Propuesta metodológica para el estudio del papel desempeñado por Martín Morúa Delgado a favor de la integración nacional en Cuba
Propuesta metodológica para el estudio del papel desempeñado por Martín Morúa Delgado a favor de la integración nacional en Cuba
Methodological proposal for the study of the role played by Martín Morúa Delgado in favor of national integration in Cuba
Yoel Rodríguez Ochoa
Universidad de Holguín (Cuba)
yochoa@uho.edu.cu
https://orcid.org/0000-0002-4400-7322
Resumen:
El presente artículo establece una propuesta metodológica para estudiar la figura de Martín Morúa Delgado a favor de la integración nacional en Cuba, en su fecunda vida desde 1879 hasta su fallecimiento en 1910. Se justifican las razones que conducen al análisis de esta personalidad de la historia de Cuba, quien además de ser un independentista fue un notable intelectual durante el tránsito de los siglos XIX al XX. Se aborda como la historiografía en la Mayor de las Antillas y fuera de ella ha tratado a Martín Morúa Delgado y se plantea cuál es la brecha epistemológica en su desempeño social que aún permanece presente, y que se necesita cubrir a partir de una investigación de rigor.
Palabras clave:
propuesta metodológica; historiografía; brecha epistemológica; integración nacional
Abstract:
This article establishes a methodological proposal to study the figure of Martín Morúa Delgado in favor of national integration in Cuba, in his fruitful life from 1879 until his death in 1910. The reasons that lead to the analysis of this personality of the history of Cuba, who in addition to being an independentist was a notable intellectual during the transition from the 19th to the 20th centuries. It is approached as the historiography in the Greater Antilles and outside of it has treated Martín Morúa Delgado and it is raised what is the epistemological gap in his social performance that still remains present, and that needs to be covered from a rigorous investigation.
Key words:
methodological proposal; historiography; epistemological gap; national integration
Breve introducción
El período de las gestas independentistas en Cuba con el interregno de la Tregua Fecunda- un período de tres décadas extendido desde 1868 hasta 1898-, sin dudas contribuyó a la vertebración de la nacionalidad cubana. Su colofón resultó el establecimiento de la República y el estado nacional el 20 de mayo de 1902.
La Guerra de los Diez Años (1868- 1878) y la Guerra de Independencia (1895- 1898) contemplaron la participación de negros y blancos-principales soportes de la cultura y el ser cubanos- en la aspiración por lograr la independencia definitiva del yugo colonial español. Por su parte, en la Tregua Fecunda (1878- 1895) mediaron alrededor de 17 años de relativa paz con acumulación de cambios económicos, sociales y políticos progresivos que hicieron eclosión en la contienda organizada por José Martí e iniciada en 1895. Sin embargo, durante el período de ocupación militar de Estados Unidos de América en Cuba (1899-1902), sutilmente las autoridades de la ocupación unida a la oligarquía hispano-cubana se encargaron de que los puestos públicos no fueran ocupados por los cubanos de la raza negra que habían luchado a favor de la independencia.
La historiografía nacional- aunque ha manifestado discretos avances en las últimas décadas[1]- aún no ha desplegado con intensidad el estudio de personalidades negras o mestizas de nuestra historia representantes de un pensamiento que defienda la integración nacional y/o racial en el tránsito de la colonia a la República. Dos de las figuras más representativas en tal sentido, Juan Gualberto Gómez y Martín Morúa Delgado han resultado tratadas, pero desde posiciones muy generales o reduccionistas sobre el papel que éstos desempeñaron en la configuración del estado nacional cubano.
Tratamiento historiográfico
Justamente, la personalidad política de Martín Morúa Delgado ha sido referenciada por los estudios cubanos publicados dentro y fuera del país, a partir de diversos puntos de vista. No obstante, la interpretación del origen y evolución de su pensamiento político relativo a consideraciones relacionadas con la integración de negros y blancos en la conformación de la nación y nacionalidad cubanas, constituye una brecha epistemológica en la historiografía cubana.
Se aprecian tres puntos de vista, hasta el momento, en la valoración de su figura. En primer lugar, se observa una visión apologética, factológica y descriptiva manifiesta en la obra publicada antes de 1959. Así, por ejemplo, se destacan las biografías publicadas en 1957 en ocasión del centenario de su natalicio. Leopoldo Horrego Estuch (1957) y Rufino Pérez Landa (1957) fueron los autores que destacaron en tal sentido. Ambos escritores abordaron el desempeño literario, periodístico, político y parlamentario de esta personalidad de la vida cubana.
El primero de estos autores no va más allá de lo biográfico y descriptivo. Se refiere a su labor periodística, sus actividades conspirativas, su exilio, su labor como autonomista y congresista, entre otros aspectos. Si otros investigadores, refiriéndose al alzamiento del Partido Independiente de Color (PIC), le otorgaron un carácter derogatorio a la Enmienda Morúa, todo lo contrario sucede en esta biografía, en la cual se asegura: “La Enmienda Morúa se puede catalogar como el mayor aporte jurídico a la cubanización de la Isla” (Horrego Estuch , 1957, p.247).
El segundo autor, Rufino Pérez Landa, también manifiesta un carácter apológetico y positivista al abordar la figura de Morúa Delgado. Se apoya plenamente en las fuentes disponibles en la época: numerosos artículos periodísticos, obras literarias, trabajos parlamentarios, etc.; pero no ofrece valoraciones sobre tal desempeño. Atraviesa toda la labor de Morúa desde sus inicios como periodista hasta su servicio en el Senado durante los primeros años del siglo xx. Recoge en apretada síntesis la vida de Martín Morúa Delgado.
Los estudios históricos del período republicano mostraron una predilección por la apología. Se dedicaron a exaltar los héroes y al análisis psicosocial de los personajes, con un predominio evidente del empirismo. O sea, esta historia estaba influida por la corriente positivista. Ello coincidió con el establecimiento de la Academia de la Historia de Cuba que tuvo como objetivo desde sus primeros momentos difundir los conocimientos históricos. Esta institución acumuló toda la producción historiográfica republicana, la cual se caracterizó por el uso del método positivista. El mismo fue empleado para presentar toda la documentación y evidenciar las condicionantes y el contenido de las relaciones históricas de los gobiernos y de las instituciones, del estado y del sistema político en su conjunto. También tuvo en consideración la cultura, el movimiento de las ideas elitistas, las tendencias y las acciones concretas de los sectores populares para modificar o mejorar sus estatus de vida. No obstante, a partir de los años cuarenta se localizó una línea marxista entre la intelectualidad y la labor historiográfica cubana, aunque sin exclusiones positivistas.
Por su parte, la historiografía posterior a 1959, como regularidad, ofrece una visión derogatoria y marginal sobre el desempeño de Martín Morúa Delgado. Es una generalidad que los autores consideren a éste como responsable indirecto de la matanza de los Independientes de Color entre mayo y julio de 1912. Como se conoce, la represión desatada por el Ejército Nacional contra los insurgentes, incidió en el imaginario popular sobre la posición que los negros asumirían en la sociedad cubana a partir de este acontecimiento.
Así, por ejemplo, Serafín Portuondo Linares[2] (1950) publicó en su emblemática obra Los independientes de color, con el objetivo de socializar el conocimiento sobre aquellos sucesos. Elaboró una historia del PIC, analizó su programa, principales proyecciones y acciones, hasta su escisión. Al referirse a la Enmienda Morúa, afirmó que su autor perseguía un fin electoral y retrógrado con una intención partidista: eliminar a los independientes de color, y retornar a sus afiliados al seno del liberalismo y el conservadurismo.
En el estudio de Rafael Fermoselle (1974), titulado Política y color en Cuba. La guerrita de 1912, se estableció una visión del contexto histórico y las condiciones del cubano no blanco en el momento de la formación del movimiento negro, al presentar un panorama de los antagonismos raciales en Cuba entre 1898 y 1912. El autor indagó acerca de los políticos negros que se destacaron en la escena republicana. Al referirse a Martín Morúa lo consideró un representante involucrado en el sistema político establecido a partir de 1902.
Existe una tercera valoración sobre la figura política de Martín Morúa Delgado. Ella consiste en colocarlo como miembro de la élite negra y mulata del país en los albores de aquella república. Además, lo consideran como uno de los más entusiastas representantes del liberalismo clásico y defensor del estatus republicano. Dentro de dicha tendencia se encuentran los investigadores Rolando Rodríguez García y Alejandro Fernández Calderón.
Rodríguez García (2010) en La conspiración de los iguales. La protesta de los Independientes de Color en 1912, identificó la figura de Morúa Delgado como fiel aliado del presidente liberal José Miguel Gómez, por lo que debió cerrar paso a cualquier intento insurreccional de los Independientes. Planteó que la enmienda fue una maniobra del gobierno, en la cual emplearon precisamente a un negro, con el fin de evitar que se les acusara —a los liberales— de emplear una estrategia de los blancos para eliminar del escenario político a los Independientes
Por su parte, el autor Alejandro Fernández Calderón (2014) en su investigación Páginas en conflicto: debate racial en la prensa cubana (1912-1930), no pasa por alto el lugar que ocupó Martín Morúa Delgado dentro del entorno político cubano. El autor lo ubica dentro de la élite negra, la cual a pesar de sus limitaciones clasistas y otras divergencias políticas, se convirtió, desde finales del siglo XIX y las primeras décadas del XX en paradigma de su grupo racial. La misma fue la principal vocera de la sociedad de entonces de los intereses de la población negra, discriminada y afectada por los mecanismos de exclusión social. Sus líderes se involucraron sistemáticamente en la lucha contra el racismo y demandaron la aplicación de sus derechos civiles. Además, cabe señalar que el discurso de la élite negra, según el estudioso, partía del modelo de “cubanos negros”, que databa de su participación en las gestas de independencia y de su labor socio-política en el transcurso del siglo XIX.
Las tres tendencias identificadas sobre las consideraciones esgrimidas sobre Martín Morúa Delgado, no completan una valoración holística sobre su pensamiento y acción dirigida al logro pleno de la integración de negros y blancos en la nación cubana. La interpretación de ese pensamiento a partir del examen de sus escritos, discursos y obra ensayística, así como el análisis del contexto histórico-concreto, intenta encontrar un equilibrio en la valoración historiográfica de Morúa Delgado.
Propuesta metodológica
Las formulaciones anteriores permiten afirmar que resulta necesario intervenir en las particularidades del pensamiento y el desempeño políticos de Martín Morúa Delgado, a favor de la integración nacional en Cuba, entre 1879 y 1910.
Al decir del DrC. Constantino Torres Fumero la investigación histórica debe asumir coherentemente una serie de procedimientos que debe dominar todo investigador. Además, cuando se encuentra correctamente formulado el diseño del proyecto investigativo, las necesidades de cubrir las inquietudes intelectuales serán ejecutadas a partir de un algoritmo de trabajo que permite alcanzar nuevas conclusiones desde el punto de vista historiográfico, (Torrres Fumero, 2019, p. 1-2)
Por ello a partir de este momento se presenta una propuesta metodológica en el campo de la investigación histórica, consistente en un diseño que incluye el marco cronológico del estudio; la hipótesis que se sustenta; los conceptos propuestos para su desarrollo; los métodos a utilizar; así como la utilidad de las fuentes a utilizar
Así las cosas, la propuesta de un marco cronológico para la investigación se extendería desde 1879 hasta 1910. Justamente, a partir de 1879, en su natal Matanzas, Morúa Delgado comenzó a manifestarse en la vida pública. El 16 de noviembre de ese año creó el periódico El Pueblo, cuyo fundamental objetivo consistió en defender los intereses de los negros y de refrendar el papel que éstos debían desempeñar en la sociedad insular. Por su parte, el 28 de abril de 1910, una angina de pecho, terminó con la vida de Morúa Delgado, de manera prematura y estrepitosa.
Una hipótesis sobre la personalidad en cuestión que guiara metodológicamente la pesquisa, sería: Las condiciones histórico-concretas del proceso de construcción del estado-nación en Cuba entre 1879 y 1910, condicionaron la praxis política de Martín Morúa Delgado, cuyo rasgo esencial sería la concreción de las ideas del nacionalismo, la democracia liberal, y la armonía interclasista y racial en el contexto de la sociedad cubana, como premisa para la consecución de la integración nacional.
En lo concerniente a la metodología que se utilizaría en el transcurso de la investigación, es pertinente partir de la definición de los conceptos democracia liberal, integración nacional y nacionalismo, por cuanto ellos constituyen el sustento esencial de la hipótesis que se procuraría demostrar.
Destacados intelectuales del pensamiento occidental resultaron precursores en la conceptualización del término democracia liberal: John Locke (1660-1682, 1690); Alexis de Tocqueville (1835, 1840); C.B. Macpherson (1977). También varios investigadores cubanos han desplegado tal concepto en sus ensayos sobre la historia del pensamiento político en la vertebración de la nación y nacionalidad cubanas. Tales son los casos del DrC. Julio César Guanche (2002) y DrC. Yoel Cordoví Núñez (2003).
Otro de los conceptos que se asume en esta investigación es el de integración nacional. Este proceso- para el caso cubano- establece la inclusión dentro de la sociedad de objetivos como la nivelación de barreras para lograr la igualdad de oportunidades sin importar la raza, y el desarrollo de una cultura que acepte las diversas tradiciones, en lugar de solamente lograr que una minoría integre una mayoría cultural.
Autores cubanos como José Martí (1893, 1894) y Fernando Ortiz (1946) desarrollaron importantes valoraciones al respecto. Con especial interés destacaron el papel que los sujetos de origen europeo y africano desempeñaron en la conformación del ser cubano. Para ambas personalidades de la historia y cultura insular la integración nacional consistía en unir, aglutinar los elementos étnicos consustanciales a la nación y nacionalidad cubanas. Especialmente, se referían a los descendientes de España y África. Todo lo que se intentara por dividirlos conducía a la escisión de los cubanos.
El concepto de nacionalismo, también forma parte del aparato teórico de la presente investigación. Dicho término es un conjunto de ideas y de sentimientos que conforman el marco conceptual de la identidad nacional, esta última considerada como la identidad fundamental en el mundo moderno frente a otras identidades en cuanto que se considera definidora de la esencia misma del individuo. Los autores Benedict Anderson (2011), Liah Greenfeld (2005) desplegaron el concepto en sus respectivas obras.
Por ejemplo, en el caso de Anderson, es justo destacar que despliega su teoría sobre el nacionalismo, en su obra Comunidades Imaginadas; reflexiones sobre el origen y difusión del nacionalismo. Para este historiador británico los términos nación y comunidad desempeñan un papel indispensable en la conceptualización íntegra del nacionalismo. Según él:
“la nación constituye una comunidad política imaginada como inherentemente limitada y soberana. Es imaginada porque aun los miembros de la nación más pequeña no conocerán jamás a la mayoría de sus compatriotas, no los verán ni oirán siquiera hablar de ellos, pero en la mente de cada uno vive la imagen de su comunión” (Anderson, 2011, p. 23).
Añade que se imagina soberana porque el concepto nació en una época en que la Ilustración y la Revolución se encontraban destruyendo la legitimidad del reino dinástico jerárquico divinamente ordenado (Anderson, 2011, p.25).
Establece además que se imagina como comunidad porque, a pesar de la desigualdad y la explotación que en efecto puedan prevalecer, la nación se concibe como un compañerismo profundo, horizontal (Anderson, 2011, p.25).
En el caso de Liah Greenfeld, su perspectiva asumida del nacionalismo se sustenta básicamente en el proceso de construcción de la identidad nacional. La especificidad que encuentra en este fenómeno como factor clave de la modernidad es que sitúa como fuente de la identidad individual el concepto de pueblo soberano. Esta socióloga implementa un modelo original inglés, transferido luego a Norteamérica, de cariz individualista. Además, propone uno alterno, colectivista, típico de países como Alemania, Francia y Rusia (Greenfeld, 2005, p.11-12).
El marco metodológico de la investigación utilizaría los siguientes métodos:
La relación de lo lógico y lo histórico se aplicaría para la organización diacrónica de la trayectoria de los procesos y fenómenos bajo estudio, en el transcurso del período 1879- 1910. No se limitaría a la descripción de los hechos, sino que también desvelaría la lógica objetiva del desarrollo histórico del objeto. Además, se encargaría de indagar en las leyes generales del desarrollo del objeto de estudio, es decir, su esencia, empleando para ello los datos que proporciona el método histórico
El análisis y crítica de fuentes se emplearía en la descomposición mental de todo el objeto de análisis en sus múltiples relaciones, propiedades y componentes, para estudiar el comportamiento de cada parte y definir los aspectos que influyen decisivamente en otras partes del objeto
Por su parte, el hermenéutico permitiría determinar la confiabilidad y autenticidad de la documentación disponible, así como los intereses clasistas e institucionales subyacentes en su escritura; comprender la realidad social histórico-concreta bajo análisis, a partir de la interpretación de los textos desde dos perspectivas: como su interpretación literal y como interpretación a partir de la reconstrucción del mundo del texto; revelar la esencia de aspectos insuficientemente evidentes en la narrativa; y definir qué interpretaciones serían las más plausible para explicar los procesos y fenómenos.
Además, se recurriría a la triangulación de autores, métodos, teorías y fuentes, para compensar las limitaciones de unos con las potencialidades de otros.
Las fuentes consultadas serían de naturalezas documental, bibliográfica y hemerográfica. Las del primer tipo fueron consultadas para la adquisición de datos empíricos sobre la trayectoria política de Martín Morúa Delgado. En el Archivo Nacional de Cuba (ANC) se consultarían los fondos Donativos y Remisiones; Adquisiciones; Congreso de la República. En ellos se encuentra la correspondencia cruzada de Martín Morúa Delgado con diversas personalidades del independentismo y de la vida política republicana; la presentación, debate y aprobación de la Enmienda Morúa en el Senado y Cámara de Representantes de la República de Cuba.
Por su parte, en la Biblioteca de la propia institución se accedería a los tomos de las Obras Completas de Martín Morúa Delgado (Edición Conmemorativa por el Centenario de Martín Morúa Delgado, primera edición, 1957). En esta fuente se logró consultar su obra periodística y ensayística en la que se manifestó sus ideas acerca del papel del negro y mestizo en la configuración del ser cubano. En tales ideas se aprecian las diversas vías o alternativas asumidas por aquéllos para lograr una movilidad que le permitan colocarse en el lugar correspondiente dentro de la sociedad insular.
Las fuentes bibliográficas a las que se tendrían acceso, servirán para el análisis epistemológico del tema, la elaboración del aparato teórico-conceptual, y la caracterización del contexto histórico-concreto en que se desarrolló la praxis política de Morúa Delgado desde el último cuarto del siglo XIX hasta los primeros diez años del siglo XX. Entre otros se destacan los siguientes autores y títulos: Yoel Cordoví Núñez: Liberalismo, crisis e independencia, 1880-1904; María del Carmen Barcia: Capas populares y modernidad en Cuba (1880-1904); C.B. Macpherson: La democracia liberal y su época; Rafael Martínez Ortiz: Cuba, los primeros años de independencia; Alejandro de la Fuente: Una nación para todos; raza, desigualdad y política en Cuba 1900-2000; María del Carmen Barcia y otros: La turbulencia del reposo 1878- 1895; Josep A. Piqueras: Sociedad civil, política y domino colonial en Cuba, 1878- 1895; entre otros.
Las fuentes hemerográficas utilizadas se consultarían en la Biblioteca Nacional José Martí y Biblioteca Provincial Alex Urquiola de Holguín. Las publicaciones Bohemia, Cuba Contemporánea, Bimestre Cubana, Revista de La Habana, se utilizarían para obtener información sobre la vida política de Martín Morúa Delgado y valoraciones de sus contemporáneos y otros analistas de la República.
A manera de conclusiones
Ante la imperiosa necesidad de visibilizar las disímiles corrientes de pensamiento inmanentes en el proceso de formación y desarrollo nacional en Cuba, resulta importante desplegar un estudio riguroso sobre la personalidad de Martín Morúa Delgado a partir de sus concepciones acerca de la integración nacional cubana.
El desarrollo de la mencionada investigación alcanzaría una novedad incuestionable. La historiografía cubana anterior a 1958, nos ha legado una visión apologética de la figura de Martín Morúa Delgado. Su homóloga de la época revolucionaria, por su parte, se ha referido a él circunstancialmente, enfatizando en su rol de artífice de la enmienda homónima a la ley electoral vigente, que proscribió al Partido Independiente de Color. Por tanto, ha sido soslayado sistemáticamente el abordaje de su pensamiento y su desempeño políticos a favor de la integración nacional de Cuba. Esta omisión justifica y confiere pertinencia a la presente investigación, que se propone vertebrar un enfoque equilibrado de esta personalidad histórica.
Por otro lado, dicho resultado científico elucidaría las particularidades del pensamiento y el desempeño políticos de Martín Morúa Delgado, en la lucha por la integración nacional de Cuba entre 1879 y 1910.
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Recibido: 08/09/2022
Evaluado: 17/10/2022
Versión Final: 12/11/2022
páginas / año 16 – n° 40/ ISSN 1851-992X /2024
[1] En tal sentido se destaca el bibliógrafo y estudioso de la cultura cubana. Tomás Fernández Robaina (1941). Sus investigaciones han girado, como regularidad, al aporte de los africanos a la cultura cubana. En esa dirección destacan sus obras El negro en Cuba (1990); Identidad afrocubana, cultura y nacionalidad (2009), así como Antología cubana del pensamiento antirracista (2015).
Por otro lado, la Dra. María del Carmen Barcia también se ha acercado al tema. Especialmente, destaca su obra Capas populares y modernidad en Cuba 1878-1930 (2005) donde aborda las acciones de movilidad social por los negros y mulatos cubanos en el período que estudia.
[2] La Editorial Caminos de La Habana reeditó dicha obra en 2002