Reseña bibliográfica
NASIF, S. (2021). Santiago del Baradero. Reducción, conservación y buen gobierno en los confines rioplatenses de la monarquía española (1615-1730). Rosario: CB ediciones, 161 páginas.
La propuesta de este libro consiste en analizar las dinámicas políticas que formaron parte del gobierno local en Santiago del Baradero y que estaban implicadas en la construcción y conservación del territorio, el cual se encontraba bajo la órbita de la monarquía hispánica. La preocupación principal del autor, reside en cómo una reducción de indios pudo mantenerse a lo largo del tiempo y sentar las bases para la configuración de diferentes ordenamientos territoriales hasta llegar al partido de Baradero.
Es interesante resaltar que el título del trabajo de Nasif recupera las palabras del gobernador Hernandarias al hacer referencia a las intenciones de su política respecto de los indios de la zona de Baradero: conservación y buen gobierno, incorporarlos a formas de vida en policía, es decir, territorializar en clave hispánica.
Sin ánimos de plantear su indagación en términos teleológicos ni en clave nacional, su preocupación principal parte de una sensibilidad muy genuina y original: Samir Nasif es oriundo de la ciudad de Baradero y conoce desde su tierna infancia un relato de orígenes, construido en clave nacionalista y estatal, que pondera la tradición hispánica al tiempo que invisibiliza el pasado indígena, y busca trasmitir una suerte de continuidad entre aquella reducción y el actual partido, como si en aquella hubiese estado el germen de lo que hoy es Baradero. En la actual y “oficial” representación del pasado de la ciudad, destaca la gran ausencia del indio en las fiestas patronales de “Santiaguito”, siendo los pueblos originarios incorporados solamente de manera estereotipada y simplificada, presentando a los europeos como los grandes vencedores de la historia y quienes, inevitablemente estaban condenados al éxito. Tan solo hacía falta que los grupos nativos se “civilizaran” al calor de colonización. Desarmar este relato fue una de las inquietudes principales que guían la indagación. Tal como el autor plantea al complejizar la mirada, las preguntas se orientan sobre todo a pensar de qué modo, con qué acciones políticas, se materializaron formas de organizar el territorio en clave hispana y cómo este se vinculó con espacialidades y territorios preexistentes. Pretende una aproximación no cronológica a diversos mecanismos que facilitaron la construcción del territorio de Baradero, a partir de una mirada antropológica de lo jurídico y centrándose en las prácticas concretas que lo posibilitaron.
Samir Nasif es profesor de Historia egresado de la Universidad Nacional de Rosario, donde está realizando su tesis de licenciatura. Integra el Centro de Estudios de Historia Social sobre la Justicia y el Gobierno (CEHISO) y es ayudante de la cátedra Historia de Europa III de la carrera de Historia de la Universidad Nacional de Rosario, cuya titular –la Dra. Miriam Moriconi– dirige tanto su licenciatura como su beca doctoral en el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas radicada en instituto de Investigaciones Sociohistóricas Regionales. Este recorrido académico ofrece varias claves a tener presente a la hora de leer este libro: el enfoque político elegido apunta a pensar en la cultura política de la época, a entender a la monarquía como una forma de poder político confesional, policéntrica, multiterritorial con poder preeminente del rey, pero no absoluto. Desde la perspectiva jurisdiccionalista del poder político, Nasif propone pensar a las periferias no como meras receptoras de las disposiciones de la metrópoli/centro sino como ámbitos en donde se tomaban decisiones que delineaban la cotidianeidad. La misma composición de la monarquía policéntrica habilitaba a sus agentes de gobierno a tomar decisiones y a participar activamente del gobierno, ya que poseían la potestad de la iuridictio.
Entre las fuentes consultadas se incluye por una parte, la normativa emanada del rey (reales cédulas, leyes de indias, decretos, pragmáticas, ordenanzas, autos de gobierno), por otra parte, la legislación canónica, bulas, disposiciones conciliares y autos y decretos producidos por la jurisdicción eclesiástica; como así también aquella producida localmente: visitas, padrones de indios, memoriales y expedientes de gobernadores, acuerdos del Cabildo de Buenos Aires, del Cabildo Eclesiástico. También se incluyen diarios de viajeros. A la hora de abordar las fuentes escritas por la mano de europeos o criollos, la voz indígena se cuela en una lectura que la sabe silenciada pero no ausente.
Metodológicamente se concibe a territorios y espacios como entidades históricas y construidas al calor de las agencias, por lo tanto se propone estudiar esos procesos a partir del enfoque configuracional, que permite detectar cómo fueron entendidos, efectivizados, nombrados y las implicancias jurisdiccionales de aquellos.
El análisis incorpora el sesgo eclesiástico y religioso de la conquista, inseparable del ejercicio de gobierno en una cultura jurisdiccionalista. Por consiguiente a los agentes eclesiásticos y religiosos los estudia con la misma perspectiva que a los seculares. ¿Cómo se efectivizó la construcción del territorio desde la religioso? En una monarquía confesional, la configuración eclesiástica del territorio se da en paralelo con configuraciones territoriales seculares, puestas en práctica desde fines del siglo XV. En estos términos, la conversión de indios infieles al cristianismo no solo implicó asimilar una religión sino una forma de vida y de gobierno. Los franciscanos fueron los primeros en hacer pie en la región, buscando cumplir con el imperativo “reducción bajo cruz y campana” de los grupos originarios. Buscaron organizar el espacio en clave religiosa, haciendo contacto con los líderes étnicos. Cuando estaban presentes, funcionaban como mediadores entre los indios y las autoridades superiores.
La observación del objeto se da a través de diversas escalas. Un abordaje local no puede escindirse de uno regional y global. Este juego de escalas permite entender las directivas de la monarquía imbricadas con políticas e intereses locales y regionales que le dan sentido al proceso y que posibilitaron sobre todo la conservación del territorio. Observar desde un nivel microanalítico otorga densidad a las problemáticas, lo cual es la antítesis de simplicidad o pequeñez. Este enfoque permite además entender a los agentes no a partir de categorías estáticas y definidas a priori sino a partir de sus intereses e intenciones.
Regionalmente, el estudio del contexto devuelve el proceso del primer poblamiento hispano criollo de la región del Río de la Plata, las facciones políticas intervinientes, los intereses, el papel comercial del puerto de Buenos Aires y su hinterland; y cómo los españoles hubieron de establecer dispositivos cristianos a partir del contacto, siempre asimétrico y colonial, con las comunidades nativas y la dinámica relacional que se teje a partir de ese contacto.
El libro se estructura a través de una introducción, cinco capítulos y un cierre donde se presentan las conclusiones. Preocupado por pensar de qué modo se conserva el territorio busca las respuestas más que en directivas desde la metrópoli, en el aspecto “vivo” de la política. De la práctica concreta, no de la normativa, rastreando en las fuentes de qué modo las comunidades indígenas se relacionaron con las autoridades coloniales y con sus disposiciones. Para pensar en la conservación y buen gobierno de la reducción, Nasif sostiene que la presencia que destaca de manera sostenida en la comunidad fue la indígena, frente a alguna presencia hispana esporádica. Las formas de autoridad se materializaban en los caciques o en los alcaldes de indios, que podían converger en la misma persona. Poseían márgenes de acción considerables frente a otras agencias que también intervinieron: cura doctrinero, corregidor, cura párroco. Observa que no hay un abandono de prácticas previas ni total sometimiento, sino estrategias de adaptabilidad por parte de los líderes étnicos.
Otros factores que contribuyeron a mantener el territorio fue su posición estratégica, destacándose la existencia de circuitos previos a la llegada de los europeos, utilizados por los naturales, y por su ubicación como punto de contacto entre las rutas fluviales y terrestres que iban a Santa Fe, Potosí y Buenos Aires. El análisis atiende los cambios suscitados a partir del ascenso de los Borbones y lo que ello implicó para la región del Plata.
La intención de esta reseña no ha sido más que ofrecer claves de lectura, posibles entradas al libro: el binomio dinamismo/conservación, la pervivencia de espacialidades nativas previas a la invasión, la constante movilidad de indios, la diversidad de autoridades con potestades jurisdiccionales pero la presencia constante en el terreno de autoridades nativas, el conocimiento y manejo de los indios de la cultura política de ese entonces, los cambios a nivel regional, el modo en que impactaron y se materializaron en Baradero decisiones a nivel global. Fueron las dinámicas locales, más que decisiones desde arriba, las que construyeron el territorio, primero como reducción, luego como pueblo de indios, hasta llegar a la configuración de la parroquia en el XVIII. La hipótesis sugerida por Samir Nasif, es que del cruce entre las configuraciones territoriales hispanas y los espacios y territorios nativos, atravesados por circuitos previos a la invasión, resultó un hibrido político que permitió la conservación del territorio. Para conocer la historia de Baradero, hace falta alejarse del “mito de los orígenes”, restituir la acción de las agencias locales y devolverlas, a partir de un marco teórico pertinente, al contexto histórico que les da sentido.
Josefina Artusa
Universidad Nacional de Rosario (Argentina)
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