Claudio Belini y Michel Deliberali Marson

Dossier Nº 41

EL DESENVOLVIMIENTO DE LA INDUSTRIA TEXTIL LATINOAMERICANA EN LOS SIGLOS XIX Y XX

El desarrollo de la industria textil desempeñó un papel central en los procesos de industrialización a escala mundial. En América Latina, ese papel fue también de importancia y la rama textil lideró los primeros pasos de la industria manufacturera de la región, con las particularidades que tuvo el proceso de industrialización. A principios del siglo XX, en América Latina, la industria textil y de la confección ocupaba el segundo lugar después de la industria de alimentos y bebidas (Bulmer-Thomas, 2014, pp. 146-147).

En el contexto de la integración al mercado mundial como economías primario exportadoras, donde varias naciones latinoamericanas eran productoras de algodón y lana, la producción de textiles se transformó a lo largo del siglo XIX con las primeras manifestaciones de una industria moderna para abastecer la demanda de los mercados domésticos en las economías más grandes de la región. A pesar del avance de la industria textil a finales del siglo XIX y principios del XX, algunos países latinoamericanos, como Argentina y Brasil, figuraban entre los principales importadores de hilados y tejidos de algodón del mundo en 1910 (Clark, 2007, p. 316), con una gran posibilidad de crecimiento para la producción industrial nacional a lo largo del siglo XX. Continuidades y rupturas, viejas y nuevas formas de organización productiva, cambios tecnológicos y políticas económicas permitieron el desarrollo de esa rama en el siglo XIX y comienzos del siglo XX en Brasil y México,  y más tardíamente en la Argentina y el Uruguay.

Con el cambio de las condiciones del orden económico mundial a partir de la crisis capitalista de 1929, la producción de textiles lideró la Industrialización Sustitutiva de Importaciones (también denominada como Industrialización dirigida por el Estado) en Argentina, Brasil y México y otras economías latinoamericanas. La existencia de mercados consumidores, la producción de materias primas esenciales, las bajas economías de escala de la rama y la difusión de la tecnología, alentaron este proceso intensivo de reemplazo de producción importada por textiles nacionales. Hacia la década de 1960, algunos países de la región, como México y Brasil, eran autosuficientes (producción mayor que consumo) en productos textiles y otros países tenían una proporción cercana a la autosuficiencia, como Argentina, Colombia, Chile, Uruguay y Perú (CEPAL, 1966, p. 92; CEPAL, 1968, p. 40). En general estas industrias, que habían crecido estimuladas por la protección arancelaria y los controles de cambios, no buscaron competir en el mercado mundial. Y si bien hubo exportaciones interregionales durante los años de la Segunda Guerra Mundial, la corriente exportadora declinó en la posguerra, con excepción de un monto poco significativo de textiles de lana de Argentina y Uruguay. La industrialización de los países del Sudeste Asiático, y la corriente exportadora de textiles de ese origen, a menores costos, hizo imposible a las industrias latinoamericanas competir. La respuesta de los gobiernos y de los empresarios fue, en ese plano, fundamentalmente defensiva: refugiarse en los mercados domésticos.

Este dossier reúne cuatro estudios que  con enfoques y perspectivas diversas, brindan nueva evidencia empírica en el análisis del desarrollo de la rama textil, su auge y declinación en las tres economías más grandes de América Latina.

El artículo de Raquel Beato King analiza el desenvolvimiento de la industria textil mexicana entre las décadas de 1830 y 1870. Se trata, como advierte la autora, del temprano comienzo de la industria fabril en México, que fue pionera a escala latinoamericana. El periodo estudiado, y más ampliamente el siglo XIX desde la revolución de independencia hasta la consolidación del régimen de Porfirio Díaz en la década de 1880, estuvo signando por el estancamiento económico y una marcada inestabilidad institucional. A pesar de este contexto de dificultades, acentuado por la escasez de capitales y el alto costo del transporte antes del tendido ferroviario, a partir de la década de 1830, se inició un lento desenvolvimiento de una nueva industrial fabril textil, en la zona central del país del país, de antiguo y mayor poblamiento. La nueva industria comenzó por adoptar algunas de las tecnologías modernas en la producción de hilados de algodón y la elaboración de mantas de forma tal que convivió y luego desplazó la producción doméstica y artesanal, presente desde siglos atrás. En ese sentido, los empresarios adaptaron nueva tecnología, combinando los recursos disponibles. Así, las nuevas empresas emplearon energía hidráulica para mover las hilanderías, lo que determinó su ubicación, y construyeron grandes instalaciones que en ocasiones incluyeron también viviendas para los trabajadores. Estas primeras fábricas atendieron mercados locales y, en el caso de las fábricas ubicadas en Veracruz y Puebla, los mercados regionales.

Por otra parte, la autora sostiene la hipótesis de que las políticas estatales tendieron a beneficiar al sector, especialmente la fundación del Banco de Avío. Beato sostiene que más importante que el impacto de esas políticas sobre un número reducido de firmas, fue que ellas crearon "un ambiente de confianza" para la inversión de los empresarios. El articulo analiza los factores que alentaron la implantación diferencial de la industria en las cuatro regiones de la zona central del país, presenta evidencia sobre  la evolución del número de empresas y la tendencia a la concentración,  la capacidad tecnológica del sector y las formas de organización de la producción. A propósito de ello, la autora  destaca cómo, en el periodo estudiando de surgimiento de la industria fabril mexicana y antes de la llegada de las grandes sociedades anónimas en la década de 1880, la heterogeneidad sectorial con la convivencia de diversas formas organizativas y tecnológicas, lo que sin embargo no impidió el avance la industria y la conquista del mercado doméstico de mantas de algodón.

El siguiente artículo, escrito por Míchel Deliberali Marson, aborda el desarrollo de la industria textil brasileña en el largo plazo, con un enfoque global y comparativo. Marson advierte que la historiografía ha estudiado intensamente los orígenes de la industria textil en Brasil, y su artículo se nutre de los debates y discusiones de esa producción académica; su aporte es precisamente insertar ese proceso de desenvolvimiento industrial a escala global. El estudio se articula a partir del análisis de los procesos de difusión tecnológica a escala internacional, las políticas comerciales (especialmente la aduanera y las cambiarias) y las otras políticas que definieron el entorno macroeconómico en el que el sector se desarrolló. Como el estudio de Beato, el análisis de Marson resalta los orígenes lejanos de la producción de textiles en tiempos coloniales, analizando las complejas relaciones entre Portugal y el Brasil en lo referido a la producción brasileña de fibra de algodón, la producción local de textiles y de las importaciones desde Europa. El autor muestra la importancia de la producción local de tejidos de algodón y analiza las vicisitudes que debió atravesar en el marco de la crisis de las monarquías ibéricas a comienzos del siglo XIX. En segundo lugar, aborda el periodo entre 1820 y 1880, que implicó grandes transformaciones en el mercado y la industria local, con la crisis de la producción artesanal. El autor se introduce el debate sobre el atraso de la industria brasileña y sostiene que el periodo presenció una ruptura en el desarrollo sectorial y al mismo tiempo que el origen del retraso de ese país no se debió la escasez de demanda, sino a otros factores. Por esas décadas Brasil se convirtió en una gran importadora de textiles británicos, el principal producto que  la potencia industrial del mundo colocaba en el mercado brasileño.

El análisis de Marson se focaliza también en el periodo de oro del sector, cuando creció la producción fabril de textiles de algodón gracias a la protección aduanera y la suba del tipo de cambio que acompañó el deterioro de los términos del intercambio a fines del siglo XIX. De esta forma hacia la década de 1920, la industria brasileña había sustituido virtualmente las importaciones de textiles de algodón. El autor analiza el periodo de oro y la era de la Industrialización Sustitutiva de Importaciones en el marco de las transformaciones de la economía mundial, la transferencia de tecnología sencilla desde las economías industrializadas a la periferia y las particularidades del desenvolvimiento industrial latinoamericano. En ese sentido, muestra cómo la industria textil perdió importancia en términos de su participación en el producto industrial del país. El trabajo aporta nueva evidencia empírica que permite analizar la evolución sectorial a escala global y latinoamericana. El enfoque elegido por el autor, permite comprender el complejo proceso de desenvolvimiento de la rama textil brasileña en un contexto de cambiantes condiciones y como parte de los procesos globales de difusión tecnológica, industrialización y desindustrialización.

Los dos artículos siguientes del dossier se focalizan en el caso de la Argentina, la tercera economía más grande la región en el siglo XX, pero la que desarrolló más tardíamente la industria textil. El trabajo de Claudio Belini analiza la evolución de la rama textil entre 1920 y la primera mitad de los años treinta. Si bien buena parte de la historiografía económica e industrial argentina sostiene la imagen de un periodo de prosperidad y cambios en el sector manufacturero para la década de 1920, en este artículo se matiza esa imagen a partir del análisis de la trayectoria textil. Resalta el atraso relativo de la rama en el desarrollo previo a la Gran Guerra y las dificultades que esta enfrentó durante el conflicto debido a la caída de la demanda y el encarecimiento de las importaciones de bienes y equipos. El autor sostiene que la evolución de la rama reconoce tres momentos diferenciados en donde el desempeño del sector se vio afectado por el entorno macroeconómico, las políticas comerciales y cambiarias, y las transformaciones del comercio internacional de textiles, con el avance de nuevos competidores. La economía argentina permaneció abierta en lo que hace al rubro textil y las importaciones continuaron siendo una parte significativa de las compras externas. A partir de fuentes cualitativas y cuantitativas, se muestra que la industria textil argentina enfrentaba importantes desafíos dada la escala reducida de las fábricas, el alto costo de la mano de obra en la producción de textiles y la baja productividad de los factores de producción. En este sentido, luego de un periodo de prosperidad, se produjo un estancamiento sectorial en el segundo lustro de la década de 1920. Solo después del cambio de los precios relativos producido por la Gran Depresión y las políticas económicas locales, se crearon las condiciones para un crecimiento sectorial sostenido. El trabajo se focaliza también sobre los actores: la heterogeneidad del empresariado industrial y las dificultades que tuvo para hacer oír sus reclamos en la década de 1920.

El artículo de Helena Garibotti analiza otro periodo clave de la trayectoria sectorial: los años del primer y segundo gobierno de Juan Domingo Perón entre 1946 y 1955. La segunda posguerra, con la reanudación de los flujos comerciales, supuso un momento crítico para la evolución de la industria argentina. En este trabajo, la autora analiza la implementación de políticas de aliento sectorial, especialmente el empleo del control de cambios como una herramienta para regular el comercio de importación y fomentar selectivamente algunas industrias. Este análisis se enmarca en un conjunto de condicionantes que, desde las dificultades de las economías industrializadas para ofrecer otros tipos de bienes hasta el inicio de una crisis crónica del sector externo, debido a la caída del volumen y valor de las exportaciones argentinas, condicionaron el uso de la administración del comercio exterior para fomentar la rama.

La investigación pone especial hincapié en la caracterización de los actores empresariales y sus complejos vínculos con el estado en el periodo peronista. La autora argumenta que la heterogeneidad de intereses del sector y de los actores que  lo componían, dada la presencia destacada de grandes empresas pero también de pequeñas y medianas firmas que no integraban las fases del textil, se expresó en la falta de acuerdos básicos y en la aplicación por parte del gobierno peronista de políticas comerciales limitadas en lo que respecta el aliento a la industrialización y la promoción de las exportaciones de manufacturas. Con la crisis de 1952, el gobierno realizó intentos más sistemáticos de coordinación de las políticas a favor del sector. Las dificultades de la macroeconomía peronista, con el atraso del tipo de cambio, la ascendente inflación, la contracción del crédito de la banca oficial y la "restricción externa" impuesta por la caída de la producción exportable, limitaron el impacto de las nuevas políticas.  Adicionalmente, el nivel de desarrollo sectorial, que alcanzaba a cubrir la demanda doméstica, condujo a los equipos económicos a relegar a un segundo plano a esa rama en el marco de las prioridades de la planificación del desarrollo contenida en el Segundo Plan Quinquenal (1953-1957).

En conjunto, los artículos reunidos en este dossier abordan la historia de este sector clave del desarrollo industrial en tres espacios nacionales diversos. Los diferentes recortes temporales, el análisis a escala nacional, el estudio de la trayectoria de las industrias latinoamericanas en procesos globales de difusión de tecnología y cambios en los flujos del comercio mundial, así como la indagación del papel de las políticas estatales brindan nuevas miradas, interpretaciones y evidencia empírica en torno a las particularidades de los procesos de industrialización latinoamericanos. Se trata de comprender la historia de una rama que ofrece una clave para pensar las etapas de crecimiento industrial en los diferentes espacios nacionales y en el marco de las transformaciones de la economía capitalista mundial entre los siglos XIX y XX.

Claudio Belini

Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas,

Instituto Ravignani,

Facultad de Filosofía y Letras,

Universidad de Buenos Aires (Argentina)

cfbelini@hotmail.com

Michel Deliberali Marson

Instituto Técnológico de Aeronáutica,

División de Ciencias Fundamentales (Brasil)

michelmdm@ita.br

Bibliografía

Bulmer-Thomas, V. (2014). The Economic History of Latin America since Independence. New York: Cambridge University Press. Third edition.

CEPAL (1966). The process of industrial development in Latin America. New York: United Nations.

CEPAL (1968). La industria textil en América Latina: Informe Regional. New York: United Nations.

Clark, G. (2007). A Farewell to Alms: a brief Economic History of the World. Princeton: Princeton University Press.

páginas / año 16 – n° 41/ ISSN 1851-992X /2024