Reseña bibliográfica

Pérez Álvarez, G. (2022). Trabajadores del aluminio. La historia de Aluar desde una perspectiva obrera (1974-2022). Buenos Aires: Grupo Editor Universitario, 124 páginas.

Trabajadores del aluminio es el resultado de una investigación centrada en el caso de una empresa cuya historia sintetiza, por un lado, la alianza entre el Estado y la burguesía nacional y, por otro, las consecuencias sociales de una posición dominante en una región particular.

Su autor, Gonzalo Pérez Álvarez, es director del Instituto de Investigaciones Históricas y Sociales de la Universidad Nacional de la Patagonia y Doctor en Historia por la Universidad Nacional de La Plata. Es investigador adjunto del CONICET y profesor de Historia Social de Argentina y América Latina, Economía y Sociedad e Historia Política Argentina. Se especializa en el estudio de los cambios en la estructura económica y social y los conflictos sociales producidos en la Patagonia argentina durante el desarrollismo, las dictaduras y el neoliberalismo, vinculando esos procesos con dinámicas similares a nivel mundial.

El libro pertenece a la colección “Pasado y presente de la clase obrera en Argentina”, dirigida por Nicolás Iñigo Carrera y publicada por el Grupo Editor Universitario, y está compuesto por una introducción, seis capítulos y una sección de reflexiones finales. La estructura general sigue un orden cronológico, que va desde la creación de ALUAR (Aluminio Argentino S.A.) hasta la actualidad. A la vez, explica la situación progresiva de la empresa tomando en consideración el contexto nacional e internacional y, de manera privilegiada, los testimonios de los trabajadores.

La base documental incluye fuentes orales y fuentes informativas. Las primeras están constituidas por entrevistas hechas por el autor a siete obreros de la empresa. Las segundas están conformadas por diarios provinciales y nacionales y páginas web de la empresa y de diversas instituciones, además de otros materiales de archivo. La complementariedad de ambas fuentes permite al autor construir un interesante contrapunto entre las percepciones de los trabajadores y los discursos públicos de ALUAR, de los funcionarios de turno y de la prensa. En este proceso de construcción de sentido es importante también la recuperación de la experiencia del propio Pérez Álvarez como participante en diversas instancias de la lucha sindical llevada adelante por los empleados de la empresa.

En la introducción, el autor señala que ALUAR impulsó la transformación de Puerto Madryn, ciudad donde está radicada. Según los datos del INDEC, en 1970, la localidad tenía menos de 7.000 habitantes y, una década después, luego de la instalación de la empresa, la población superó los 20.000, cantidad que se duplicaría diez años más tarde. Así, la industria del aluminio se convirtió en unos de los pilares de Puerto Madryn, junto con la actividad pesquera y el turismo. Pero ALUAR no solo es un factor dinamizante de la economía regional: también es una empresa acusada de contaminar el ambiente y de recibir grandes beneficios de los diferentes gobiernos nacionales y provinciales.

En el primer capítulo, Pérez Álvarez expone el proceso de creación e instalación de la empresa. Tan solo un año después de su conformación, el gobierno nacional de Lanusse, en 1971, le adjudicó los derechos sobre una planta productora de aluminio a instalarse en Puerto Madryn. La decisión se justificaba en la necesidad de producir aluminio primario en el país como una político de Estado. Su presencia en la zona noreste de Chubut responde a la lógica de enclave, siendo una empresa implantada en la región, sin articulaciones con la historia regional ni con la generación de industrias derivadas directamente de la elaboración del aluminio producido. El autor denomina “desarrollismo genérico” al modelo de promoción industrial que, tras la crisis de 1929-1930, otorgaba al Estado el rol de sostén del capitalismo en países dependientes. Así, bajo el supuesto de la relación natural entre crecimiento, industrialización y desarrollo, nació la idea de radicar una gran industria en una región vista como un desierto.

El proceso de adjudicación estuvo viciado de irregularidades, ya que la empresa no había sido la mejor oferente y, además, ofrecía más antigua y contaminante que sus competidores. Para proveerla de la energía eléctrica necesaria, se construyó la represa estatal hidroeléctrica Futaleufú, ubicada a unos 700 kilómetros hacia el Oeste. De esta manera, se dio a ALUAR energía subsidiada, lo que, sumado a otros beneficios, posibilitó que rápidamente obtuviera ganancias importantes. Trazando una continuidad con el presente, señala Pérez Álvarez que, gracias a su condición monopólica en el país, ALUAR es formadora de precios y mantiene una posición privilegiada para defender sus intereses.

En el segundo capítulo, el autor aborda la primera etapa de funcionamiento de ALUAR. Apunta las tensiones entre la dictadura militar de 1976 y la empresa, al intentar quedarse con su control. También menciona las internas militares, las que, por un lado, llevaron al juicio y la condena de Lanusse y de algunos colaboradores y, por otro, instalaron la disputa entre la Armada (que tiene base en la ciudad de Trelew) y la Fuerza Aérea por el manejo de ALUAR. A la vez, en este período de consolidación productiva, los trabajadores avanzaron en la organización sindical. Crearon un gremio propio, la Asociación del Personal de ALUAR (AMPAL), enfrentado a la UOM, siguiendo una tendencia regionalista común en los ’60, ’70 u ’80. La conformación de gremios de empresa estaba en sintonía con las patronales, ya que el poder de negociación variaba de acuerdo con la escala.

El autor analiza testimonios de varios trabajadores. Hay una coincidencia en señalar que muchos de ellos provenían de otras regiones del país (generalmente, de zonas rurales) y que habían sido reclutados sin tener experiencia en el empleo industrial. Estos testimonios también reconstruyen el ambiente opresivo vivido durante la dictadura, el progresivo desembarco de la UOM y el fortalecimiento de la lucha sindical a partir de la reapertura democrática. Precisamente, 1983 fue un año de gran conflictividad, acicateada por la muerte de operarios en la planta y la necesidad de reclamar por mejoras de las condiciones de salubridad. En este contexto, la empresa utilizó una estrategia de desmovilización que explotó durante bastante tiempo: la comunicación directa con las parejas de los obreros para generar el miedo a eventuales despidos y a los efectos que estos tendrían para toda la familia.

En el capítulo tercero, Pérez Álvarez profundiza en la dinámica interna de la organización sindical desde 1984 hasta 1989. Describe un proceso de intensas disputas internas, en una época de acciones de movilización de la CGT en el nivel nacional. Trata en detalle el rol del sindicato en un conflicto ocurrido en Puerto Madryn, en 1986, como consecuencia de la crisis laboral que impactaba en la ciudad.

El trabajo en la planta es descripto como una tarea inhumana. La jornada laboral superaba largamente las 8 horas y demandaba un gran esfuerzo físico. Además, en un ambiente dominado por el calor, el polvo y los gases, los trabajadores experimentaban daños respiratorios irreversibles. Sin embargo, señala el autor, la lucha sindical no combatió estas condiciones laborales ni tampoco logró avanzar en la articulación con otros sectores obreros en lucha.

En el capítulo cuarto, Pérez Álvarez analiza la transformación de la empresa en el período 1990-1996. Explica que, pese a que los obreros todavía se sentían protegidos por una empresa emblemática en la región, en el plano administrativo se va imponiendo una lógica propia del capitalismo de época. En el fin de este ciclo, mediante el ofrecimiento de retiros voluntarios, se fue reduciendo la cantidad de trabajadores, a la vez que se incrementaban los sucesivos superávits. A los retiros voluntarios, continuaron los despidos. Se produjeron acotadas acciones de protesta, nunca respaldadas del todo por la UOM, conducida por Lorenzo Miguel.

En diciembre de 1996, con el personal recortado y sumido en un clima de derrota sindical, la empresa anunció un plan de ampliación de su planta, mediante una inversión de 300 millones de pesos (con un valor idéntico en dólares). Entre otros aspectos, resaltaba el cuidado que tendría en el cuidado del ambiente. Esto no obedecía directamente a los reclamos obreros, sino a las demandas del mercado internacional.

En el capítulo quinto, el autor analiza el proceso que va desde la derrota de los ’90 a las luchas del 2005-2007. Explica que, en un escenario nacional de crisis social y económica, durante los últimos años del gobierno menemista y los años siguientes, casi no hubo demandas de los trabajadores. Mientras tanto, la empresa siguió creciendo y aumentando su productividad.

Detrás del silencio de los obreros, se fue intensificando la disconformidad con las condiciones laborales, particularmente con los salarios. En 2005, se realizó una huelga importante, con la adhesión de la mitad de la planta. La empresa se vio obligada a firmar un acuerdo con la dirigencia nacional de la UOM, en Buenos Aires. Sin embargo, el aumento otorgado no respondió a las expectativas de los obreros. Esta disconformidad fue creciendo y eclosionó dos años más tarde, cuando ALUAR declaró una ganancia neta de 150 millones de dólares, a la vez que seguía recibiendo grandes subsidios estatales. Los trabajadores iniciaron una huelga en reclamo de una recomposición salarial del 45%, a la vez que la empresa ofrecía apenas un 12%. El Estado dictó la conciliación obligatoria y, pese a la oposición de los obreros, la conducción nacional de la UOM la acató y firmó un acuerdo. Según explica Pérez Álvarez, el resultado no fue una victoria ni un fracaso. Se logró una recomposición del 20% y no hubo despidos.

Advierte el autor que, en esta época, se manifiesta un quiebre generacional entre los obreros. Por un lado, estaban los trabajadores de mayor edad, quienes habían construido su identidad con una imagen paternalista de la empresa y que, por lo tanto, no querían afectarla con medidas extremas. Por otro lado, estaban los más jóvenes, qué consideraban este trabajo como cualquier otro y no experimentaban una lealtad especial con ALUAR. Sin embargo, este grupo, aunque más combativo, carecía de experiencia sindical.

En el capítulo sexto, Pérez Álvarez se centra en la entrevista de un trabajador que detalla el proceso de explotación sufrido en la empresa. Es una narración que evidencia cómo eran despreciados los empleados, llevados hasta el máximo de su rendimiento físico y, luego, expulsados cuando los daños en el organismo impedían que mantuvieran el ritmo de trabajo.

Este caso, sumado a los de los otros trabajadores entrevistados, le permiten al autor justificar la idea de que, desde un comienzo, la lucha sindical en la empresa tuvo una orientación fallida, en tanto no se centró de lleno en las condiciones de salubridad, como tampoco lo hizo en los hechos de contaminación. Más allá de los reiterados reclamos, el eje de las diferentes acciones de protesta terminó siendo siempre la recomposición salarial y, en algunos momentos, el mantenimiento de los puestos laborales.

En el cierre del libro, Pérez Álvarez profundiza en el análisis de este límite ideológico y político, entendiendo que la dinámica gremial resultó enmarcada en los requerimientos de un capitalismo de Estado de grandes empresas de capital privado en condiciones oligopólicas o monopólicas. Dentro de este marco, la clase obrera no logra propuestas alternativas a las que ofrece el capitalismo financiero.

La investigación expuesta en estas páginas permite conocer, de la voz de los trabajadores, la historia de una empresa particular que, bajo la protección inalterable del Estado, continúa siendo un negocio privado altamente rentable y ejerciendo una posición dominante. A la vez, nos lleva a pensar en la regla detrás del caso: las posibilidades de la lucha obrera en este contexto histórico y político.

Sebastián Sayago

Instituto de Investigaciones Lingüísticas y Literarias de la Patagonia,

Universidad Nacional de la Patagonia,

Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Argentina)

sebasayago@yahoo.com.ar