitados en torno a la Ley Taiana consultar los trabajos de: FRIEDEMANN, Sergio. Liberación o dependencia" en el debate parlamentario de la "Ley Taiana: Un acercamiento al enfoque etnográfico para el estudio de la cuestión universitaria en el pasado reciente. Hist. educ. anu. [online]. 2011, vol.12, n.2 y DIP, Nicolás, Libros y Alpargatas. La peronización de estudiantes, docentes e intelectuales de la UBA, Prohistoria, Rosario, 2017.
[40] Adriana comenta que en una reunión con Ernesto Villanueva y Ricardo Sidicaro le piden explícitamente que asuma el cargo porque al haber sido desplazado Rodolfo Puiggrós, su nombre les permitía hacer nuevamente visible esa posición política. Según Adriana Puiggrós quien tendría que haber asumido el decanato era Ricardo Sidicaro, pero no quiso y permaneció en ambas gestiones como Secretario Académico. PUIGGRÓS Adriana, Entrevista realizada por la autora, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, junio de 2018.
[41] Adriana Puiggrós hace alusión a una fuerte discusión que tuvo con Alcira Argumedo en aquel entonces cuando ella toma la decisión de desplazarla del cargo. PUIGGRÓS Adriana, Entrevista realizada por la autora, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, junio de 2018. Recordemos que Alcira Argumedo ocupaba el cargo de Secretaria de Cultura de la Provincia de Buenos Aires en 1973/74 y luego también se va a exiliar a México reencontrándose allá con Adriana y otros compañeros.
[42] BELTRAMINI R. Y RAFFOUL Norberto (S/F). Entrevista a Alcira Argumedo.
[43] Este término debe comprenderse en relación con la discusión suscitada al interior de las Fuerzas Armadas Peronistas (FAP) durante el año 1971 entre los denominados “oscuros” y los “iluminados”. Este debate llevó a la diferenciación y ruptura entre quienes mantenían una postura “movimientista” denominados “oscuros” y quienes se volcaron hacia la denominada “Alternativa Independiente” (AI) con un perfil más clasista. Si bien se reconoce que el sector “oscuro” de las FAP era mayoritario en el frente universitario, en las Cátedras Nacionales la situación fue diferente siendo los oscuros el sector de menor peso.
[44] GONZÁLEZ, Horacio, VERNIK Esteban y RINESI, Eduardo, “Razón dialéctica y análisis multivariado. Entrevista a Alcira Argumedo”, El Ojo Mocho, año 1, Nº 1, Bs. As, 1991, p. 14.
[45] A modo de ejemplo, Rodolfo Ortega Peña fue asesinado el 31 de julio de 1974 en pleno centro de la Ciudad de Buenos Aires.
[46] Le expresaron su apoyo al nuevo ministro: la CNU, la Alianza Libertadora Nacionalista, FEN-OUP, JP Lealtad, entre otras agrupaciones estudiantiles. V. RODRIGUEZ, 2015.
[47] Tres días antes de la bomba en casa de Laguzzi, también había estallado una bomba en casa de la decana de Filosofía y Letras, Adriana Puigróss. También el 9 de septiembre se produce un tiroteo en la Facultad de Derecho, entre miembros de fuerzas estudiantiles enfrentadas y estalla otra bomba en el sótano de la Facultad. Ese mismo día renuncia el decano Mario Kestelboim. PUIGGRÓS Adriana, Entrevista realizada por la autora, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, junio de 2018.
[48] Recuerda Jorge Carpio que “no hubo tiempo para hacer más porque nos sacaron a culatazos”. Entrevista realizada a Jorge Carpio, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, noviembre de 2015.
[49] CAMOU Antonio y PRATI Marcelo (2012) Entrevista a Adriana Puiggrós. La planificación no es contraria a la democracia: donde hay desigualdad hay que planificar, Cuestiones de sociología Nº8. http://www.cuestionessociologia.fahce.unlp.edu.ar .
[50] “Mil 300 Profesores expulsados de sus Cátedras en Buenos Aires” en El Día, México, 8 de diciembre de 1974.
[51] En la resolución que lo origina se fundamenta: “…su tan importante obra filosófica permitió la perduración definitiva del pensamiento de los griegos (…) adaptándolo y alumbrándolo merced al espíritu cristiano (…) que fertilizó el pensamiento de la América Hispana desde sus orígenes y perduró incólume después de nuestra vida colonial”.
[52] En declaraciones que haría a la prensa, Sánchez Abelenda sostuvo: “los profesores devotos de Marx y Freud, tendrán ahora que ir a enseñar a Moscú o a París, porque en la Argentina se les acabó la aventura judía, libertaria y destructiva de los valores de la nacionalidad (…) un nuevo plantel docente reemplazará a las hierbas perniciosas que se dedicaban a envenenar a los estudiantes”. “Mil 300 Profesores expulsados de sus Cátedras en Buenos Aires” en El Día, México, 8 de diciembre de 1974.
[53] Resolución del Consejo Superior Nº 260, 27 de noviembre de 1974.
[54] Su nombre había resonado como un posible candidato a ocupar el rectorado de la UBA.