La economía latinoamericana en el siglo XXI
La economía latinoamericana en el siglo XXI
The Latin American economy in the 21st century
Jaime Osorio Urbina
Universidad Autónoma Metropolitana,
Unidad Xochimilco (México)
https://orcid.org/0000-0003-1322-4874
Resumen
Bajo el patrón exportador de especialización productiva, América Latina ya ha pasado por un periodo de crecimiento de sus volúmenes de exportación, acompañado de elevados precios, en la primera década del siglo XXI, y por un largo periodo de semiestancamiento, con niveles bajos o negativos de crecimiento económico y reducción de precios y volumen exportado. A esto se agrega un momento de la economía mundial de enorme incertidumbre por las agudas disputas entre potencias económicas y militares. Este trabajo privilegia ese último periodo para desentrañar las trabas del patrón en marcha, así como las respuestas de la región a los problemas actuales.
Palabras clave: patrón exportador; mercados; estadísticas sociales.
Abstract
Under the export pattern of productive specialization, Latin America has already gone through a period of growth in export volumes, accompanied by high prices, in the first decade of the 21st century, and a long period of semi-stagnation, with low or negative levels of economic growth and a reduction in prices and export volumes. In addition, the world economy has been in a period of great uncertainty due to the acute disputes between economic and military powers. This paper focuses on the latter period to unravel the obstacles of the current pattern, as well as the region’s responses to current problems.
Keywords: export pattern; markets; social statistics.
Introducción
En las últimas tres décadas del siglo XX, las economías latinoamericanas llevaron a cabo la mutación del patrón de reproducción de capital (Osorio, 2014) sentando las bases de una nueva modalidad de inserción en el mercado mundial ahora desde el patrón exportador de especialización productiva (Osorio, 2012).
Entrado el nuevo siglo, las señales de esta nueva modalidad de reproducción de capital fueron promisorias, incentivadas en particular por la creciente demanda de materias primas y alimentos por parte de China, que pasa a jugar un papel relevante en el comercio regional. Pero, desde mediados de la segunda década, se harán presentes diversos procesos que perturbarán las señales previas, dando inicio a un periodo de bajo crecimiento cuando no de contracción, que entroncará con los años de pandemia de covid-19, y más tarde con el conflicto bélico en Ucrania. Todo esto terminará por agudizar tendencias de retracción en el comercio internacional en algunas economías del mundo imperial, como la Unión Europea, y en menor medida Estados Unidos, lo que ha repercutido en la región.
Aquí nos proponemos pasar revista a las principales tendencias presentes en el siglo XXI de la economía latinoamericana para destacar las contradicciones inherentes al patrón de reproducción mismo, así como a las condiciones generadas por las coyunturas antes señaladas. Luego de una breve mirada general, nos abocaremos en particular en las economías de Argentina, Brasil, Chile, Colombia y México. El mayor peso relativo de estas economías en la región, sus avances en el nuevo patrón exportador, las diferencias en valores de uso producidos y en los mercados exteriores son algunas consideraciones que destacan en esta selección.
A pesar de no encontrarse en un periodo expansivo, la economía de la región sigue proporcionando buenos resultados para los sectores dominantes locales y para el capital mundial. No así para los sectores sociales mayoritarios.
I. El curso general de la región en el siglo XXI
Es relevante destacar que, en lo que llevamos del siglo XXI, América Latina se organiza desde un patrón exportador de especialización productiva que se establece entre los años setenta y ochenta del siglo XX en la región. En dicho patrón se encuentran claves que no deben pasar desapercibidas para el análisis. Una de ellas es que es un patrón exportador, lo que indica que la economía regional está organizada para vender en el mercado mundial; esto implica que el eje del proyecto no se encuentre en el mercado interno, lo que trae aparejado la debilidad de los salarios. Otra clave del nuevo patrón es que se privilegia una producción específica para exportar, aquella referida a materias primas y alimentos, que abundan en la región y que cuentan con ventajas comparativas en el mercado mundial. Esto propicia que, en general, no se atienda la producción de bienes industriales, salvo en los casos de Brasil y mayormente en México, con la producción de partes, piezas y ensamble para la industria automotriz, lo que denota la fragilidad de la planta productiva local.
Así, lo poco que se había avanzado en la industrialización fue abandonado tras el giro llevado a cabo en la reproducción del capital en el último cuarto del siglo XX.
Para la división del trabajo establecida por el capital mundial en aquellos años, la especialización productiva de la región pasó nuevamente a la producción primaria. Es desde la última década del siglo XX que las economías latinoamericanas presentan cifras favorables en materia de crecimiento bajo el nuevo patrón.
Cuadro 1. América Latina: tasa de crecimiento del PIB a precios constantes
(Porcentajes)
América Latina y el Caribe | |
1991-1995 | 3.2 |
1996-2000 | 3.1 |
2001-2005 | 2.6 |
2006-2010 | 3.8 |
2011-2015 | 2.3 |
2016 | -1.1 |
2017 | 1.2 |
2018 | 1.1 |
2019 | 0.7 |
2020 | -6.4 |
2021 | 6.8 |
2022 | 4.1 |
2023 | 2.2 |
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), 2024, Anuario Estadístico de América Latina y el Caribe, 2023.
Desde 1991 a 2010, el crecimiento global del PIB de América Latina y el Caribe da un promedio de 3.2 %. Pero en 2016 las cifras presentan números negativos para la región. De allí en adelante predominarán cifras de muy bajo crecimiento o de estancamiento, particularmente al llegar a los años de pandemia (2019 y 2020). Tras dos años de recuperación, con cifras elevadas (2021 y 2022), se regresa a cifras reducidas de crecimiento en 2023. Ello a pesar de que la región estuvo alejada de los principales focos de conflictos militares y de que contó con petróleo, gas y alimentos, tres de los rubros más afectados por la inflación, particularmente en la Unión Europea.
Ampliando el tiempo y desde el punto de vista del crecimiento económico tendencial, tenemos que entre 1951 y 1979 las cifras señalan un 5.5 % por año, mientras que en las tres décadas siguientes, de 1980 a 2009, dicho crecimiento tendencial bajó al 2.7 % anual. Pero en los últimos 15 años, desde 2010 a la fecha, el crecimiento desciende aún más, alcanzando sólo el 1.6 % anual, cifra que se encuentra por debajo incluso del 2.0 % anual de la década perdida en los años ochenta, por lo que se puede hablar con propiedad de una nueva década perdida en la región (Salazar & Llinás, 2023, pp. 58-59). Más aún cuando en este último periodo el crecimiento del PIB per cápita fue sólo del 0.1 % (Salazar, 2023, p. 18).
Las exportaciones en marcha
Aún bajo el proyecto de industrialización entre los años cuarenta a sesenta, América Latina mantuvo una fuerte vocación exportadora, en tanto los saldos comerciales favorables permitían impulsar el proyecto industrial, además del apoyo en equipos y capitales desde Estados Unidos luego de la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, el auge exportador bajo el nuevo patrón de reproducción se potencia y alcanza otros niveles.
Cuadro 2. América Latina: valor de las exportaciones totales en años seleccionados
(Millones de dólares)
Año | Exportaciones |
1980 | 106,791 |
1990 | 168,020 |
1998 | 332,201 |
2005 | 645,606 |
2008 | 991,216 |
2009 | 790,688 |
2011 | 1,215,792 |
2013 | 1,241,366 |
2014 | 1,219,103 |
2015 | 1,059,805 |
2016 | 1,034,721 |
2017 | 1,153,828 |
2018 | 1,244,667 |
2019 | 1,202,264 |
2020 | 1,053,304 |
2021 | 1,342,066 |
2022 | 1,588,825 |
Fuente: CEPAL, 2024, Anuario Estadístico de América Latina y el Caribe, 2023.
El incremento del valor de las exportaciones desde 1998 es sorprendente, doblando en muy corto tiempo las cifras de años anteriores. Los números han tendido al ascenso, salvo leves bajas en 2014-2016 y en el último año de la pandemia (2020), volviendo a retomar aquella tendencia en los años siguientes.
El peso de las exportaciones en las economías de la región también se expresa en el peso que alcanzan en el PIB.
Cuadro 3. América Latina: coeficiente de las exportaciones de bienes y servicios
Porcentaje del PIB
Año | Porcentaje |
1980 | 10.30 % |
1985 | 12.90 % |
1990 | 6.5 % |
1995 | 8.9 % |
2000 | 11.7 % |
2005 | 16.2 % |
2006 | 18.2 % |
2007 | 19.6 % |
2008 | 21.5 % |
2009 | 17.5 % |
2010 | 20.6 % |
2011 | 24.2 % |
2012 | 24.1 % |
2013 | 23.4 % |
2014 | 22.7 % |
2015 | 19.8 % |
2016 | 19.5 % |
2017 | 21.5 % |
2018 | 22.9 % |
2019 | 22.0 % |
2020 | 20.6 % |
2021 | 24.5 % |
2022 | 27.9 % |
Fuentes: De 1980 a 1985, CEPAL, 2000, Anuario Estadístico de América Latina y el Caribe, 1999. De 1990 a 2022, CEPAL, 2024, Anuario Estadístico de América Latina y el Caribe, 2023.
De un 6.5 % del PIB en 1990, una cifra reducida, las exportaciones de la región ascienden a casi el 28 % en 2022, haciendo patente su significación en la nueva economía.
Una mirada en relación a lo que ocurre en otras regiones con las exportaciones nos permite situar en perspectiva lo que acontece en América Latina.
Cuadro 4. Tasa de crecimiento anual de las exportaciones de bienes y servicios, 1994-2022
Tasa media de crecimiento anual
Tasa de crecimiento | |
Mundo | 6.4 |
Países desarrollados | 5.7 |
América Latina | 7.0 |
China | 13.6 |
Fuente: Banco Mundial, s. f., World Development Indicators.
En términos relativos, la tasa media de crecimiento de las exportaciones de América Latina en el periodo considerado ha sido superior a la media mundial y se ubica por arriba del nivel alcanzado por los llamados países desarrollados, en una cifra que sólo es superada por China, economía que se encuentra a la cabeza de la expansión exportadora en lo que va del siglo XXI.
En el contexto en que el grueso de las economías del mundo se encuentran convocadas o presionadas a elevar sus niveles de participación en el mercado mundial, dentro de la mundialización en marcha, las cifras permiten redimensionar los avances logrados por la región.
Pero es relevante considerar que en el caso de América Latina no hablamos de cualquier economía exportadora, como Alemania o Japón. En la región, los éxitos exportadores y de competencia en el mercado mundial radican principalmente en la persistencia de salarios por abajo del valor de la fuerza de trabajo, la mantención de elevadas horas de trabajo, a lo que se añaden el trabajo de niños y adolescentes, esto es, en la superexplotación, y el peso muy secundario que los capitales avanzados otorgan al mercado interno, lo cual pone de manifiesto algunas de las particularidades de la reproducción en el capitalismo dependiente (Marini, 1973).
Los principales mercados de la región
En el siglo XIX y parte sustantiva del XX, los mercados de América Latina se ubicaban de manera privilegiada en Europa y Estados Unidos. Desde fines del siglo XX y a inicios del XXI, China se incorporó fuertemente como espacio sustantivo en la exportación de mercancías de la región.
Cuadro 5. Exportaciones de América Latina y el Caribe a principales socios, 2015-2023
Porcentajes del total
2015 | 2018 | 2019 | 2020 a | 2021 | 2022 | 2023 b | |
Estados Unidos | 44.4 | 43.4 | 44.8 | 44.5 | 42.5 | 43.4 | 45.8 |
Unión Europea | 10.3 | 10.7 | 10.2 | 9.8 | 9.3 | 9.5 | 9.1 |
Asia | 17.9 | 21.8 | 22.5 | 24.3 | 25.4 | 23.4 | 23.2 |
China | 9.2 | 12.2 | 12.4 | 14 | 14.7 | 13.1 | 13.9 |
Resto de Asia | 8.2 | 9.6 | 10.2 | 10.3 | 10.7 | 10.3 | 9.3 |
América Latina y el Caribe | 15.9 | 16.4 | 13.9 | 13.7 | 12.9 | 13.5 | 13.1 |
Resto del mundo | 11.6 | 7.7 | 8.5 | 7.6 | 8.3 | 10.4 | 8.9 |
Fuente: CEPAL, 2016, 2018, 2019, 2021, 2022, 2023a, 2023b, Boletín Estadístico de Comercio Exterior de Bienes en América Latina y el Caribe (22, 34, 38, 42, 46, 50, 52).
a enero-septiembre. b enero-junio.
Para todo el periodo contemplado, Estados Unidos es el principal mercado de las exportaciones latinoamericanas, seguido de China y la propia región, los cuales superan a la Unión Europea. El papel significativo de China en las exportaciones de la región, que también crece —aunque menos— en las importaciones, como luego veremos, genera problemas con Estados Unidos, en tanto se elevan las tensiones entre ambas potencias económicas.
La especialización productiva
Hablamos de especialización productiva como rasgo distintivo del nuevo patrón exportador para destacar que tiende a reposar en algunos ejes, sean agrícolas, mineros, de energías, agropecuarios e industriales (con alguna producción en México), sobre los cuales las diversas economías regionales cuentan con ventajas en la producción y en el comercio internacional. En torno a esos ejes se articula la nueva reproducción del capital, propiciando una suerte de especialización productiva.
Cuadro 6. América Latina: exportación de los 10 principales productos
Participación porcentual
2000 | 2010 | 2015 | 2019 | 2020 | 2021 | 2022 | |
Petróleo crudo | 12.40 | 9.66 | 5.75 | 6.76 | 5.25 | 6.89 | 9.16 |
Vehículos automotores para el transporte de personas, n. e. p. | 5.50 | 3.90 | 4.10 | 5.16 | 4.51 | 4.70 | 3.85 |
Soja | … | 3.28 | 3.16 | 3.35 | 3.88 | 3.77 | 3.34 |
Minerales de cobre y sus concentrados | … | 2.84 | 2.89 | 3.11 | 3.55 | 3.77 | 3.27 |
Mineral de hierro y sus concentrados, sin aglomerar | … | 2.76 | 2.61 | 3.01 | 2.89 | 3.11 | 2.70 |
Aceites de petróleo y aceites obtenidos de minerales bituminosos (excepto los aceites crudos) | 3.60 | 2.61 | 2.21 | 2.68 | 2.89 | 2.84 | 2.63 |
Oro (incluso oro platinado) no monetario, en bruto, semilabrado o en polvo | … | 2.52 | 1.91 | 2.39 | 2.89 | 2.58 | 2.16 |
Otros vehículos automotores para el transporte de mercancías, n. e. p. | 1.60 | 2.51 | 1.91 | 2.12 | 2.82 | 2.37 | 2.16 |
Cobre refinado | 1.60 | 2.23 | 1.86 | 1.68 | 1.82 | 1.98 | 2.07 |
Tortas y otros residuos sólidos del aceite de soja | … | 1.83 | 1.56 | 1.55 | 1.54 | 1.62 | 1.69 |
Total de los 10 productos principales | 34.70 | 34.14 | 27.97 | 31.80 | 32.04 | 33.63 | 33.02 |
Fuentes: Los datos del 2000 corresponden a CEPAL, 2008, Anuario Estadístico de América Latina y el Caribe, 2007. Los datos de 2010 a 2022 corresponden a CEPAL, 2024, Anuario Estadístico de América Latina y el Caribe, 2023.
Del cuadro anterior importa destacar el peso de los 10 principales productos de exportación en el total de las exportaciones, los que para 2022 representan el 33.02 % del total exportado. Esto pone de manifiesto la elevada especialización exportadora.
Es notorio el peso de productos agromineros y del petróleo, que constituyen 8 de los 10 principales bienes de exportación, y sólo se hacen presentes allí dos bienes industriales. La región sigue siendo una gran abastecedora de materias primas y alimentos al mercado mundial.
La especialización productiva exportadora va asociada a una suerte de reedición, bajo otras condiciones, de nuevos enclaves, en tanto un número reducido de actividades, generalmente muy acotadas y dinámicas, operan sin establecer relaciones orgánicas con el resto de la estructura productiva local, y de la extracción o cosecha de estos bienes se pasa a puertos para ser (algunos embalados) embarcados.
En el caso de bienes industriales se fabrican piezas y partes que alcanzan alguna demanda para producirlas desde el mercado local. Éstos constituyen prioritariamente segmentos de grandes cadenas productivas bajo la dirección del capital transnacional, que no obedecen a proyectos nacionales de desarrollo, siendo el capital mundial el que define qué nichos y segmentos privilegiar e impulsar en economías específicas.
Si, en el sistema mundial capitalista, la soberanía siempre ha sido objeto de un reparto desigual —más fuerte en las economías centrales, más débil en las regiones y economías periféricas—, en las actuales condiciones de cadenas globales de dirección transnacional con eslabones y segmentos repartidos por el mundo, dicha situación se ha agudizado.
II. Desempeño de las principales economías regionales
En este apartado, el análisis se centrará en cinco economías de América Latina: Argentina, Brasil, Chile, Colombia y México
Cuadro 7. Valor de las exportaciones totales, población y PIB para países seleccionados
Millones de dólares
Argentina | Brasil | Chile | Colombia | México | Total América Latina | |
Exportaciones (millones de dólares) | ||||||
1990 | 14,800 | 35,166 | 10,221 | 8,679 | 48,816 | 168,020 |
2001 | 31,170 | 66,662 | 22,410 | 15,063 | 171,512 | 395,967 |
2010 | 81,123 | 231,258 | 81,621 | 46,785 | 320,971 | 990,194 |
2020 | 64,437 | 238,221 | 79,579 | 38,224 | 443,575 | 1,053,304 |
2021 | 77,987 | 284,012 | 94,774 | 42,736 | 495,275 | 1,201,594 |
2022 | 88,515 | 340,328 | 98,548 | 59,837 | 578,223 | 1,400,380 |
2023 | 69,484 | 350,368 | 95,999 | 51,707 | 587,185 | 1,375,659 |
Población (miles de personas a mitad de año) | ||||||
2010 | 41,100 | 196,354 | 17,004 | 44,816 | 112,532 | 578,204 |
2020 | 45,036 | 213,196 | 19,300 | 50,931 | 125,998 | 639,387 |
2022 | 45,774 | 216,422 | 19,630 | 52,085 | 128,456 | 652,451 |
PIB (millones de dólares a precios constantes de 2018) | ||||||
2010 | 515,047 | 1,822,940 | 227,763 | 250,546 | 1,044,760 | 4,797,883 |
2020 | 479,765 | 1,883,849 | 279,778 | 319,885 | 1,144,967 | 5,124,583 |
2022 | 557,514 | 2,033,106 | 320,246 | 380,894 | 1,258,488 | 5,690,238 |
Fuentes: CEPAL, 2024, Anuario Estadístico de América Latina y el Caribe, 2023 (excepto de 2021 a 2023). De 2021 a 2023, CEPAL, 2023e, Perspectivas del Comercio Internacional de América Latina y el Caribe, 2023.
El valor de las exportaciones de las cinco economías consideradas representa poco más del 80 % del total de las exportaciones de toda América Latina para 2022, siendo México la que más aporta de las cinco, y Colombia la que menos aporta.
En 2020, año de pandemia, todas las economías, excepto Brasil y México, presentan alguna baja en el valor exportado respecto al año anterior.
Siendo Brasil el país con la mayor población en 2022, es también el que predomina en el monto del PIB, pero ocupa el segundo lugar en el valor de las exportaciones. México ocupa el segundo lugar en población y en el monto del PIB, pero predomina en el valor de las exportaciones, como ya comentamos. Ubicado en el quinto lugar en población y en el valor del PIB, Chile ocupa, sin embargo, el tercer lugar en el valor de las exportaciones. Argentina, con el cuarto lugar en población, ocupa el tercer lugar en el valor del PIB, pero alcanza el cuarto lugar en el valor de las exportaciones. Colombia, por su parte, es el tercero en población, pero alcanza el cuarto lugar en el valor del PIB y el quinto lugar en el valor de las exportaciones.
En 2023 hay una baja en el valor exportado en el total de América Latina, y también en los casos de Argentina, Chile y Colombia, en tanto Brasil y México muestran un reducido ascenso.
Existe una reducción en los precios de los principales bienes de exportación de la región en 2023. Esto puede explicar las cifras a la baja antes señaladas. De un índice 100 para 2018, los precios de los productos primarios sin energía pasan de 140 en 2022 a 131 en 2023. Igual baja se produce en productos agropecuarios, que pasan para iguales años de 150 a 136; alimentos, bebidas y oleaginosas, de 160 bajan a 144. Los minerales descienden de 109 a 102 entre 2022 y 2023, y el petróleo pasa de 155 a 129 (CEPAL, 2024).
El descenso de los precios tenderá a ser compensado por un incremento de la masa de bienes exportados, lo que explicaría las cifras positivas de Brasil en 2023. Debido a que México exporta bienes industriales y forma parte de eslabones de cadenas de valor globales, sus precios no se ven igualmente afectados como los del resto de las economías de la región; esto explica también su crecimiento en el valor exportado en 2023.
Esta primera mirada permite tomar nota de la diversidad que existe entre las economías de la región, sea en población, montos de las exportaciones y en el valor del PIB.
El peso de las exportaciones respecto del PIB nos abre a otras dimensiones a considerar.
Cuadro 8. Valor de las exportaciones con relación al PIB para países seleccionados
(sobre la base de cifras en dólares a precios de 2018)
Argentina | Brasil | Chile | Colombia | México | Total América Latina | |
1990 | 6.01 | 3.56 | 13.06 | 6.73 | 7.44 | 6.50 |
1995 | 7.70 | 4.44 | 16.31 | 7.61 | 12.59 | 8.87 |
1998 | 8.13 | 4.80 | 14.21 | 7.83 | 15.07 | 9.81 |
2000 | 8.48 | 5.01 | 15.60 | 9.37 | 19.44 | 11.72 |
2005 | 11.59 | 9.09 | 25.93 | 12.24 | 23.80 | 16.20 |
2007 | 13.84 | 11.29 | 36.85 | 15.30 | 28.06 | 19.55 |
2008 | 16.41 | 13.33 | 34.36 | 18.54 | 29.77 | 21.47 |
2009 | 14.18 | 10.54 | 29.60 | 16.41 | 25.20 | 17.50 |
2010 | 15.75 | 12.69 | 35.84 | 18.67 | 30.72 | 20.64 |
2011 | 17.88 | 15.40 | 38.79 | 24.18 | 34.57 | 24.23 |
2012 | 17.46 | 14.50 | 34.88 | 24.84 | 35.40 | 24.13 |
2013 | 16.19 | 14.03 | 33.23 | 23.42 | 36.16 | 23.41 |
2014 | 15.17 | 13.17 | 31.50 | 21.39 | 37.07 | 22.73 |
2015 | 12.64 | 11.59 | 25.62 | 14.93 | 34.83 | 19.75 |
2016 | 13.15 | 11.65 | 24.71 | 13.30 | 33.77 | 19.50 |
2017 | 13.29 | 13.29 | 27.45 | 15.13 | 36.35 | 21.47 |
2018 | 14.20 | 14.22 | 28.41 | 16.07 | 39.06 | 22.91 |
2019 | 15.02 | 13.29 | 25.92 | 14.88 | 40.10 | 21.97 |
2020 | 13.43 | 12.65 | 28.44 | 11.95 | 38.74 | 20.55 |
2021 | 16.47 | 15.99 | 32.23 | 14.33 | 44.04 | 24.53 |
2022 | 18.48 | 18.72 | 33.44 | 19.19 | 49.77 | 27.92 |
Fuente: CEPAL, 2024, Anuario Estadístico de América Latina y el Caribe, 2023.
En términos relativos, México y Chile, en ese orden, están muy por arriba del resto: constituyen las economías que mayor valor exportan en relación con el valor del PIB, entre 2000 y 2022. Son las dos economías regionales que están mayormente volcadas a los mercados exteriores, siendo las cifras de México las que sobresalen en los dos últimos años considerados.
En el escenario de estructuras productivas reducidas, el peso del valor de las exportaciones en el PIB habla de un sobredimensionamiento de determinados productos sobre el resto de la producción. Eso acontece claramente con el cobre en Chile. En México ocurre algo parecido en tanto los productos industriales que exportan forman piezas para ensamble, por lo que cuentan con mercados más estables.
Valores de uso exportados
Conocer los valores de uso exportados por las distintas economías es de interés porque nos muestra el grado de complejidad alcanzada por su estructura productiva. Además, éstos nos indican si cuentan con mejores o peores defensas en situaciones de crisis de los mercados internacionales, como ocurre si se exportan bienes salarios centrales (como carne, soya y aceites) y no sólo postres, como frutas, azúcar o café, bienes que pueden ser más fácilmente relegados en situaciones de crisis. También si se exportan bienes de uso industrial prioritario (como petróleo, cobre o hierro).
De acuerdo con datos de la CEPAL (2024), para 2022 las exportaciones de productos primarios predominan en Argentina (83.7 %), donde destacan tortas y harinas de semillas oleaginosas y otros residuos de aceite vegetal (que representaron el 13.2 % del total exportado); maíz sin moler (10.6 %); aceite de soya (6.7 %); trigo sin moler (4.6 %); carne de ganado vacuno fresca, refrigerada o congelada (3.9 %); soya (3.5 %), y petróleo crudo (3.5 %). En productos manufacturados sólo aparecen en los 10 principales bienes exportados camiones y camionetas montados o sin montar (4.7 %), y otros productos y preparados químicos (2.2 %).
En las exportaciones de Brasil para 2022 también predominan productos primarios (72.7 %), con algo de productos manufactureros (27.3 %). En primer lugar está la soya (que representó el 14.2 % del total exportado); luego, petróleo crudo (13.0 %); mineral de hierro y sus concentrados (8.8 %); maíz sin moler (3.7); carne de ganado vacuno fresca, refrigerada o congelada (3.6 %); tortas y harinas de semillas oleaginosas y otros residuos de aceite vegetal (3.1 %); aves de corral frescas, refrigeradas o congeladas (2.7 %); café verde o tostado y sucedáneos que contengan café (2.6 %); pulpa de madera (2.4 %); hierro y acero que no sean de acero fino al carbono o de aceros aleados (1.9 %).
En el caso de Chile, los productos primarios también tienen predominio (con el 77.9 %), con un bajo peso de los productos manufacturados (22.1 %), donde destacan mineral y concentrados de cobre (que representan el 23.5 % del total de las exportaciones); cobre refinado (21.9 %, que sumado al anterior llega al 45.4 % y hacen patente la enorme dependencia de Chile del cobre); carbonatos y percarbonatos (8.0 %); frutas con hueso frescas (2.5 %); pulpa de madera (2.3 %); bebidas alcohólicas destiladas (2.0 %); minerales de titanio, vanadio, molibdeno, tántalo, zirconio (1.9 %); mineral de hierro y sus concentrados (1.7 %); otros alógenos (1.2 %), y uvas frescas (1.1 %).
Los productos primarios (80.5 %) suben en las exportaciones de Colombia. Destacan en los valores exportados petróleo crudo (29.8 %); carbón (19.4 %); café verde o tostado y sucedáneos del café que contengan café (7.6 %); flores y capullos (3.8 %); productos de polimerización y copolimerización (3.0 %); plátanos frescos (2.0 %); otras ferroaleaciones (1.7 %); otros preparados de alimentos diversos (1.3 %); aceite de palma (1.2 %), y piezas estructurales acabadas y estructuras de aluminio (0.9 %).
México es el único caso en donde los productos manufacturados predominan (76.5 %), muy por encima de los productos primarios (23.5 %). Aquí tenemos máquinas de estadísticas que calculan a base de tarjetas perforadas o cintas (9.8 %); vehículos automotores (6.7 %); otras partes para vehículos (6.6 %); camiones y camionetas montadas o sin montar (5.7 %); petróleo crudo (5.5 %); hilos y cables con aislante (2.6 %); fonógrafos, grabadoras de cinta, etc. (2.1 %); motores de combustión interna, excepto para aeronaves (1.7 %); productos de polimerización y copolimerización (1.6 %), e instrumentos y aparatos de medicina (1.5 %).
De los datos anteriores se puede señalar que México, Argentina y Brasil, en ese orden, constituyen las economías con la cartera más diversificada de productos de exportación, en donde ninguno tiene un peso que rebase el 15 % del total de las exportaciones, y en el caso de México ninguno rebasa ni siquiera el 10 %.
En el lado contrario, Chile y Colombia son las economías con mayor dependencia de uno o dos productos de exportación, con productos superiores al 20 % del total de las exportaciones.
El petróleo constituye el producto de exportación presente en todos los casos, excepto en Chile, siendo el primer producto en Colombia, el segundo en Brasil, el quinto en México y el séptimo en Argentina.
Los precios internacionales
Un gran número de los productos de exportación de América Latina han elevado significativamente sus precios entre 2001 y 2022, lo que ha incrementado las ganancias de los capitales exportadores.
Cuadro 9. Índice de precios de productos básicos de exportación
2018=100
Producto | 2001 | 2010 | 2015 | 2020 | 2022 |
Bananas | 50.6 | 75.3 | 83.0 | 105.5 | 129.2 |
Carne | 50.2 | 81.5 | 108.7 | 111.3 | 137.8 |
Maíz | 54.5 | 113.1 | 103.2 | 100.6 | 193.9 |
Café | 46.1 | 133.0 | 112.3 | 93.5 | 196.1 |
Aceite de soja | 44.8 | 126.8 | 95.7 | 106.2 | 211.2 |
Soja | 49.7 | 113.4 | 99.4 | 103.1 | 171.2 |
Pulpa de madera | 51.9 | 86.9 | 84.1 | 65.6 | 109.7 |
Cobre | 24.2 | 115.4 | 84.4 | 94.5 | 135.1 |
Hierro | 43.1 | 209.1 | 80.1 | 156.2 | 173.9 |
Oro | 21.4 | 96.5 | 91.4 | 139.5 | 141.9 |
Petróleo crudo | 35.6 | 115.6 | 74.3 | 60.4 | 142.1 |
Carbón | 30.2 | 92.5 | 55.1 | 56.8 | 322.3 |
Fuente: CEPAL, 2024, Anuario Estadístico de América Latina y el Caribe, 2023.
El año base del índice (2018) es el previo a la pandemia de covid-19 y antecede también al conflicto bélico en Ucrania, procesos que perturbaron los precios, particularmente el último, tendiendo a generar escasez de productos alimenticios y de energías, y con ello la elevación de precios.
Ello repercute favorablemente a la región y sus capitales.
Sin embargo, los problemas de estancamiento e incluso recesión presentes en el mundo desenvuelto durante 2023, con la excepción de Estados Unidos, que logró crecer un 2.5 % de su PIB, han provocado que los precios de muchos productos desciendan, lo que se une a la disminución de la demanda de bienes, con lo cual se han reducido algunas ventajas en el comercio internacional para la región en 2023.
Cuadro 10. Índice de las exportaciones de bienes de América Latina y países seleccionados
(Tasas anuales de variación)
Valor | Volumen | Valor unitario | |||||||
2021 | 2022 | 2023 | 2021 | 2022 | 2023 | 2021 | 2022 | 2023 | |
América Latina | 27.8 | 16.3 | -1.5 | 6.1 | 4.1 | 3.1 | 20.4 | 11.7 | -5.3 |
Argentina | 41.9 | 13.5 | -22.0 | 12.8 | -2.3 | -14.3 | 25.8 | 16.2 | -9.0 |
Brasil | 34.8 | 19.8 | 3.3 | 4.1 | 5.4 | 12.7 | 29.5 | 13.6 | -8.4 |
Chile | 28.0 | 4.0 | -2.6 | -0.5 | -1.5 | 3.6 | 28.7 | 5.6 | -6.0 |
Colombia | 32.3 | 40.0 | -13.6 | -4.7 | 1.0 | 2.9 | 38.8 | 38.7 | -16.0 |
México | 18.7 | 16.7 | 2.0 | 5.4 | 6.7 | 4.1 | 12.6 | 9.4 | -2.0 |
Fuente: CEPAL, 2023c, Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe, 2023.
El valor de las exportaciones desciende para 2023 en todos los casos, y sólo Brasil y México no llegan a números negativos, pero presentan montos muy bajos.
En cuanto al volumen de las exportaciones, éstas descienden en Argentina y México, siendo Argentina el caso más agudo de descenso en volumen, pero también en valor y precio unitario de las exportaciones. El ascenso de Milei a la presidencia cuenta con datos duros que ayudan a explicar esa situación.
México, con cifras bajas en el valor exportado en 2023 y descensos en el volumen, alcanza una reducción del valor unitario de los bienes exportados, aunque menor que en el resto de los casos, lo que lo pone en la mejor situación de los países considerados.
El volumen de las exportaciones de Brasil asciende en 2023, lo que seguramente le ayuda a sortear el brusco descenso del valor unitario de los bienes exportados, con lo que logra incrementar —aunque poco— el valor de las exportaciones.
Para todos los casos considerados, el valor unitario de las exportaciones desciende en 2023, siendo Colombia, Argentina y Brasil, en ese orden, los casos más agudos. Ello va de la mano con el descenso del valor total exportado, aunque, allí, Brasil y México alcanzan cifras positivas.
Con la excepción de Argentina, la caída del valor unitario de los bienes exportados en 2023 se tiende a compensar incrementando el volumen de las exportaciones, lo que limita la caída del valor de éstas.
Las perspectivas para las economías desenvueltas para 2024 no son alentadoras, por lo que ello se expresará para América Latina en tendencias parecidas a las que se vivieron en 2023.
Esta situación contrasta con lo que se vivió hasta 2008, como hemos ya comentado, cuando los precios de los bienes exportados y el volumen de las exportaciones de la región crecieron de manera conjunta, generando recursos que, sin embargo, no se abocaron a ampliar o transformar la especializada estructura productiva, ni a mejoras en las condiciones de vida del grueso de la población. Aquel periodo agravó la desigualdad social imperante.
¿Hacia dónde se dirigen las exportaciones de las grandes economías regionales?
Vistas en su conjunto, las economías latinoamericanas tienen en el mercado de los Estados Unidos su principal espacio de realización (42 % en 2021), siendo México, dentro de los países seleccionados, el único por encima de ese promedio y por mucho (con el 78.1 %). El otro mercado importante para la región es China, con el 14.5 % del total, pero con pesos diferenciados en diversas economías. Por ejemplo, para 2021 las exportaciones a China se elevaron al 38.6 % para Chile y al 31.3 % para Brasil, constituyéndose en el principal destino de las exportaciones para ambas economías. Los productos dirigidos a China se elevaron al 8.9 % para Colombia y al 7.9 % para Argentina. De las grandes economías regionales, sólo México logra mantener bajos niveles de exportación hacia el mercado de China.
Cuadro 11. Tres principales destinos de las exportaciones de países seleccionados
Porcentaje respecto a las exportaciones totales
País exportador | ||||||||||||
Argentina | Brasil | Chile | Colombia | México | América Latina | |||||||
Destino | 2010 | 2021 | 2010 | 2021 | 2010 | 2021 | 2010 | 2021 | 2010 | 2021 | 2010 | 2021 |
Argentina | - | - | 9.2 | 4.2 | - | - | - | - | - | - | - | - |
Brasil | 21.2 | 15.1 | - | - | - | - | - | - | - | - | 3.6 | 2.6 |
China | 8.5 | 7.9 | 15.3 | 31.3 | 24.3 | 38.6 | 4.9 | 8.9 | 1.4 | 1.8 | 7.7 | 14.5 |
Estados Unidos | 5.4 | 6.4 | 9.7 | 11.2 | 9.7 | 15.8 | 43.1 | 28.1 | 80.1 | 78.1 | 36.8 | 42.0 |
Panamá | - | - | - | - | - | - | - | 5.8 | - | - | - | - |
Canadá | - | - | - | - | - | - | - | - | 3.6 | 2.6 | - | - |
Corea del Sur | - | - | - | - | 5.9 | 5.1 | - | - | - | - | - | - |
Fuente: Banco Mundial, s. f., World Integrated Trade Solution.
América Latina constituye un mercado muy heterogéneo para el comercio de las diversas economías de la región. De los países considerados, Argentina y México constituyen los casos extremos: uno por la fuerza y peso de su comercio intrarregional; otro por su escaza significación. Argentina vende y compra mucho a la región. México vende y compra a la región muy poco.
Cuadro 12. Exportaciones e importaciones intrarregionales para países seleccionados
(En porcentajes del total)
Exportaciones | Importaciones | |||
2001 | 2022 | 2001 | 2022 | |
América Latina y el Caribe | 17.28 | 15.46 | 17.12 | 14.50 |
Argentina | 40.46 | 33.20 | 34.98 | 31.05 |
Brasil | 22.83 | 17.06 | 20.12 | 13.09 |
Chile | 24.25 | 14.34 | 37.60 | 25.40 |
Colombia | 35.39 | 34.02 | 25.49 | 20.38 |
México | 3.81 | 4.25 | 3.14 | 3.88 |
Fuente: CEPAL, 2024, Anuario Estadístico de América Latina y el Caribe, 2023.
Salvo México, todas las demás economías seleccionadas mantienen relaciones comerciales con países de la región por arriba del volumen promedio de toda América Latina y el Caribe. En las exportaciones regionales, además de Argentina, destaca Colombia, para 2022, con un 34.02 % del total. Pero los datos destacan un leve descenso entre 2001 y 2022 para todas las economías consideradas, con la excepción de México.
En materia de importaciones regionales, luego de Argentina, destacan Chile y Colombia, por encima del promedio regional. Pero aquí, como en las exportaciones, la tendencia general es al descenso de la relevancia regional en importaciones en todos los casos analizados.
El escaso comercio intrarregional en general es expresión de la debilidad de la integración regional, siendo América Latina una de las regiones menos cohesionadas a nivel planetario (Grynspan, 2023).
Infraestructura e inversiones
Cabe preguntarse por los pasos llevados a cabo por los capitales para fortalecer la estructura productiva.
Cuadro 13. América Latina: formación bruta de capital fijo
(En porcentaje del producto interno bruto)
2014 | 2016 | 2018 | 2020 | 2022 | |
América Latina y el Caribe | 22.4 | 19.4 | 18.7 | 17.5 | 19.1 |
Argentina | 14.7 | 14.3 | 15.3 | 12.6 | 16.1 |
Brasil | 18.7 | 15.2 | 15.1 | 15.8 | 17.1 |
Chile | 25.1 | 23.6 | 23.0 | 22.7 | 23.6 |
Colombia | 22.6 | 21.4 | 21.2 | 17.2 | 18.9 |
México | 23.8 | 23.9 | 23.0 | 20.0 | 21.6 |
Fuente: CEPAL, 2023c, Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe, 2023.
En la última década prevalece la tendencia a una baja inversión en la estructura productiva en la región. La débil diversificación de esa estructura y mayoritariamente de productos primarios no requieren alientos para el incremento de las inversiones. Argentina es la economía con cifras más bajas en todo el periodo considerado, en tanto Chile y México presentan las cifras más altas. A pesar de contemplar un año de pandemia (2020), sus números no descienden del 20 % (como es el caso de México). El peso de la producción exportadora de cobre, en bruto y también con algún procesamiento, en Chile, y de partes automotrices en México, pueden explicar la mantención de buenos números en la materia.
Cuadro 14. América Latina y el Caribe: inversión extranjera directa neta
(En millones de dólares)
2015 | 2017 | 2019 | 2021 | 2023 a | |
América Latina y el Caribe | 149,762 | 128,552 | 124,952 | 122,784 | 92,246 |
Argentina | 10,884 | 10,361 | 5,126 | 5,366 | 7,485 |
Brasil | 61,604 | 47,545 | 46,355 | 30,200 | 18,146 |
Chile | 19,681 | 7,939 | 16,813 | 17,920 | 16,297 |
Colombia | 7,403 | 10,011 | 10,836 | 6,381 | 9,313 |
México | 25,272 | 30,070 | 23,860 | 33,954 | 27,222 |
Fuente: CEPAL, 2023c, Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe, 2023.
a Corresponde a la suma de los dos primeros trimestres del año.
La región sigue siendo atractiva para la inversión extranjera directa (IED), con Brasil y México como los principales puntos donde dicha inversión se concentra. Le siguen Chile y Colombia, y más abajo Argentina, economía que se ve desfavorecida por los problemas de inflación, deuda y devaluaciones en los años finales del periodo.
Para todos los casos, la IED parece tender a crecer en 2023, ya que los números del cuadro sólo corresponden a los dos primeros trimestres de ese año.
Los niveles de productividad no han crecido en la región en los últimos treinta años; por el contrario, han tendido a descender desde 2011 en adelante. Así, de un índice 100 para 1990, el crecimiento acumulado de la productividad total en el mundo ha pasado a 104 en 2023, en tanto América Latina y el Caribe han descendido a 85 en 2023 (Salazar & Llinás, 2023, pp. 64-65).
De esta manera alcanzan sentido las bajas cifras sobre formación bruta de capital fijo y el carácter conservador en términos de tecnologías y equipos de la IED.
III. Condiciones de existencia de la población
El bajo poder adquisitivo de los salarios y la persistencia del deterioro en general de las condiciones laborales y de vida del grueso de la población caracterizan la situación entrados en el siglo XXI.
Cuadro 15. Salarios mínimos reales. 2012-2022
(Índice 2012=100)
Año | Argentina | Brasil | Chile | Colombia | México | Promedio América Latina |
2012 |
| 100.0 | 100.0 | 100.0 | 100.0 | 100.0 |
2013 |
| 102.6 | 104.8 | 102.0 | 100.5 | 102.1 |
2014 |
| 103.1 | 108.8 | 103.6 | 100.4 | 103.0 |
2015 |
| 102.9 | 111.7 | 103.2 | 103.1 | 104.1 |
2016 | 112.6 | 105.7 | 117.1 | 102.7 | 105.8 | 106.7 |
2017 | 110.7 | 108.7 | 120.7 | 105.3 | 110.3 | 110.3 |
2018 | 100.0 | 106.8 | 123.6 | 108.0 | 115.1 | 111.6 |
2019 | 89.0 | 107.7 | 128.6 | 110.6 | 129.0 | 116.1 |
2020 | 80.9 | 109.2 | 133.3 | 114.4 | 149.8 | 122.9 |
2021 | 76.6 | 106.3 | 133.3 | 114.4 | 163.0 | 125.0 |
2022 | 79.4 | 107.1 | 135.3 | 114.4 | 184.3 | 130.5 |
Fuentes: Organización Internacional del Trabajo (OIT), 2023, Panorama Laboral 2023. América Latina y el Caribe.
Los datos para Argentina de 2016 a 2022 fueron obtenidos del portal CEPALSTAT (s. f.).
Nota: Para Argentina, 2018=100.
El cuadro tiene de base el año 2012, que de acuerdo con el cuadro 15 marca el inicio del periodo más largo de crecimiento negativo del valor de las exportaciones regionales, por lo que los salarios tendieron a permanecer estancados en términos reales. Eso es lo que explica que en los años siguientes las cifras se eleven muy poco para todos los países, para despegar algo recién en 2017. Es curioso que los salarios se mantienen entre 2019 y 2020, los años de la pandemia, pero es posible que sea el descenso del empleo el que se vio afectado.
Sólo en los casos de México, con ascensos significativos por la política de López Obrador, desde su ascenso en 2018, de mejoras al salario, y de Chile, mucho menos, pero muy por arriba del resto de los casos considerados, se muestran mejoras sustantivas.
En Brasil el salario sube muy poco y en Colombia un tanto más. Argentina es la única economía que presenta cifras de descenso del salario mínimo, anunciando su crisis.
La debilidad de los salarios también expresa la fragilidad de la planta productiva en el capitalismo dependiente regional. Esto se hace visible cuando constatamos que, del total de la población que labora en sectores de baja productividad, el 48 % del total de empleos, sólo un 13.2 % son asalariados, un 4.0 % laboran en empleo doméstico, un 28 % son trabajadores independientes no calificados, 6.1 % lo hace en la construcción y 19.8 % laboran en comercio y servicios (CEPAL, 2024).
Cuadro 16. América Latina y el Caribe: precios al consumidor
(Variación porcentual en 12 meses)
2018 | 2019 | 2020 | 2021 | 2022 | 2023 | |
América Latina y el Caribe a | 3.5 | 3.4 | 3.3 | 7.6 | 7.6 | 13.8 |
Argentina | 47.1 | 52.9 | 34.1 | 51.4 | 95.2 | 121.6 |
Brasil | 3.7 | 4.3 | 4.5 | 10.0 | 5.8 | 4.7 |
Chile | 2.6 | 3.0 | 3.0 | 7.2 | 12.8 | 7.7 |
Colombia | 3.1 | 3.8 | 1.6 | 5.6 | 13.1 | 11.3 |
México | 4.8 | 2.8 | 3.2 | 7.4 | 7.8 | 5.5 |
Fuente: CEPAL, 2023c, Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe, 2023.
a No incluye a economías con inflación crónica.
La desbordada inflación en Argentina aporta elementos para explicar el triunfo del candidato anarco-libertario Javier Milei en las elecciones presidenciales de diciembre de 2023.
En el resto de las economías contempladas, la inflación se eleva de 2021 en adelante marcada por el ascenso de precios debido a las tendencias recesivas e inflacionarias en la Unión Europea y Estados Unidos, y en la subida de precios de bienes en el comercio al interior de la región.
Todo ello repercute en afectar los niveles de consumo de una población con salarios reducidos y superexplotada como la existente en la región.
Cuadro 17. América Latina y el Caribe: tasa de desocupación
(En tasas medias)
2000 | 2010 | 2018 | 2019 | 2020 | 2021 | 2022 | 2023 | |
América Latina y el Caribe | 10.4 | 6.3 | 7.9 | 8.0 | 10.3 | 9.3 | 7.0 | 6.3 |
Argentina | 15.1 | 7.7 | 9.2 | 9.8 | 11.5 | 8.8 | 6.8 | 7.6 |
Brasil | 7.1 | 6.8 | 12.4 | 12.0 | 13.8 | 13.2 | 9.3 | 8.2 |
Chile | 9.7 | 8.4 | 7.4 | 7.2 | 10.8 | 8.9 | 7.9 | 8.3 |
Colombia | 17.3 | 11.0 | 9.1 | 9.9 | 15.1 | 13.8 | 11.2 | 11.0 |
México | 3.4 | 5.3 | 3.3 | 3.5 | 4.4 | 4.1 | 3.3 | 3.3 |
Fuentes: Del 2000 a 2010, CEPAL, 2010, Anuario Estadístico de América Latina y el Caribe, 2010. De 2018 a 2023, CEPAL, 2023c, Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe 2023.
En casi todos los casos, la desocupación se eleva en 2020 y 2021, por efectos de la baja en la actividad productiva propiciada por la pandemia de covid-19.
Pero hacia 2023 siguen siendo elevados los datos para las economías contempladas, con salvedad sólo de México. Es posible que en todos los casos los procesos de subempleo y subcontratación alteren las cifras anteriores.
Considerando la población urbana de 15 a 24 años, con 0 a 5 años de estudio, las cifras de desocupación se elevan sustancialmente para 2022. Para el total (hombres y mujeres) se eleva al 17.2 %, siendo del 15.6 % para los hombres y del 19.3 % para las mujeres. Esos números ascienden al 5.1 % para personas de 35 a 44 años, con 10 a 12 años de estudio, siendo del 4.0 % la desocupación para hombres y del 6.3 % para mujeres (CEPAL, 2024).
Considerando a toda la región por ámbito urbano o rural, el desempleo para 2012 asciende al 7.0 % en el ámbito urbano por el 3.8 % en el ámbito rural, cifras que suben en 2020 al 11.3 % en desempleo urbano y 6.2 % en ámbito rural para morigerarse en 2022 y alcanzar el 7.5 % y el 4.3 % en dichos ámbitos (OIT, 2023).
Peso del empleo informal
El incremento del empleo entre el primer trimestre de 2020 y el segundo trimestre de 2023 se explica por el peso alcanzado por las ocupaciones informales. En Argentina, el ascenso del empleo informal en el incremento del empleo en ese periodo fue del 78 %, en Brasil del 49 %, en Chile del 43 % y en México del 65 %.
Sin embargo, los datos apuntan hacia una tendencia con leve descenso. “A mediados de 2023 la tasa de informalidad regional (promedio de 11 países) fue de 48 por ciento, algo inferior al registro de 2019 (49 por ciento)” (OIT, 2023, p. 58).
Conviene destacar que el peso de los empleos informales en la región se concentra en población joven entre 15 y 24 años, que alcanzó el 58 % para 2022.
Prolongadas jornadas de trabajo
Una forma regular de incrementar las ganancias en el capitalismo dependiente consiste en prolongar las horas de trabajo en la jornada, sea en un empleo o bien con un segundo empleo. En ambos casos, esto implica años futuros de vida y de trabajo apropiados hoy por el capital, los que no pueden ser compensados con el pago de horas extras, como a veces ocurre, porque para reponer el desgaste de esa fuerza laboral se requiere no sólo de más o mejor alimentación —posible de alcanzar con salarios extra—, sino principalmente mayores horas de descanso.
Cuadro 18. Horas promedio de trabajo semanal y trabajadores que laboran 49 horas o más (para países seleccionados)
Países seleccionados | Horas semanales trabajadas (Promedio) | Trabajadores que laboran 49 hrs. o más (Porcentajes) |
Argentina | 37.0 | 16 |
Brasil | 39.0 | 11 |
Chile | 40.4 | 10 |
Colombia | 44.2 | 23 |
México | 43.7 | 28 |
Fuente: OIT, 2024, Wages and Working Time Statistics. Database ILOSTAT. Actualización de datos: 11 de enero de 2024.
El exceso de horas trabajadas en las economías latinoamericanas queda de manifiesto cuando consideramos que el promedio de horas semanales de trabajo en las economías de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) fue para 2022 de 33.6 horas.[1] En todos los países considerados en el cuadro se supera ampliamente esa cifra, lo que desmiente juicios como que la región es pobre porque se trabaja poco. El dilema es justamente que se trabaja mucho, como indican las cifras, pero esto no se ve reflejado en las condiciones de vida del grueso de la población.
Es interesante constatar en el cuadro anterior que las economías con mayores horas de trabajo semanal, en este caso Colombia y México, son las que tienen a su vez los mayores porcentajes de población que laboran a lo menos 49 horas semanales o más.
Trabajo infantil
Es sorprendente que los organismos internacionales, la OIT, no ofrezcan información sobre trabajo infantil, a lo más algunas referencias como que “en 1990 entre 8.8 y 10.5 millones de niños entre 10 y 14 años trabajaban en la región, [pero], si se consideraba los niños a partir de los 5 años, esta estimación podría llegar entre los 15 y los 18 millones” (OIT, 2023, p. 100), con lo que la masa de niños de 5 años que laboraron en 1990 era aproximada a 7 u 8 millones.
Las sorpresas sobre el tema comienzan cuando se incorpora población de 15 años en las estadísticas sobre empleo o desocupación en América Latina, por lo que debemos suponer que en la región un niño de 15 años es considerado un sujeto apto para laborar de manera remunerada y, por tanto, para establecer un contrato de trabajo.
En el informe de la OIT de 2023 se hace referencia al Convenio 138 de la OIT de 1973, en donde se indica que “la edad mínima [para trabajar] no deberá ser inferior a la edad en que cesa la obligación escolar, o, en todo caso, a quince años”. Pero en artículos diversos de ese convenio se va matizando, por lo que esa edad podría ser 14 si la economía y la educación están insuficientemente desarrolladas, hasta formularse que “la legislación nacional podrá permitir el empleo o el trabajo de personas de trece a quince años de edad en trabajos ligeros”, para acotar, sin embargo, que esos 13 a 15 años en ciertos casos podrían ser 12 a 14 años.[2]
Pobreza y desigualdad social
A partir de 2010, la pobreza se reduce, dejando de abarcar a lo menos a casi un tercio de la población total o más, como acontece entre 1980 y 2008. Pero para 2022 la pobreza ha vuelto a incrementarse. Debe considerarse que la pobreza en la región dejó de ser un indicador de desempleo, en tanto población con empleo, pero con muy bajos salarios se incorpora a esa franja social como pobreza laboral.
Cuadro 19. América Latina: personas en situación de pobreza y pobreza extrema
(En porcentaje del total de personas)
Pobreza | Pobreza extrema | |
1980 | 40.5 | 18.6 |
1990 | 48.3 | 22.5 |
2002 | 44.0 | 19.4 |
2007 | 34.1 | 12.6 |
2008 | 33.5 | 9.1 |
2010 | 31.5 | 8.6 |
2012 | 28.6 | 8.2 |
2014 | 27.7 | 7.8 |
2016 | 29.8 | 9.8 |
2018 | 29.7 | 10.5 |
2020 | 32.8 | 13.2 |
2022 | 32.3 | 13.1 |
Fuentes: De 1980 a 2007, CEPAL, 2009, Panorama Social de América Latina y el Caribe, 2008.
De 2008 a 2022, CEPAL, 2024, Anuario Estadístico de América Latina y el Caribe, 2023
Desde 2007 se asiste a un descenso de la pobreza, con repuntes los dos últimos años considerados. Sin embargo, desde 2016 en adelante se asiste por otro lado al incremento del porcentaje de la población sumida en la pobreza extrema. Todo esto acontece en tiempos en donde se han multiplicado los llamados gobiernos progresistas en la región, que han aplicado políticas sociales tendientes a reducir la pobreza. Las tendencias del capital a incrementar ganancias empobreciendo a la población trabajadora terminan prevaleciendo, según los datos anteriores.
La polarización en las condiciones de existencia en la región se hace patente cuando nos acercamos a la distribución de los ingresos.
Cuadro 20. América Latina: distribución del ingreso de las personas por deciles y quintiles, 2022
(En porcentajes)
Decil | Participación en el ingreso | Quintil | Participación en el ingreso |
1 (más pobre) | 1.7 | I | 4.8 |
2 | 3.1 | ||
3 | 4.1 | II | 9.3 |
4 | 5.2 | ||
5 | 6.3 | III | 13.9 |
6 | 7.6 | ||
7 | 9.4 | IV | 21.1 |
8 | 11.7 | ||
9 | 16.1 | V | 50.9 |
10 (más rico) | 34.8 |
Fuente: CEPAL, 2024, Anuario Estadístico de América Latina y el Caribe, 2023.
Las exportaciones crecen en valor hasta 2022; los salarios permanecen reducidos o recién alcanzan el nivel que presentaban a inicios de 2019, cuando inicia la pandemia; la pobreza absoluta sigue elevada, y la desigualdad social se sostiene. El 10 % de la población más pobre de la región percibe el 1.7 % de los ingresos en 2022, en tanto el 10 (más rico) se apropia del 34.8 % de todos los ingresos.
Los términos de esta ecuación indican que en el patrón exportador imperante opera una lógica de concentración de la riqueza en un extremo, y de exclusión y empobrecimiento relativo en el otro.
Estos resultados son comunes y van más allá del color del gobierno en turno y de las alianzas políticas que lo sostengan. Sólo en el caso de México, las estadísticas indican un incremento de los ingresos del decil más pobre, que del 1.8 % en 2014 se eleva al 2.3 % en 2022, en tanto los ingresos del decil más alto descienden del 38.7 % al 33.7 % en iguales años. Pero en la otra gran economía regional, Brasil, las tendencias caminan agudizando las bajas cifras que percibe el 10 % con menos ingresos, los que descienden del 1.5 % en 2014 al 1.3 % en 2022.
En todo caso, el ascenso del decil más bajo se da en un cuadro de magros ingresos. Es en ese cuadro que se producen las mejoras.
Es en la propia lógica del capitalismo latinoamericano y en su actual versión histórica, el patrón exportador de especialización productiva, en donde opera un núcleo concentrador y simultáneamente pauperizador.
En este contexto se debe señalar que para 2020 el porcentaje de migrantes que tuvieron como origen América Latina y el Caribe ascendió al 15.3 % del total mundial, lo que denota también la tendencia a expulsar de la economía regional (Cecchini & Martínez, 2023).
Las elevadas remesas que percibe la región de población local que migró constituyen un elemento que morigera las tendencias pauperizantes que operan en la dinámica del capitalismo regional. Con casi el 25 % de las remesas a nivel global, las percibidas por la región alcanzaron los 149 mil millones de dólares en 2023 (Cecchini & Martínez, 2023).
Reducido pero poderoso mercado local
El deficiente mercado que conforman los ingresos de los trabajadores tiene como contrapartida, en el mercado local, la constitución de un pequeño pero poderoso mercado interno (asimilable gruesamente a los dos últimos deciles, es decir, al último quintil en el cuadro anterior) en el que participan sectores que viven de plusvalía, renta o elevados salarios. Ese 20 % de la población se apropia en la región de poco más del 50 % de los ingresos totales.
Esto pone de manifiesto que, para estos sectores del gran capital, modificar el orden existente o las modalidades de inserción de las economías regionales en el mercado mundial no constituye prioridad alguna. Al contrario, la condición dependiente le es muy redituable.
Conclusiones
Luego de una primera década de sustanciales beneficios, por la expansión del volumen de las exportaciones y la subida de precios, que terminaron por consolidar el patrón exportador de especialización productiva, la economía de la región se enfrenta a un largo periodo de semiestancamiento, caídas en el crecimiento y reducción de precios, donde ha confluido la enorme dependencia del exterior del patrón en marcha, como la pandemia de covid-19 y los conflictos entre potencias y aliados ligados al curso del sistema mundial capitalista.
Para los sectores dominantes ligados a los ejes del proyecto económico en marcha, la difícil situación no ha alcanzado niveles de merma de ganancias ni mayores sacrificios. El nuevo patrón se asienta en la producción de materias primas, alimentos y otros bienes como energía y producción manufacturera, por lo que sólo una situación límite del mercado mundial podría provocar el derrumbe de las exportaciones y sus precios.
La situación, sin embargo, tiene otra cara para los sectores sociales que viven de salarios, bajos sueldos o del autoemprendimiento. Con dificultades, y luego de tres años, la región ha logrado alcanzar los empleos presentes al inicio de la pandemia en 2019, así como los niveles de los salarios, sobre la base en muchos casos de empleo informal, e incorporando al mercado laboral a niños-obreros que seguramente son vitales para alcanzar ingresos familiares con el apoyo de diversos integrantes.
El boom que representó la demanda de la economía de China hoy plantea serias interrogantes sobre su futuro y expansión, en una región donde muchas economías hicieron de ese mercado su punto de llegada fundamental.
A la incertidumbre de las disputas geopolíticas se suman las que devienen del futuro político en los Estados Unidos. Las interrogantes para América Latina y para el sistema mundial que plantea el futuro presidente se multiplican por los frentes en que se amenaza intervenir, sea hacia la población latina en Estados Unidos; el cierre de la frontera sur a nuevos migrantes; las políticas hacia la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), China y Rusia; las políticas comerciales proteccionistas, entre tantos otros.
La vigencia de la teoría marxista de la dependencia alcanza expresión en este escrito, al hacerse presente algunas de sus principales tesis, como el peso de la superexplotación y la ruptura en el ciclo del capital, visible en economías volcadas a los mercados exteriores, así como en la propia noción de patrón de reproducción de capital que guía esta reflexión.
Bibliografía
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Recibido: 20/06/2024
Evaluado: 30/07/2024
Versión Final: 12/09/2024
páginas / año 17 – n° 43/ ISSN 1851-992X /2025
[1] Para las economías que forman parte de la OCDE, en 2022 el promedio de horas anuales trabajadas por trabajador fue de 1752 horas, las cuales divididas por 52 semanas de un año nos da las 33.6 horas semanales por trabajador (OCDE,2024).
[2] Más allá de si están ratificados o no los acuerdos y artículos que exponen lo anterior, la OIT, la CEPAL y otros organismos internacionales saben que existe trabajo infantil. ¿No deberían tener la obligación de informar al respecto?